La empresa estadounidense Lamb Weston completó con éxito la primera producción a gran escala de papas congeladas en su nueva planta ubicada en el Parque Industrial General Savio, en Mar del Plata-Batán. Se trata de una inversión superior a US$300 millones, considerada la mayor realizada en la provincia en los últimos 40 años.
El envío inicial, con destino a Santa Catarina, Brasil, marcará el debut de la compañía en el mercado regional desde la Argentina. La apertura oficial de las instalaciones está prevista para octubre próximo, aunque ya comenzaron las pruebas productivas a mediados/fines de julio, que arrojaron resultados de “excelente calidad comercial”, según confirmaron desde la firma. Hacia abril de este año se había previsto para septiembre, pero algunos detalles de coordinación pospusieron la demorada apertura para octubre y con expectativas si se harán por el puerto local.
Impacto y empleo
La planta generó hasta ahora 255 puestos de trabajo directos, y se espera que alcance los 3000 indirectos, consolidándose como uno de los polos industriales más modernos de la región.
Entre las obras complementarias, se destacan la ampliación de la red eléctrica y de gas en el predio de Batán y la instalación de una cadena de frío con capacidad para 9000 posiciones, (unas 30.000 toneladas).
“Esto es más que una prueba técnica: es una señal visible del progreso hacia el pleno funcionamiento y refleja meses de trabajo en equipo y un fuerte compromiso con el desarrollo del sector agroindustrial de Argentina”, afirmó Romina Broda, vicepresidenta de Lamb Weston para Latinoamérica y responsable del proyecto para LN.
En la misma línea, Alejandro Lute, director de operaciones de la planta, destacó: “El primer corte a gran escala es una validación importante para todo el equipo y demuestra que nuestra tecnología, procesos y personal están funcionando como estaba previsto”.
Por su parte, Marc Lehman, vicepresidente senior de fabricación de la multinacional, agregó: “Estamos muy entusiasmados de llevar las innovaciones de Lamb Weston al mercado latinoamericano y de apoyar el crecimiento de la categoría de la papa congelada”.
El puerto en disputa
Un aspecto central de esta apuesta industrial es que el Puerto de Mar del Plata será el escenario de salida para la producción congelada y preelaborada, –al menos eso fue la primera decisión de la empresa-, originada en una de las principales zonas paperas de la provincia de Buenos Aires. La decisión coloca nuevamente al complejo portuario local como eje logístico, aunque en un marco de pocas certezas: se trata de un espacio históricamente dominado por la flota pesquera, que ha visto encarecida su operatividad por la creciente competencia por metros de muelle y los constantes movimientos producto del arribo del buque portacontenedores y de una flota de poteros que utilizan el puerto de Mar del Plata como aguantadero hasta la venidera zafra, a medida que se diversifican los usos.
En los últimos años, el puerto también se consolidó como base de apoyo logístico para la prospección sísmica en la Cuenca Argentina Norte (CAN), que busca comprobar la presencia de rocas madre y podría abrir la puerta a la industria petrolera offshore. A este entramado se suma ahora la logística de exportación de Lamb Weston, que demandará espacio de bodega y capacidad de contenedores.
Sin embargo, el ingreso de un segundo buque portacontenedores enfrenta un impasse operativo: según la concesionaria, deberá compartir servicios y carga con otras actividades para garantizar la rentabilidad de la ruta. Así, el puerto no solo funcionará como plataforma de exportación de la nueva planta, sino que también deberá compatibilizar intereses en un ecosistema donde la pesca sigue siendo –y seguirá siendo– el corazón económico del muelle marplatense, pero sin saber cual es la prioridad y su lugar.
Las gigantes MSC, Maersk y CMA-CGM manifestaron interés en operar las exportaciones de Lamb Weston desde este puerto, dando al proyecto acceso a operadores de clase mundial. CMA-CGM, por ejemplo, ya tiene una línea semanal desde Mar del Plata a Santos.
Quizá sea esta la combinación justa, entre papas pre elaboradas, pescados y mariscos.
Estrategia y mercado
En su primera etapa, la compañía priorizará el abastecimiento de grandes clientes industriales y gastronómicos, como cadenas de fast food y restaurantes. Recién en una segunda fase ingresará al canal de supermercados, donde el consumidor final representa alrededor del 15% del negocio en la Argentina.
La decisión de invertir en el país, explican en Lamb Weston, responde a tres factores: la calidad de la papa local, la disponibilidad de talento y mano de obra y el potencial de crecimiento del mercado. “La materia prima en el sudeste bonaerense no tiene nada que envidiarle a la de Europa o el noroeste de Estados Unidos”, aseguró Broda.
El consumo de papas congeladas en América Latina está en plena expansión: mientras en el Reino Unido el promedio per cápita es de 70 kilos anuales, en la Argentina apenas llega a 8 kilos, aunque con un crecimiento sostenido impulsado por la practicidad y la mejora en seguridad alimentaria.
Proyección
La llegada de Lamb Weston intensifica la competencia con otros gigantes del sector: la canadiense McCain, con planta en Balcarce y una inversión reciente de US$100 millones, y la estadounidense Simplot, que opera en Mendoza desde 2019.
A nivel global, Lamb Weston abastece a grandes cadenas internacionales, entre ellas McDonald’s, aunque en la Argentina la marca trabaja actualmente con McCain. “Vamos a buscar trabajar con McDonald’s como lo hacemos en todo el mundo”, adelantó Broda con espíritu competitivo.
La nueva planta marplatense consolida la presencia de Lamb Weston en América Latina y representa un contrapunto en el escenario argentino, marcado en los últimos años por la salida de multinacionales como Falabella, Walmart o Procter & Gamble.
Lamb Weston considera su planta de Mar del Plata como un punto clave de su huella industrial global («footprint industrial global»), con exportaciones previstas no solo a Brasil, sino también a mercados como China, México y Centroamérica, apenas entre toda la plataforma operativa a su nivel de máxima producción.
De esta manera, con su inversión récord y una capacidad de producción de escala internacional, la compañía espera convertir a Mar del Plata y Argentina en plataforma exportadora de papas pre elaboradas y congeladas para toda la región, aunque ese salto dependerá también de cómo evolucione la disputa por el uso estratégico del puerto marplatense.
