El respeto a las zonas y épocas de veda tiene que ver con la responsabilidad social empresaria, En la semana se difundieron varios videos del maltrato hacia un caladero nada menos como el peruano, que en materia de anchovetas y toda la especie engraulis, termina siendo uno de los mas importantes registrados en el mundo.
Malhumor de pescadores y sindicatos del sector embarcado difundieron imágenes de la anchoveta (engraulis ringens), una especie de la misma familia que la anchoita del mar argentino, cuyo valor comercial es muy preciado y convierta al Perú en uno de los referentes en materia de esa especie a nivel mundial, junto a Marruecos, otro gran productor junto a Argentina.
La crónica cuenta que estos últimos días, buques pesqueros cuyo puerto de asiento son los muelles de Parachique y Galileo, en la provincia de Sechura; y también en Bayovar, Perú; han registrado operaciones de carga de casi 40 camiones con destino Ecuador, pero se estima que las capturas podrían acercarse a las 1.400 toneladas. En el año 2019, la pesquera Diamante registró desembarques en los que más del 90 % de la pesca eran pequeñas anchovetas. Entre 2017 y enero 2020, al menos 155 mil toneladas de anchovetas juveniles fueron capturadas por la empresa excediendo el límite del 20 % que establece la norma.
Un grupo de pescadores de Sechura denunció que embarcaciones pesqueras continúan capturando anchoveta, a pesar de que la segunda temporada de pesca de este recurso había cerrado, oportunamente.
Esta temporada estaba regulada por el Ministerio de la Producción (Produce) y abarcaba la zona norte-centro del Perú.
En un video difundido en redes sociales, los pescadores expresaron su indignación al observar que se estaban capturando ejemplares de anchoveta que medían menos de nueve centímetros, siendo que la talla mínima permitida es de 12 centímetros.
Tiempo atrás, Merardo Vite Zeta, líder de la Asociación Nacional de Armadores Pesqueros de la Ley Nº 26.920, ya había informado el año pasado, que desde febrero hasta la fecha se ha registrado una extracción y comercio descontrolado de anchoveta en los muelles de Parachique y Galileo, en la provincia de Sechura. Señaló que las cámaras frigoríficas, con capacidad para grandes cantidades, están abasteciéndose de este producto para enviarlo a Ecuador.
Además, molestos pescadores exclamaban que los aparejos de pesca utilizados están fuera de lo permitido; “las mallas que utiliza una embarcación grande con mucha potencia es menor a lo estipulado por la Ley, pero además, pueden medir hasta 1500 metros de largo y 20 metros de alto”.
Empresarios peruanos han establecido en Ecuador, fábricas procesadoras de harina de pescado.
El presidente del Frente de Defensa por los Intereses de las pesqueras de Piura, Carlos Purizaca, exigió al Ministerio de la Producción que identifique las embarcaciones, ya que consideran que están llevando a cabo una explotación indiscriminada de los recursos marinos. Gilberto Carnero López, un dirigente más, lamentó que esta situación represente una amenaza para la conservación y reproducción de la especie.
Un tema de larga data y una práctica que se viene repitiendo.
La importancia de una buena administración y cuidado del caladero es lo que a futuro garantiza la sostenibilidad del mismo y la sustentabilidad futuro de la empresas pesqueras. Esta es, no solamente una mala práctica sino que atenta contra las especies que hicieron del Perú, un país que integra el grupo selecto del comercio internacional de la anchoveta.
Hay que destacar, que a principios de año el IMARPE, había destacado que «la actual biomasa —como se denomina al stock de una especie— de la anchoveta muestra una reducción de más del 30% respecto al 2022«.
El Ministerio de la Producción no abrió la primera temporada de pesca, pero la Sociedad Nacional de Pesquería no descarta esta posibilidad. Sin embargo, diversos expertos prevén que «no habrá condiciones para el adecuado desarrollo de la especie, el cual atribuyeron al impacto de el Niño costero y el Niño global. Los pescadores industriales serán los más afectados«.
Recordemos que el Ministerio de la Producción canceló la primera temporada de la pesca de anchoveta. Esto a causa de la alta incidencia de ejemplares juveniles, que alcanzaría a más del 80% de ellos. El titular de Produce, dejó en claro que luego de la pesca exploratoria desarrollada entre el 3 y el 7 de junio de este año, el Imarpe concluyó que «no existen condiciones biológicas para el desarrollo de actividades extractivas«.
“Las condiciones de mar no están dadas para el inicio de la temporada de pesca. Un tema importante para el ministerio es la preservación del recurso pesquero. Si saliéramos en este momento… Lo que haríamos es depredar el recurso y claramente afectar la evolución de esta pesquería en los siguientes años. Por eso es que creemos que lo más responsable es no iniciar la temporada”, expresó a la prensa, el ministro de Producción, Raúl Pérez Reyes.
Por su parte, Eduardo Ferreyros, actual Presidente de la Sociedad Nacional de Pesquería expresó que “tenemos la esperanza de que se venga una segunda temporada que ayude a recuperar el sector; se han perdido US$ 1.000 millones en exportaciones de harina y aceite de pescado, tras no haberse abierto la primera temporada de pesca de anchoveta«, concluyó diciendo al periódico peruano El Comercio.