Perú y Chile avanzan de manera conjunta en la investigación y el manejo de la anchoveta (Engraulis ringens), recurso clave para ambas naciones y de gran importancia en el ámbito pesquero internacional con derivados en subproductos de altísima demanda en la industria del cultivo. El trabajo combina la generación de evidencia científica compartida y la aplicación de medidas regulatorias en línea con principios precautorios y ecosistémicos.
Estimación conjunta de biomasa
En Valparaíso se desarrolló una reunión técnica entre especialistas del Instituto del Mar del Perú (IMARPE) y del Instituto de Fomento Pesquero de Chile (IFOP), en el marco del Proyecto PNUD-GEF Humboldt II. El objetivo central fue avanzar en la estimación conjunta de la biomasa del stock compartido de anchoveta en el sur de Perú y norte de Chile.

Se empleó el método hidroacústico, que permite detectar y cuantificar cardúmenes mediante ecosondas instaladas en embarcaciones especializadas, sin recurrir a capturas directas. Para esta etapa se analizaron datos de los años 2020 a 2023, integrando la información recogida por ambos países como un muestreo continuo en espacio y tiempo.
Jorge Castillo, investigador del IFOP, destacó que el trabajo incluyó la revisión de aspectos biológicos, de diseño de muestreo y enfoques metodológicos con el fin de obtener resultados consistentes que sirvan al modelamiento del stock compartido.
Veda reproductiva en Chile
En paralelo, la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca) mantiene desde el 25 de agosto hasta el 8 de octubre de 2025 una veda reproductiva fija para la anchoveta en la macrozona norte de Chile, que comprende las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta.
La medida, basada en el monitoreo semanal de indicadores biológicos a cargo de IFOP, prohíbe la captura, transporte, comercialización y procesamiento de anchoveta en la zona. Víctor Espejo, analista de Subpesca, explicó que “al no alcanzarse los umbrales biológicos requeridos, corresponde aplicar la veda fija de 45 días para proteger el proceso reproductivo de la especie”.
La normativa contempla además una extensión de 10 días si, al término de la veda, el Índice de Actividad del Desove (IAD) no alcanza o supera el 35 %.
La cooperación científica binacional y las medidas de regulación nacional refuerzan un mismo objetivo; asegurar la sostenibilidad de la pesquería de anchoveta y preservar la integridad del ecosistema de la Corriente de Humboldt. La aplicación de metodologías comunes y decisiones precautorias ofrece una base sólida para la gestión responsable de un recurso estratégico compartido por ambos países.