Continúa la veda por elevados niveles de toxinas en Península Valdés a causa de la marea roja. Recomiendan no recolectar ni consumir mejillones, almejas, vieiras y caracoles en lugares cercanos o sin conocer su procedencia.
Días atrás PESCARE dialogó con la investigadora Viviana Sastre quien dio detalles de cómo se produce la denominada “marea roja”.
Ver nota Preocupa la marea roja en las costas de Chubut.
A raíz de esta situación el gobierno de la provincia del Chubut prorrogó la veda para la extracción de moluscos bivalvos y caracoles en los golfos interiores de Península Valdés, en el área noreste de la provincia, a consecuencia de que sigue siendo elevado el nivel de toxinas por marea roja, circunstancia por la cual murieron seis ballenas –al menos confirmados- aunque la mortandad alcanzó a varios ejemplares.
Mediante un comunicado, el Comité Ejecutivo del Plan Provincial de Prevención y Control de Marea Roja, informó a la población y al público en general que la veda continúa para la extracción de moluscos bivalvos y gasterópodos (caracoles), incluida la vieira y su callo, en los golfos Nuevo y San José, ubicado al norte y al sur de la Península Valdés.
La recomendación indica además que no se recolecten ni se consuman almejas, mejillones, vieiras, cholgas, panopeas, navajas y caracoles de las zonas vedadas, como del mismo recomiendan abstenerse de adquirir y consumir estos productos, más allá que sea en lugares habilitados.
La medida además llega a una parte de la costa atlántica del sur de Chubut, en proximidades a la ciudad de Comodoro Rivadavia, lugar denominado “costa central del Golfo San Jorge”, a raíz de que aún los niveles de toxinas encontrados superan los cánones establecidos por el Código Alimentario Argentino, recordando también que la cocción y el agregado de limón u otros productos no eliminan las toxinas.
Como ya hemos informado a través de nuestro portal, la presencia de altos niveles de toxinas provenientes de la ya mencionada “marea roja”, fueron detectados en al menos seis cadáveres de ballenas, las cuales fueron sometidas a necropsias, aunque el total de las ballenas muertas fue de 30 ejemplares.
Desde el Instituto de Conservación de Ballenas informaron que “la investigación realizada sostiene la hipótesis según la cual la mortandad de ballenas se debió a una floración algal nociva en el Golfo Nuevo ocurrida entre fines de septiembre y principio de octubre, fenómeno que se conoce como ‘marea roja’”.
Ya se han cumplido tres semanas sin que se generen nuevos descubrimientos de ballenas muertas, por lo que se especula que la peor parte ya pasó, de acuerdo a lo que manifiestan distintos investigadores del tema.
Para dimensionar la gravedad de la situación, la media normal es que existan 400 Unidades Ratón (UR) en los moluscos analizados, algo que es habitual en un proceso natural que absorben los moluscos al filtrar el agua de mar para alimentarse, pero en este caso se llegaron a detectar, en los primeros días del mes de octubre, más de 107.000 UR.