Los servicios de descarga y armado de buques pesqueros, tanto fresqueros como congeladores, volvieron a estar disponibles desde la tarde/noche de ayer. Con el correr de las horas las operaciones fueron normalizándose en los muelles del puerto local.
“Desde las 19 del jueves dieron la orden de trabajar”, resumió una fuente consultada por Pescare.com.ar. De esta manera, quedó superado el cortocircuito desatado horas antes, que incluyó una protesta por parte del Supa en el ingreso a las terminales 2 y 3.
Los estibadores le reclamaron medidas más estrictas al Consorcio Portuario y Prefectura junto al cumplimiento del protocolo sanitario para atenuar los riesgos de contagio. La aparición de un caso de Covid-19 a bordo del potero “Scirocco” fue el disparador de la protesta.
El recorte en el nivel de actividad duró unas horas; aunque en ese lapso complicó la agenda de algunos armadores que participan de la temporada de langostino en aguas nacionales, entre los paralelos 41° y 42°, fuera de la Zona de Veda Permanente de Merluza.
También había preocupación por la descarga de los poteros en el marco de una temporada con muy buenos rendimientos al norte del 44°; pero finalmente hubo servicios para ese segmento de flota. El tiempo es otro de los valores de la zafra.
En cualquier caso, quedó claro que la estiba busca trabajar guardando la mayor distancia posible entre su personal. También remarcan la necesidad de no realizar tareas en paralelo con otros sectores, como puede ser el de los talleres navales.
Extremar medidas de higiene y desinfección, tanto de personas como de herramientas y vehículos, y la puesta en funcionamiento de baños químicos y bachas de lavado son otras de las medidas que el Supa le reclamó al Consorcio Portuario.