La reactivaci贸n parcial de la industria pesquera no logra detener una crisis laboral estructural que golpea con fuerza a Mar del Plata. Ajustes en precios en el mercado internacional del filet de merluza, conflictividad y ausentismo son agravantes de una situacion que no resiste en modelos que llevaron a ser deficitarios. Una realidad que no esconde su problema de fondo… el resultado: achicar la exposici贸n de un negocio a p茅rdida para la empresa cortando por el hilo m谩s d茅bil.
En la ciudad merlucera por excelencia, donde la actividad industrial y manufacturera sostuvo buena parte de la econom铆a local, se multiplica una situaci贸n alarmante: los trabajadores registrados pierden sus empleos y, en muchos casos, se ven presionados a aceptar condiciones informales que vulneran derechos adquiridos y marginan del 谩mbito laboral formal.
El caso m谩s reciente es el de la empresa Ostramar, parte del Grupo Caputo, que despidi贸 a cincuenta fileteros registrados. 禄 Estos obreros -seg煤n datos relevados en la propia manifestaci贸n de sus trabajadores- llevaban m谩s de tres meses sin tareas ni el cobro del garantizado y, finalmente, la empresa los consider贸 desvinculados. La propuesta empresarial no solo recorta la indemnizaci贸n al 50%, pagadera en hasta dieciocho cuotas, sino que se completa con un ofrecimiento a煤n m谩s grave: reincorporarlos bajo un esquema de trabajo 鈥減recarizado鈥, es decir, no registrado芦, declar贸 un filetero con m谩s de 15 a帽os en la empresa, llevando la voz de todo el grupo despedido.
La situaci贸n gener贸 una inmediata reacci贸n gremial. Trabajadores fileteros y peones realizaron una protesta en la vivienda particular de la propietaria del grupo, ubicada en el barrio Gral. Roca. No es la primera vez que su nombre aparece en el centro de la pol茅mica: recientemente fue sobrese铆da en la causa judicial por el hundimiento del BP Repunte.
El conflicto de Ostramar se inscribe en un escenario de sangr铆a laboral en el puerto marplatense. Se parece demasiado a lo vivido en Apolo Fish y se suma a los casos recientes de Gaveteco, Fishing Ground MDQ o Sur Trade. La l贸gica se repite: despidos masivos, promesas incumplidas, indemnizaciones recortadas y reactivaci贸n posterior con personal por fuera del 谩mbito formal. Lo que antes era pr谩ctica habitual con trabajadores tercerizados en cooperativas ap贸crifas, ahora golpea de lleno a obreros registrados, aquellos que cre铆an tener cierta seguridad frente a la inestabilidad del sector merlucero procesador.

Desde Ostramar, incluso 禄 habr铆an anticipado que alquilar谩 las instalaciones a un nuevo empleador, quien ya advirti贸 que todo el personal ingresar谩 bajo condiciones informales 芦, sentenci贸 un delegado gremial.
La protesta de este lunes recuerda un episodio previo: en 2023, 禄 en este mismo frigor铆fico, diecisiete fileteros y peones precarizados por la cooperativa Owencoop acamparon durante m谩s de setenta d铆as para reclamar regularizaci贸n e indemnizaciones. Aquella protesta termin贸 en un violento desalojo perpetrado por una patota vinculada a sectores patronales 芦, termin贸 informando a varios medios entre los que se encontraba Pescare, el lunes pasado.
El Sindicato Obrero de la Industria del Pescado (SOIP) denunci贸 que los despidos y la precarizaci贸n en Ostramar configuran un paso m谩s en una reforma laboral de hecho, impuesta desde las propias plantas, que erosiona los derechos hist贸ricos del sector. En las calles del puerto se percibe una tensi贸n creciente: la combinaci贸n de incertidumbre econ贸mica, desregulaci贸n en los v铆nculos laborales y ausencia de soluciones efectivas del Estado genera un c贸ctel social explosivo.
Los trabajadores rechazaron la oferta empresarial por considerarla inaceptable. Tras varias audiencias convocadas por el Ministerio de Trabajo sin acuerdo, resolvieron trasladar el reclamo a la puerta de la casa de la titular del frigor铆fico, llevando al plano personal un conflicto que se ha transformado en emblema de la crisis laboral que atraviesa a Mar del Plata y el sector merlucero.
Lo que se evidencia es un patr贸n cada vez m谩s claro: plantas que desmantelan v铆nculos laborales formales para reabrir en la informalidad, despojando a los trabajadores de derechos b谩sicos como la indemnizaci贸n justa, la cobertura de seguridad social y el salario garantizado. En este esquema, la reactivaci贸n de la industria pesquera aparece m谩s como un espejismo que como una soluci贸n real para las familias que dependen de ella.
La crisis de Ostramar se convierte as铆 en un s铆mbolo de una tendencia peligrosa: el vaciamiento de derechos en el sector pesquero, el debilitamiento del empleo registrado y la consolidaci贸n de pr谩cticas empresariales que fuerzan una precarizaci贸n masiva todo producto de la perdida de competitividad de las empresas a nivel internacional por razones infinitas que tienen que ver con el marco laboral, tributario y la macroeconom铆a argentina. La pregunta que atraviesa hoy al puerto de Mar del Plata es tan urgente como inquietante: 驴qu茅 futuro le espera a la industria si la 鈥渞eactivaci贸n鈥 se sostiene sobre trabajo precarizado y despidos sistem谩ticos?









