El comunicado expresa que “la Cámara de la Industria Naval agradece las gestiones realizadas por el Gobernador del Chubut, el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, el Intendente de Mar del Plata, el Honorable Concejo Deliberante de General Pueyrredón, sus Concejales, los Legisladores provinciales y nacionales, y Gobernadores patagónicos que se interiorizaron por las graves consecuencias que hubiera tenido la modificación de la Ley Federal de Pesca tal como estaba planteada en el proyecto de Ley Ómnibus.”
En el mismo sentido se expresaron agradecidos: “También agradecemos al Poder Ejecutivo Nacional por su rápida reacción y la voluntad de diálogo que ha demostrado al manifestarse dispuesto a introducir modificaciones a este proyecto de Ley.”
“Sin embargo, queremos advertir que los efectos nocivos de esta Ley para nuestra industria no se van a morigerar por el hecho que se restituyan los textos originales de los artículos 25 (descargas en puertos argentinos), art. 40 (tripulación argentina) y que se cambie el concepto de ‘Licitación Internacional’ por el de ‘Licitación Nacional’. Esta opción seguiría generando el mismo nivel de incertidumbre para nuestra industria y por ende la misma paralización de nuevas contrataciones hasta que la incertidumbre se despeje.”
Asimismo consideran que “cambiar la escala meritocrática del art. 27 de la Ley Federal de Pesca (Historia, Inversiones, Empleo, Procesamiento e Infracciones) por una mera licitación, aunque sea nacional, sigue siendo un gravísimo error. Primero porque los intereses foráneos sin antecedentes fácilmente pueden radicarse en el país y pretender licitar sin la ‘mochila’ de inversiones y empleo que hoy tienen las actuales empresas pesqueras argentinas. Y segundo porque estaríamos poniendo en una lucha desigual y en riesgo a miles de puestos de trabajos que dependen de Pymes familiares frente a las grandes empresas nacionales y de capitales extranjeros que hoy existen. Por ello solicitamos archivar definitivamente todo el capítulo de modificaciones sugeridas a la Ley Federal de Pesca.”
Realizando un análisis sobre la situación, desde la Cámara de la Industria Naval manifestaron: “También queremos advertir sobre otro error de diagnóstico que existe al decir que la Pesca ‘no aporta lo suficiente’ o que está ‘por debajo de su punto óptimo’. En este sentido debemos aclarar que, lamentablemente para nuestra industria pesquera, todas las especies del caladero están en su máximo rendimiento. Esto nos obliga a trabajar solo en el reemplazo de buques, cuando como Industria Naval nos encantaría hacer más barcos. De todos modos es posible aumentar el empleo y las exportaciones pero solo a través del agregado de valor y no aumentando las capturas. Lamentablemente los Derechos de Exportación planos del 15% para todas las manufacturas van en contra de esa dirección. Respecto a los aportes que hoy hace el sector, diremos que la presión fiscal que tiene es asfixiante y en los últimos dos años de atraso cambiario casi todas las empresas pesqueras tuvieron quebrantos y eso hizo ralentizar la renovación de la flota. Solamente en materia de derechos de exportación el sector ha aportado en los últimos 20 años más de 2.300 millones de dólares y dichas alícuotas hoy se han triplicado, lo cual es muy grave. Y esto es solo un ítem porque además hay otros centenares de millones de USD aportados anualmente en impuestos, cánones pesqueros, cargas sociales, etc. Imaginemos todos los barcos que se podrían haber renovado si esos recursos captados por el Estado hubieran quedado en manos de los privados, seguramente tendríamos la flota pesquera más moderna del mundo y una industria naval argentina de excelencia internacional.”
