Cierto, así fue, pero detrás del paro que no deja una buena imagen internacional, hay algo más. como tantas otras cosas en nuestro país.
No se trata de mirar solo la “mitad del vaso” vacía, sino de observar acciones que no tienen un solo aspecto positivo.
Finalizando su 50º viaje de instrucción, la Fragata ARA Libertad, tenía previsto arribar a puerto el último sábado a las 9 de la mañana, donde gran cantidad de personas aguardaban por su llegada, muchos para reencontrarse con sus familiares que estaban a bordo, otros por simple curiosidad o acercamiento a ver la imponente silueta de la fragata, símbolo de la excelencia educativa de la Armada Argentina, llevando delante los valores de paz y amistad en el mundo, y en alto el pabellón nacional que representa a todos los argentinos en el mar.
El periplo había comenzado el 30 de abril, en el cual recorrió 22.038 millas náuticas, teniendo previsto llegar el sábado, como hemos citado, a Buenos Aires, pero al llegar a cercanías de La Plata fueron anoticiados de que un paro de actividades por un reclamo gremial, por parte del personal que desarrolla tareas en los remolcadores, les imposibilitaba amarrar, por lo que permanecieron al resguardo en el aguantadero y fondeadero fuera de Ensenada a la espera.
Luego de conocerse la novedad, la Armada Argentina emitió un comunicado en el que indicaba “el ingreso del Buque Escuela ARA ‘Libertad’ al Apostadero Naval Buenos Aires, en Dársena Norte se encuentra postergado hasta nuevo aviso. Esta situación obedece el cese de actividades en el puerto de Buenos Aires, afectando el funcionamiento a los remolcadores que deben asistir al buque escuela en su maniobra de amarre”.
El paro del personal de remolcadores fue anunciado recién el viernes en horas de la noche, por parte del SICONARA quienes expresaron que “luego de extensas negociaciones y ante la intransigencia del sector empresario, sobre el pedido de los gremios de recomposición salarial del sector remolcadores de puerto. Esta medida se mantendrá hasta comunicación oficial del sector gremial”.
Finalmente primo el sentido común, aunque en lugar de buscar soluciones definitivas, se buscó con otro “parche”, aletargar una situación gremial que se vio remediada a través de la Disposición firmada por Gabriela Marcello, Directora Nacional de Relaciones y Regulaciones del Trabajo, dependiente del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social.
La Disposición a raíz del conflicto identificado se presentó a raíz de un cese total de actividades dispuesto por el Centro de Patrones y Oficiales Fluviales de Pesca y Cabotaje Marítimo, el Centro de Jefes y Oficiales Maquinistas Navales, el Sindicato de Conductores Navales de la República Argentina y el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos.
El sentido común terminó primando luego del desatino de realizar un paro de actividades puntualmente en el momento de ingreso del mayor símbolo naval de nuestro país. Sentido común que tuvo que llegar por la Disposición mencionada a través de haberse dictado la conciliación obligatoria, convocándose a las partes a una audiencia presencial para el 28 de septiembre próximo.