No predomina el buen humor en los ámbitos empresarios. Más bien se repiten los gestos de incomodidad y fastidio previos a la devaluación y la quita de retenciones, las dos medidas que se suponía traerían cierto alivio a la economía del sector.
En los últimos meses la inflación empujó el costo operativo. Todos los insumos básicos, más la electricidad, los servicios de Senasa, los derechos de extracción y las tasas por servicios portuarios, fueron afectados por el creciente ritmo inflacionario.
“Habría que sumar la problemática con las ART, que llegan a cobrar hasta el 25 por ciento de la masa salarial”, apuntó el presidente de Caipa, Fernando Rivera, en el inicio de la conversación que mantuvo con Pescare.com.ar, junto a su par de Cepa, Oscar Fortunato.
En cuanto a los derechos de extracción, indexados en alguna de las especies hasta en un 1.100 por ciento, Rivera considera que no deberían aplicarse hasta que el Consejo Federal Pesquero siente una postura sobre la revisión en marcha, impulsada por los propios armadores.
“En algunos casos es el Estado el que está encareciendo los costos a través de una presión impositiva creciente. Además, históricamente nos está transfiriendo carga administrativa cuando dispone de un montón de organismos para hacer ese trabajo. El Estado debe ser eficiente por su capacidad, no por cantidad”, agregó Fortunato.
A todas estas dificultades, el puerto de Mar del Plata suma una más: carece de los reembolsos a las exportaciones que benefician a las terminales ubicadas al sur de Río Colorado con devoluciones sobre las operaciones que van del 8 al 13 por ciento.
“Más allá de este tema puntual, tiene que quedar claro que la pérdida de competitividad la sufre toda la industria. Entendemos que no es un problema sólo de este Gobierno; pero debe resolverse”, concluyó Fortunato, quien considera necesario definir una política de producción para ofrécele un norte a la actividad.
“Necesitamos ir hacia una política de producción estable. El sector privado no aguanta más seguir solventando déficits infinitos, como ya nos sucedió en el pasado. Hay que racionalizar el Estado, hacerlo grande y efectivo por su capacidad”, dijo.
Como ejemplo, los empresarios recuerdan que cuando se les agotó el capital de trabajo por efecto de la inflación y el retraso cambiario, la devolución tardía de impuestos –hoy eliminada por iniciativa de la nueva administración– agravó el problema de caja: “¿Quién paga esas pérdidas? Para no volver a esas situaciones es que reclamamos una política de producción clara y continua”, resaltó Fortunato.
Importancia de la industria
Por su parte, Rivera recordó la importancia que tiene la pesca en el mapa del comercio exterior argentino: “En 2015, las exportaciones pesqueras fueron por más de 1.400 millones de dólares, es decir, superiores a las de cualquier otro tipo de carnes, trigo, o frutas”, describió.
De acuerdo a un informe elaborado desde Cepa, el año pasado la pesca se ubicó como el sexto “complejo exportador” de la Argentina. Fue superada por muy pocos otros sectores como el automotriz o el maicero.