Los países de la Unión Europea adoptaron por unanimidad este lunes, un reglamento que abre contingentes arancelarios autónomos para determinados productos pesqueros durante el período mencionado, a la vez que establece normas para la gestión de esos contingentes.
Se trata de medidas arancelarias que permiten la exención total o parcial del pago de aranceles de productos importados dentro de determinados límites, cuando no existe producción suficiente para atender las demandas de la industria.
Con esta normativa buscan “garantizar que la industria procesadora de pescado de la UE pueda seguir obteniendo materias primas de países no pertenecientes a la Unión con tipos reducidos de impuestos o libres de impuestos”, destacó el Consejo de la Unión Europea a través de un comunicado.
A su vez agregaron que “se tuvo en cuenta su impacto potencial en los proveedores europeos, a efectos de garantizar una competencia leal entre los productos pesqueros importados y los de la Unión”.
Luis Planas, quien es el ministro español de Agricultura, Pesca y Alimentación de España, en nombre de la presidencia española de la Unión Europea manifestó que “con este reglamento hemos salvaguardado la competitividad de nuestra industria procesadora de pescado y el suministro a los consumidores europeos de productos pesqueros procesados de calidad a precios razonables. Así se garantizará que todas las partes interesadas tengan seguridad jurídica sobre el régimen que se aplicará en los próximos tres años.”
No todo será medido con la misma vara evidentemente. A raíz del deterioro de las relaciones entre la Unión Europea, Rusia y Bielorrusia y de la guerra con Ucrania, ya advirtieron que los productos pesqueros originarios de ambos países no serán beneficiados con el trato libre de impuestos o del trato de nación más favorecida.
Ya desde hace algunas décadas, los países que componen la Unión Europea, se han vuelto más dependientes de las importaciones para poder satisfacer su demanda de productos pesqueros, ya que o bien esos productos no son producidos en el Viejo Continente o no existen cantidades suficientes. Esta nueva normativa adoptada prevé que solo se concedan contingentes arancelarios a aquellos productos que se importen para su posterior procesamiento en la Unión Europea, donde el arancel se suspenderá o se reducirá durante el período de 2024 a 2026 para un volumen limitado de los productos pesqueros cubiertos por esta normativa.
El reglamento comenzará a regir a los 20 días de su publicación en el Diario Oficial de la Unión Europea y se aplicará desde el 1 de enero de 2024 hasta el 31 de diciembre de 2026.
Una de las entidades que se pronunció al respecto fue la asociación española de Mayoristas, Importadores, Exportadores y Transformadores de Productos de la Pesca y Acuicultura (Conxemar) la cual considera que el nuevo Reglamento de Contingentes Arancelarios garantizará la “competitividad” en la industria de la transformación y la comercialización de los productos del mar congelados.
A través de un comunicado, “Conxemar” valoró que el reglamento que ha “aprobado el Consejo de la Unión Europea recoge las principales demandas que la asociación defendió los últimos meses. El Reglamento garantizará la competitividad de la industria de la transformación y la comercialización de los productos del mar congelados. Recoge una modificación en las operaciones de transformación aceptadas para los cefalópodos, lo que dará más facilidades a la industria para consumir el contingente de calamar patagónico y así la industria podrá retomar la producción que se vio parcialmente afectada por la salida de Reino Unido de la Unión Europea”.
En las expresiones públicas de la reconocida Asociación ven como positivo “que se doble el volumen del contingente para el gambón argentino, aunque no lo considera suficiente para la industria. El periodo temporal de aplicación del reglamento vuelva a ser de tres años en lugar de dos, que era la propuesta inicial de la Comisión Europea. Debe garantizarse la soberanía alimentaria en Europa y en España ante el crecimiento de la industria de transformación de productos del mar de otras grandes potencias, sobre las que se desconoce si respetarán los estándares de la Unión Europea”.