El subsecretario de Pesca de la Nación, Tomás Gerpe, señaló en su reciente paso por Mar del Plata la necesidad de generar condiciones para que los buques del Inidep salgan del letargo.
«Nuestro objetivo es reanudar las campañas y las investigaciones, que son vitales para el desarrollo de esta industria. Vamos a trabajar todos para conseguirlo”, dijo acompañado por el secretario de Agricultura y Pesca, Ricardo Negri.
Mientras tanto, Gerpe y su equipo tienen sobre el escritorio una serie de recomendaciones para apuntalar la explotación sustentable de varias especies, entre ellas la de merluza, pilar de la actividad en esta ciudad.
La mayoría fueron aplicadas parcialmente o directamente incumplidas por las últimas administraciones; de allí que se repitan cuando los investigadores del instituto redactan informes y perfilan una explotación comercialmente durable en el tiempo.
Medidas recomendadas
El ejemplo más cercano está en el Informe Técnico Oficial del Inidep Nº 32, donde María Fernanda Villarino y Betina Santos sugieren las Capturas Biológicamente Aceptables (CBA) de hubbsi para el Stock Sur en 2016; pero también marcan un contexto de trabajo compatible con esos objetivos.
¿Qué proponen las especialistas? En primer término mantener las actuales dimensiones de la Zona de Veda Permanente de Merluza (ZVP) en el área patagónica.
Desde el instituto entienden que la ZVP ha permitido proteger parcialmente ejemplares del grupo de edad 1; claro que la mayor presión pesquera persiste sobre el grupo de juveniles de edad 2.
Teniendo en cuenta este escenario, también se habla de utilizar artes de pesca y dispositivos selectivos, u otras medidas de manejo alternativas, «a fin de minimizar la captura no deseada de juveniles», tanto en pesca dirigida como incidental.
Hasta aquí, ni el Dejupa ni ningún otro método resultó convincente para los armadores; sin embargo, los números de la pesquería imponen seguir explorando distintas formas de operar.
Al margen del informe oficial, Pescare.com.ar pudo saber que el Inidep estima un nivel de descarte cercano a las 60 mil toneladas de merluza por año; es decir, aproximadamente el 15 por ciento de lo que se toma como captura total anual en las últimas temporadas para el recurso.
Por otro lado, asoma como eje aumentar los controles sobre las declaraciones de captura y esfuerzo de cara a evitar las subestimaciones. La variable ronda el 10 por ciento en la consideración de los investigadores.
En otro orden, según Villarino y Santos, resta lograr una efectiva protección de las concentraciones de adultos en la temporada reproductiva (octubre-abril) dentro del Área de Veda de Juveniles y adecuar anualmente, de acuerdo a los requerimientos de los Programas Merluza y Observadores a Bordo de Buques Comerciales, la cobertura de las flotas merlucera y langostinera.
El objetivo es obtener estimaciones confiables de las variables biológico-pesqueras que se utilizan para la estimación de la CBA; sobre todo mientras la flota de investigación siga amarrada al muelle de Escollera Norte.
Artes y dispositivos selectivos, reducción de descartes y mayor control sobre las declaraciones de captura son algunos de los ejes que impulsa el Inidep.