“Sin lugar a dudas en la Pesca Argentina hay muchas desregulaciones por hacer, aspectos por mejorar y transparentar, pero no pasan por modificar una ley que funciona, que es el marco que ha dado estabilidad jurídica a las inversiones realizadas y que permitió la recuperación del recurso luego de la crisis de fines de los 90. El Poder Ejecutivo tiene la oportunidad de encarar esas mejoras de manera institucional definiendo autoridades técnicas, probas y honestas tanto en la Subsecretaria de Pesca como en el Consejo Federal Pesquero donde tiene la mayoría. Comencemos por esas designaciones y sigamos con el diálogo adulto y responsable con los sectores de la Pesca y de la Industria Naval para no detener inversiones y procesos en marcha, como la virtuosa renovación de la flota pesquera que se inició con el dictado del DNU 145/19”, concluye el comunicado de prensa llegado a la redacción de PESCARE.
La Cámara de la Industria Naval agradeció las gestiones realizadas por los gobernadores, legisladores y empresarios para frenar las modificaciones a la Ley Federal de Pesca. Sin embargo, consideraron que revisar únicamente los artículos referidos al porcentaje de tripulación nacional y la obligatoriedad de descargar en puertos nacionales sigue condenando a la industria pesquera y la naval.
Desde la industria naval consideran que la eliminación de la escala meritocrática que aporta el artículo 27 al otorgamiento de cuotas, “por una mera licitación”, es un gravísimo error.
Por lo expuesto en esta misiva, y los antecedentes de referentes del sector, solicitaron escindir y archivar definitivamente todo el capítulo de modificaciones sugeridas a la modificación del Régimen Federal de Pesca dentro de la Ley Ómnibus.
Además, los industriales navales advirtieron sobre el error de diagnóstico que existe al decir que el sector pesquero puede crecer aumentando las capturas.
Se debe aclarar que, lamentablemente para la industria pesquera, con repercusión en la Naval, todas las especies del caladero están en su máximo rendimiento. Y el recurso lo limita a través de estudios biológicos y científicos del INIDEP, el CFP con los limites de Captura Máxima Permisible.
En tal sentido, la Industria Naval, en dialogo con nuestra Editorial, también hicieron referencia a la presión fiscal agobiante para ambos sectores, destacando también que la aplicación de derechos de exportación para todo el sector al 15% es un golpe de gracia a las empresas del sector, que no son formadoras de precios, por lo que impacta de lleno en las arcas de los grupos que operan en el sector llevando a un quebranto financiero que torna inviable la renovación de la flota.
“El Poder Ejecutivo tiene la oportunidad de encarar esas mejoras de manera institucional definiendo autoridades técnicas, probas y honestas tanto en la Subsecretaría de Pesca como en el Consejo Federal Pesquero donde tiene la mayoría. Comencemos por esas designaciones y sigamos con el diálogo adulto y responsable con los sectores de la Pesca y de la Industria Naval para no detener inversiones y procesos en marcha, como la virtuosa renovación de la flota pesquera que se inició con el dictado del DNU 145/19”, concluyeron desde la Cámara Naval.
En resumen, la Cámara de la Industria Naval se opone a las modificaciones propuestas al Régimen Federal de Pesca por considerar que son perjudiciales para el sector pesquero y con fuertes repercusiones en el naval, de hecho los astilleros, con solo el hecho de mención de esta inexplicable modificación, paralizó a todo un pujante sector que ya sufre la caída de varios contratos de construcciones futuras de este año.
Las principales críticas de la Cámara son las siguientes:
- La eliminación de la escala meritocrática que otorga cuotas a las empresas pesqueras, que podría favorecer a empresas extranjeras.
- El aumento de las capturas, que pone en riesgo la sustentabilidad del recurso.
- La presión fiscal, que dificulta la inversión y la renovación de la flota.
- La posibilidad de acceso al caladero por buques de pabellón internacional.
La Cámara propone que el Poder Ejecutivo encare las mejoras necesarias en la industria pesquera de manera institucional, definiendo autoridades técnicas y transparentes; nombrando a un válido interlocutor y analizando, si es viable, una mejora en la Ley Federal de Pesca, en vista de optimizar lo logrado, que no fue poco, en 15 años de aplicación donde mostró funcionar, en lo biológico, económico y social, generando orden y desarrollo, para las actividades pesqueras con amplio impacto en lo naval.