Esquivo a la corrección política, Roberto Pennisi exhibe una mirada sobre las relaciones laborales en la industria de la conserva, que bien podría extenderse al resto de la actividad local.
Con el nivel conflictividad en alza durante los últimos años, la quema de gomas, el crecimiento del ausentismo y la retracción de las aseguradoras de riesgos del trabajo, entre otros factores, el directivo de Natusur desliza fuertes críticas.
“Hoy se atenta a las fuentes laborales tanto desde los gremios como a través de abogados que ejercen presiones constantes en detrimento de la relación con los trabajadores. Como consecuencia, los industriales pensamos mil veces antes de contratar a alguien”, asegura.
Mediante la red social Facebook, el empresario viene analizando cómo ha evolucionado el vínculo empresario-trabajador sin ahorrar cuestionamientos a los tiempos que corren. Los textos se juntan bajo el título “Ser empleador en la pesca y en el país”.
Condena social
“Mientras exista la condena social sobre las empresas, atribuyendo a los empleadores el significado de explotadores, será muy difícil que los directivos quieran asumir riesgos y confíen en incorporar personal para el crecimiento del negocio”, expone en su última entrada.
Pennisi entiende que los industriales pesqueros marplatenses han sido castigados no sólo por el sindicalismo; sino por el discurso tejido desde muchos medios de comunicación, donde el empresario generalmente es expuesto en el rol de victimario.
“En los comienzos del puerto de Mar del Plata todo era muy diferente y mucho más armónico. ´Te mando a mi hijo así le enseñás a trabajar en lo que vos sabés ´, le decián a Pippo Moscuzza, propietario de la fábrica de redes”, recuerda.
Al mismo tiempo, resalta que esos jóvenes con la experiencia adquirida se convirtieron luego en pescadores y, a su vez, habían aprendido a reparar redes: “Los valores eran otros: ´al que te da el pan, llamalo papá´. Con ese mensaje se quería significar el gran respeto que se tenía por quien había dado empleo”, ejemplifica.
Registración versus plan
Por otra parte, el empresario conservero se muestra crítico de los planes sociales que excluyen la posibilidad de recibir una ayuda por parte del Estado y paralelamente acceder/sostener un puesto de trabajo.
“Muchos trabajadores no quieren ser registrados y prefieren quedar fuera del sistema previsional para no perder el beneficio del plan. Como empresario responsable no puedo aceptar de ninguna manera que el personal a mi cargo se encuentre fuera de la ley y en numerosas ocasiones se recluta mano de obra en Otamendi, Miramar y Balcarce ya que resulta complejo cubrir las vacantes con marplatenses”, concluye.