Con las herramientas que aportan las nuevas tecnologías, fundamentalmente el Global Fishing Watch de Google y el SkyTruth, la organización proteccionista Oceana puso en cifras la conocida problemática de los transbordos de dudoso origen.
En el reporte, presentado recientemente en la Cumbre Mundial del Océano, en Bali, Indonesia, se empleó un nuevo set de datos que exhibe a nuestra milla 201 como uno de los puntos calientes de ese tipo de operaciones, sospechadas de encubrir pesca ilegal de especies transzonales como el calamar o la merluza.
Según el trabajo al que accedió Pescare.com.ar, el área adyacente a la Zona Económica Exclusiva Argentina (ZEE) concentra el 20 por ciento de los transbordos mundiales realizados en altamar. Entre 2012 y 2016 se realizaron esta área del Atlántico Sur unos 425. En promedio, todo ocurre a menos de 30 millas del mar territorial
Puesto en escala global, la ZEE Argentina se ubica en el segundo puesto en importancia para la problemática que se registra en altamar, donde se cree se realizaron un total de 5.065 transbordos durante el período considerado. En total, unos 965 buques pesqueros y 282 cargueros estuvieron involucrados.
En la primer posición se ubica el mar Okhotsk, Rusia, y más atrás las costas del Perú, la zona de altamar del Mar de Barents, en un sector del Océano Ártico, y las aguas de Guinea-Bissau.
Por otro lado, los transbordos sospechosos naturalmente también involucran a los puertos y en ese segmento el informe señala al de Montevideo, históricamente asociado a la logística que emplea la flota extrajera que opera en aguas cercanas a la ZEE.
Blanqueo de pesca ilegal
Aunque la práctica del transbordo puede ser legal en muchos casos, también puede facilitar el blanqueo de pesca ilegal, especialmente en altamar y las aguas que rodean los estados con insuficientes recursos para vigilar sus dominios marítimos.
“La práctica en el mar puede minar el manejo de las pesquerías, amenazar la seguridad alimentaria y favorecer actividades ilegales en nuestros océanos”, afirmó Jacqueline Savitz, vicepresidente de Oceana para Estados Unidos y Global Fishing Watch.
De acuerdo a la mirada del especialista, cuando las embarcaciones pesqueras se mantienen en el mar por muchos meses pueden esconder los volúmenes de pesca que están capturando y vendiendo, esto dificulta el fortalecimiento de las leyes de sustentabilidad pesquera.
Al evadir los controles en el puerto, los capitanes encubren actividades sospechosas como la pesca ilegal, el abuso de derechos humanos y el fraude en la comercialización de pescados.
“La única manera de asegurar el fin de estas actividades ilícitas en nuestros océanos es prohibir los transbordos en el mar, exigir el seguimiento para todas las embarcaciones pesqueras y establecer el reporte de las capturas como un requerimiento a nivel mundial”, reclamó Savitz.
Nuestra milla 201, entre los puntos calientes de transbordos sospechosos
Por Pescare3 Minutos
Un informe de Oceana expone que el área adyacente argentina cobija a escala global el 20 por ciento de las operaciones realizadas en altamar.
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