La zafra de anchoíta muestra una mejor cara. El reflejo está en este puerto de Mar del Plata, donde por momentos la entrada conjunta de barcos abocados a la especie satura los muelles y el canal de comercialización. Ya había arrancado una muy buena zafra de caballa, dejando mas que satisfecha la demanda que veía con preocupación esta temporada en caso de repetirse lo del año pasado, mucha abundancia sin que la pesque la flota.
Este año se dieron muy buenas capturas. Las plantas trabajaron hasta saturar sus cámaras e incluso hasta desaparecer envases (cajones) producto de la cantidad fuera de circulación como consecuencia del cuello de botella que se había armado por momentos donde la flota seguía bajando cajones en los muelles. Hablando con «Joselito» encargado de planta de Pennisi, nos decía » es un año que trabajamos muy bien con el magru, toda la oferta que había en el muelle, de a poco fuimos absorbiendo y la barrimos. Eso dio mucho trabajo a nuestra planta y la de colegas. Hubo mucho trabajo con la caballa y la anchoíta, con sus idas y vueltas, a veces nos sobre pasa. Podríamos decir que estamos hablando de una muy buena temporada en ambas pelágicas. Esto es bueno porque mueve la rueda. Cuando el puerto anda bien, Mar del Plata empuja, aunque en otras especies por ahí este año estuvo mas tranquilo por el tema de los precios internacionales y la baja demanda; pero en pelágicas, al momento, es al revés. Hay demanda y mucho trabajo en conserveras y saladeros, -de los pocos que quedaron- «. Así, dejamos atrás a Joselito, mientras nos saludaba en dialecto siciliano.
Según la estadística provisoria de la Subsecretaría de Pesca de la Nación, hasta agosto pasado los desembarques habían superado ampliamente lo alcanzado en la misma epoca del año pasado.
El volumen fue aportado casi en partes iguales por los buques costeros y los barcos fresqueros de altura, que en las últimas semanas le imprimieron un ritmo agitado al trabajo visto, en el muelle 10 sobre todo.
De acuerdo lo que pudo saber PESCARE , la flota está pescando engraulis a unas doce horas del puerto local, circunstancia que habilita viajes relativamente cortos y, por lo tanto, menor consumo de combustible, un dato esencial en este esquema crítico.
En promedio y teniendo en cuenta las condiciones climáticas, pueden llegar a completar dos mareas por semana.
Mientras tanto, la calidad del recurso ha ido mejorando. De las 43 piezas por kilo vistas en julio se pasó a 32/35 piezas con el progresivo paso del recurso. Lo más chico va a la conserva; mientras que lo de mayor tamaño se destina al salado.
La abundancia también fue limando el precio pagado en banquina, aunque de punta a punta los precios tanto sea caballa como anchoíta, estuvieron estables. Los operadores advierten que la demanda se sostiene; pero que exhibe curvas sobre la base de la materia prima disponible.
Desde lo biológico la especie exhibe solidez como ya lo había adelantado el jefe científico Claudio Buratti en reunión con armadores en la sede del INIDEP, hace algunos meses atrás.