El panorama en el puerto marplatense del jueves mostró diversas aristas. Por un lado las lanchas amarillas que por distintas razones no saldrán hasta el día lunes, pero que tienen todo alistado para poder traer las especies que tanto necesita el sector conservero y que además le es muy provechoso a los trabajadores por el buen rédito económico que les deja.
Las conserveras se quejan que no hay anchoíta y menos caballa, pero por lo general en la libre juego de la oferta y demanda, si bien no hay ambas especies, el precio lo mantienen, cuando en todo régimen normal, la ausencia de producto hace elevar fuerte los precios para “seducir” a mas participantes del sector.
Conserveros se quejan, pero tampoco ofrecen más.
Algunos armadores, de los grandes, quiso suplir la demanda con la posibilidad de enviar algunos congeladores, pero no fue aceptada la propuesta desde las autoridades de pesca.
Otra de las caras que mostró el puerto fue la espesa niebla, que siempre es una complicación a la hora de realizar maniobras, sobre todo en el espejo interior del puerto, que por estas horas se vio bastante movilizado para “hacerle lugar” a la draga Idun R, que se encuentra amarrada en la sección 7ª Norte, lugar que es ocupado habitualmente por distintas embarcaciones de pesca y que debieron modificar su lugar de amarre para que ese espacio quede operativo para la embarcación danesa. No hay mas espacio en el puerto y se habla que este año podrían entrar mas poteros (no se sabe dónde).
Obviamente el comentario más resonante en la mañana fue la traumática situación que se vivió a bordo del Don Turi, donde, como ya venimos informando a través de PESCARE, un marinero, identificado como Mario Guenchucoy de 45 años, habría tomado la determinación de arrojarse al mar, ante la presencia de sus compañeros de trabajo, aunque esto es materia de investigación por parte de la autoridad marítima y del Juzgado Federal Nro. 1 de Necochea, a cargo del Dr. Bernardo Daniel Bibel. Pasado el mediodía del jueves, los diversos guardacostas, un avión PA-22 y un helicóptero de la PNA, más embarcaciones de pesca, continuaban con la búsqueda del tripulante del barco, aunque se les indicó a los pesqueros que regresaran a su puerto de asiento, es decir Mar del Plata por el contenido de carga perecedera en sus bodegas.
Prefectura Naval Argentina dispuso en la zona otro Guardacostas, -más grande- es el GC-24 Mantilla que por estas horas ya rastrea en la zona más probable de búsqueda, permitiendo relevar a las 2 unidades menores GC-68 Rio Paraguay y GC-72 Buenos Aires
En lo que se refiere a la pesca en sí, se pudo visualizar que varias embarcaciones habían llegado con buena carga de anchoítas, de muy buen tamaño y en muy buen estado, algo que no venía ocurriendo con lo que había ingresado en los últimos días, donde algunos compradores nos decían que la mercadería que habían traído, en gran parte, debía ser reclasificada en las plantas procesadoras debido a su tamaño. Afortunadamente el panorama va cambiando en favor de todos los involucrados, buena pesca, buena calidad y buenos precios, el combo ideal para que el trabajo sea fructífero.
Más allá de lo que pueda ocurrir en el puerto marplatense, el deseo de la gente de bien que está involucrada en el sector pesquero, es que todos puedan pescar y pescar bien, que sea todo positivo para los numerosos sectores que están involucradas en este círculo virtuoso que es la industria pesquera cuando se hacen las cosas bien.
La caja de resonancia del puerto, el café, lugar donde participantes del sector se reúnen a diario, llevó a un común denominador, lo que esta pasando en materia de Inspectores. Se han incorporado inspectores, y ya comenzaron algunos inconvenientes, pero no por el control sino porque antes de inspeccionar se debe ser marino. El trabajo no es para todos, habitar un barco pesquero no es tarea fácil, movimientos permanentes e inesperados, espacios reducidos, contacto directo con las tripulaciones, roce, además, se le suma la posibilidad de trabajo a mujeres que deben compartir todo esto a bordo; y algunos otros temas habituales de la sociedad moderna.
Difícil situación se vivió dias atrás a bordo de un congelador que debió volver a puerto, donde la inspectora en cuestión, una vez en tierra, se “amotinó“ en las mismas oficinas de la agencia marítima, amenazando no entregar la documentación con lo que el barco no quedaba liberado para iniciar una próxima marea. “Algo pocas veces visto en tantos años en el muelle” decía su capitán de armamento.
Por otro lado, muchos no dejan de mirar a lo que ocurre en el sur, más precisamente en la provincia de Chubut, donde días atrás comenzó una nueva prospección en aguas provinciales, pero que fue interrumpida por el mal tiempo a los dos días de comenzada, teniendo que regresar a puerto con la lógica interrupción de las tareas. La información recibida, es que las concentraciones de langostino están mas al sur que otros años, por eso “estiraron” la zona de prospección hasta el 44 56 casi a la altura de Isla Leones.
La Resolución 411 de la Provincia de Chubut, determina que sean 4 días efectivos de pesca en esta prospección, de los cuales solo se cumplieron la mitad. Una vez que regresen de los dos días restantes, seguramente se analizaran en forma rápida los datos recogidos de acuerdo a la prospección y que se pueda comenzar con tareas de pesca propiamente dichas, que, según los entendidos, deberían estar en las condiciones ideales para hacerlo.
Consultados algunos armadores marplatenses, y representante de cámaras, en su conjunto y en forma unánime sostienen y están esperanzados con una buena zafra para Chubut, donde el propio desarrollo de años de ser el receptor de materia prima para su posterior procesado en tierra, ha generado un desarrollo fenomenal que hay que sostenerlo con el preciado marisco.
Si bien el trabajo que se realiza en el sur, no afecta en forma directa a Mar del Plata (pero sí de forma indirecta), siempre se analiza todo el sector pesquero, porque como sostienen muchos y desde aquí avalamos: la pesca es una sola y a raíz de eso, hubo esta semana un acercamiento entre participantes de la pesca de Chubut y de Mar del Plata con el fin de buscar mas puntos coincidentes que de disputa.
Además y por último, hubo una reunión el día martes en el mismo seno de la Subsecretaria de Pesca, en Paseo Colon 922, donde las cámaras nucleadas en intercamaras llevaron a una reunión para exponer su problemática en conjunto. Ahí se vio tanto a representantes de la flota costera marplatense como la de buques congeladores de argentina y representantes de la industria, que a pesar de tener ideas, sentidos y objetivos muchas veces contrapuestos, encontraron puntos en común.
Por Gustavo Seira