Es positivo que la Autoridad Marítima preste especial atención a la recomendación sobre la prevención de abordajes, especialmente en una zafra tan compleja como la de langostino.
Esta actividad, que depende de grandes concentraciones de marisco en áreas muy reducidas, se desarrolla en zonas donde confluyen diversas variables que generan las condiciones óptimas para su alimentación o reproducción, tales como los choques de frentes de distintas temperaturas, las corrientes marinas, la generación de plancton y fitoplancton, las termoclinas, entre otros factores.
En consecuencia, la flota tangonera suele competir en un mar vasto, casi infinito en comparación con la eslora y manga de un buque, dentro de áreas que no superan las 3 o 4 hectáreas. En la carrera por posicionarse primero, siguiendo el mejor registro ecoico, los abordajes se convierten en un factor recurrente cada año.
Adicionalmente, la normativa vigente sobre la administración de la pesquería, como la Resolución Nro. 7/2028, establece que en horarios fuera de los destinados a la pesca (19:00-07:00 hs) los buques deben transitar a velocidades superiores a 6 nudos, lo que aumenta las probabilidades que se produzcan abordajes. La velocidad en el mar es una variable a veces incontrolada, principalmente por la inercia de grandes masas en un medio acuoso.
Por ello, resulta oportuno que la Autoridad Marítima impulse la idea de prevenir estos incidentes en esta pesquería en particular. Desde el punto de vista de la seguridad en la navegación, la alta concentración de embarcaciones operando en áreas de pesca de extensión dinámica, pero reducida debido a la acumulación del recurso, genera situaciones en las que se realizan operaciones de pesca o se cruzan buques a escasa distancia, incrementando significativamente el riesgo de impactos con los tangones.
Entre los peligros identificados se destacan el incremento de rozaduras y colisiones, la navegación nocturna (donde los buques permanecen en las zonas de pesca con los tangones armados y desplegados a altas velocidades), y las condiciones climáticas adversas que dificultan la maniobrabilidad y la visibilidad entre las embarcaciones, comprometiendo así la distancia de seguridad en cruces o maniobras de vuelta encontrada.
Con el objetivo de mitigar los riesgos durante la permanencia de los buques pesqueros en el caladero o en navegación, la Prefectura Naval Argentina, Autoridad Marítima nacional, recomienda a los capitanes o patrones extremar las medidas de seguridad durante las guardias de navegación, considerando las siguientes pautas:
- Establecer procedimientos seguros, con el objetivo de evitar incidentes en zonas de pesca acotadas, con gran cantidad de tráfico marítimo.
- Mantener, en todo momento, una eficaz vigilancia visual y auditiva, respetando las reglas de rumbo y gobierno, así como la exhibición de luces y marcas y el empleo de señales acústicas y luminosas previstas en el Convenio sobre el Reglamento internacional para prevenir abordajes 1972.
Teniendo en cuenta la normativa vigente se sugiere a las compañías reevaluar los riesgos asociados a la seguridad operacional del buque en zona de pesca cuando hay alta concentración de embarcaciones operando.
En ese sentido, es necesario que se actualice o implemente el Manual de Gestión de Seguridad Operacional del buque, ya que será verificado en próximas auditorias y/o revisiones de dicho manual.
En ese sentido, según el comunicado, «es necesario que se actualice o implemente el Manual de Gestión de Seguridad Operacional del buque, ya que será verificado en auditorías y/o revisiones del mismo. Esta disposición tiene como finalidad garantizar la adopción de las medidas de seguridad adecuadas en función del tipo de buque, su equipamiento y la tripulación a bordo, asegurando que esta última esté familiarizada con el buque. Además, es fundamental que los involucrados sean conscientes de los riesgos potenciales para poder prevenirlos o mitigarlos «.
Estas recomendaciones se incorporan a las ya publicadas en el sitio web de la Institución.