Después de muchos años, la celebración del Día de la Industria Naval encontró a sus principales actores unidos. El actor tuvo lugar ayer a bordo de la Fragata Sarmiento, con Puerto Madero como telón de fondo.
Participaron el vicepresidente de la Abin, Miguel Ángel Sánchez; el presidente de la Fina, Enrique Godoy; Florencia Garrido, en representación de la Cámara de la Industria Naval de Mar del Plata; Sandra Cipolla, presidenta de SPI Astilleros; y Domingo Contessi, entre otros.
Por parte del Gobierno asistieron el secretario de Industria, Fernando Grasso; el subsecretario de Pesca, Juan Bosch; el subsecretario de Agricultura, Ganadería y Pesca bonaerense, Miguel Tezanos Pinto; y el presidente del Consorcio Portuario, Martín Merlin, junto a autoridades gremiales, de la Armada y Prefectura.
“Si hay diálogo y buenas intenciones, podemos hacer mucho juntos”, definió Sánchez ante la consulta de Pescare.com.ar. En la misma línea se manifestó Contessi: “Fue un acto con una concurrencia muy importante que ratifica la importancia del sector”, dijo.
Durante el encuentro, desde las cámaras empresarias se encargaron de subrayar las herramientas de estímulo a la producción obtenidas en el último tiempo; pero también marcaron las necesidades insatisfechas.
“Esta celebración es la primera desde que se votaron las leyes de Industria Naval y de Marina Mercante y esto no es menor. Seguro que a todos nos ha quedado la idea que se podía más, pero es lo que logramos; ahora debemos aceptar esta realidad y aprovechar las herramientas obtenidas”, expuso Godoy.
Al mismo tiempo, el empresario destacó la aplicación de la ley Compre Argentino, que coloca al país en sintonía con otros que buscan la defensa de sus mercados, claro que en el medio todavía pesa la ausencia de herramientas crediticias para la construcción de barcos.
“El aspecto financiero es sustancial para nuestra actividad. La modificación del lugar de privilegio para el cobro del financista de la construcción de un buque en la Hipoteca Naval es un avance importante, que complementado con normativas ad hoc -como las que ya se están trabajando con el sector pesquero- para cada una de las actividades demandantes de buques pueden lograr que las diferentes entidades y herramientas del sistema financiero se interesen por el hoy desatendido sector naval”, proyectó.
Por su parte, Sánchez recordó nuestro país es uno de los pocos en el mundo que teniendo una industria naval instalada sigue permitiendo la importación de barcos usados: desde buques pesqueros hasta mercantes o remolcadores.
“Renovar o construir un barco o una flota requiere de una industria naval activa. Nada de esto es realmente posible sin la existencia de un plan que esté previa y debidamente consensuado entre los principales actores”, expuso en ese sentido.
El dirigente entiende que ese proyecto debe apuntar a la reducción de los impuestos distorsivos, a terminar con la informalidad, a ganar equidad tributaria, a simplificar los trámites y a sustentar una educación de calidad.
“Desde 1980 entonces hasta la actualidad se perdió el 90 por ciento de la actividad, y pasamos de vender por 400 millones de dólares a menos de 38 millones. Es más, o es peor aún: nuestro sector pasó de representar un 0,26 por ciento del PBI al 0,007 por ciento actual. Sin embargo, con políticas de estado correctas la industria naval nacional tiene un potencial formidable”, resaltó.
Según Sánchez, hay estudios que indican que podríamos volver a tener 60 mil puestos de empleo directos e indirectos en toda la cadena industrial naval y superar los 600 millones de dólares en ventas anuales.
La Asociación Bonaerense de la Industria Naval (Abin) y la Federación de la Industria Naval Argentina compartieron el acto a bordo de la Fragata Sarmiento.
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