En el recorrido de la historia que gustosamente hacemos a través de PESCARE, a veces con protagonistas directos, con personas involucradas con la pesca, con la industria naval, o bien con instituciones.
Este es el caso de la Escuela Nacional de Pesca que celebra este 26 de marzo un nuevo aniversario, el nro. 49 nada menos.
Bautizada con el nombre de “Comandante Luis Piedra Buena”, y dependiente de la Dirección General de Educación de la Armada, esta escuela es la única de su tipo en la República Argentina y Latinoamérica que está dedicad a la formación y capacitación del personal de la Marina Mercante que tripula la Flota Pesquera.
Sus puertas fueron abiertas en el año 1973, siendo su primer director el Capitán de Corbeta (RE) Alfonso David Giavedoni, comenzando su trayectoria educativa como un Centro de Formación Profesional, donde se dictaban los cursos de Patrón de Pesca Costera y Patrón de Pesca de Segunda.

Durante sus primeros años, la escuela no contaba con un edificio propio donde poder dictar sus cursos.
En el año 1981 y en vigencia del “Convenio de Cooperación Técnica” con el gobierno de la República de Japón, la Argentina le solicitó que evaluará la posibilidad de colaborar para construir un edificio para que funcione la Escuela.
Con la etapa democrática iniciada, en diciembre de 1983, Japón se comprometió la donación de la edificación, el equipamiento didáctico necesario y además un buque de instrucción pesquera.
Finalmente en mayo de 1985 fue inaugurado el actual edificio que funciona en pleno centro del Puerto marplatense, contando con la presencia del mismísimo Presidente de la Nación de ese momento, el Dr. Raúl Ricardo Alfonsín.
Hoy en día y tras adaptar las condiciones producto de la pandemia, la Escuela ha podido retomar las clases de forma presencial con una matrícula de 140 alumnos que ya han comenzado a cursar las carreras de Patrón de Pesca Costera, Piloto de Pesca, Piloto de Pesca de Primera y Curso de Nivelación Académica.
Así mismo, en lo referido al Área de Máquinas, también comenzaron con el dictado de los cursos de Conductor de Máquinas Navales de Primera, Conductor de Máquinas Navales y Motoristas Navales.
La Escuela cuenta, además de su propio equipamiento didáctico como hemos reflejado a través de nuestro portal, con un buque de instrucción pesquera bautizado ARA “Luisito”, en homenaje a Luis Piedra Buena.
Este buque es un pesquero de arrastre que posee una eslora de 19 metros y una manga de 4,10 m, un calado de 1,50 m y un desplazamiento de 22 toneladas, propulsado por un motor principal de 300 HP, pudiendo alcanzar una velocidad máxima de hasta 9 nudos. Está construido en fibra de vidrio reforzada y posee dos redes de arrastre.
Una de las curiosidades que posee el edificio es que no posee su entrada principal sobre la Av. de los Trabajadores –ex Av. Martínez de Hoz- como sería lógico como acceso, sino que el ingreso apunta hacia el Este, es decir hacia “el sol naciente”, en forma de homenaje y recordatorio a sus creadores.
En la actualidad cuentan en sus instalaciones con un Simulador de Navegación y Maniobra de Comunicaciones, Taller de Electricidad y Máquinas, Laboratorio de Tecnología Pesquera, Aula Taller de Primeros Auxilios, un Patio de Fuego para simular control de averías y lucha contra incendios, además de un Taller de Artes de Pesca, destacándose también una biblioteca especializada como así también una sala histórica donde se resguardan celosamente objetos y documentación referidos a los orígenes de la Institución.
Los alumnos que año a año cursan en la Escuela de Pesca, no solo realizan los cursos regulares de formación, sino que se capacitan en los requerimientos establecidos por la Organización Marítima Internacional, como así también los referidos al Ente Nacional de Comunicaciones, contando con más de medio centenar de profesores especializados y de vasta experiencia en cada área específica.

Desde PESCARE saludamos a la Escuela Nacional de Pesca, reconociendo su tarea, no siempre fácil y con las vicisitudes que pueden tener las actividades de aquellos que “hacen”, con aciertos y erros, pero siempre por el camino del compromiso y la lealtad.