Pescadores artesanales bloquean acceso a uno de los puertos chubutenses. “Decidimos cerrar el puerto, llegamos al límite”, argumentaron en Caleta Córdova quienes piden por permisos de pesca.
El reclamo se produjo este jueves, donde un grupo de pescadores artesanales llevan adelante una protesta en Comodoro Rivadavia provincia del Chubut, quienes de acuerdo a lo manifestado, hace más de diez años están solicitando las autorizaciones, lo cual han realizado con los diferentes secretarios de peca provinciales.
“Llegamos a un momento límite en el que nos informan de que van a venir otros barcos a operar en nuestra zona, acá donde trabajamos. Así que decidimos venir a hacer una retención, un paro, o sea cerrar el puerto de Caleta Córdova. Tenemos la Feria Fruto del Mar igual, somos los pescadores que venimos hace más de diez años pidiendo que la provincia nos reconozca”, manifestó Lucas Salas, a ADN Sur, al mismo tiempo que se supo que continuarán con la medida de fuerza hasta que tengan una respuesta del secretario provincial de pesca.
Justamente el propio Gabriel Aguilar, quien hasta el 10 de diciembre continuará en su cargo hasta que lo reemplace el Dr. Andrés Arbeletche, comentó al mismo medio “que la realidad es que los permisos que estamos renovando a la Flota Amarilla, son los permisos que tienen los permisionarios históricos de Chubut y que pescan en la zona conocida como la Isla”.
Al respecto del conflictivo tema, Aguilar manifestó que “desconozco cuáles son los fundamentos que tienen estos chicos para decir que los permisos que les corresponden a ellos se los están dando a la Flota Amarilla, porque no es así. Tuvimos varias reuniones con los chicos de Caleta Córdova, les dijimos que tienen que cumplir ciertos requisitos como todos los permisionarios de la provincia, y uno de ellos que se les pide históricamente es realizar un censo para poder saber quiénes abarcan las actividades que ellos quieren desarrollar en esa zona exclusivamente.”
Aguilar fue a la vez más contundente al concluir sus dichos: “nunca accedieron a brindar ningún tipo de información. Ellos dicen que son pescadores históricos, pero la Secretaría de pesca no tiene antecedentes. Hay una norma que habla sobre el tema, que también obliga a funcionarios a cumplir con ciertos requisitos y así armar un legajo y conseguir el permiso”.
A principios del mes de julio último, Aguilar había confirmado que luego de un debate de la comisión –que duró varios meses- llegaron a un acuerdo para determinar cuáles serían los tres permisos elegidos, de los dieciséis que se habían presentado.
Días atrás en PESCARE habíamos reflejado algunos de los dichos del electo gobernador chubutense Ignacio Torres, quien manifestó que “hubo empresarios que transaron con la política por esos permisos. Yo lo advertí en campaña y voy a ser consecuente con lo que dije porque estoy convencido que puedo anular esos permisos. Y si tengo que ir a la justicia y judicializar el tema, lo voy a hacer, pero esos permisos son nulos.”
El reclamo parece tener un tinte histórico, pues ya a principios de año, los pescadores artesanales habían presentado un proyecto, hoy, evidentemente, sin éxito.
También hay que mencionar que históricamente, varios permisos a lo largo de la gestión pesquera de los últimos 6 años en Chubut, han logrado pasar de una lancha artesanal casi sin historial de capturas e insignificante para la biomasa, a un VA.CO.PA., y del mismo, saltar a un buque costero tangonero con capturas mayores a las 1000 toneladas anuales los últimos 3 años, ante la mirada cómplice de representantes de otras provincias que asintieron dichas reformulaciones bajo la excusa del «federalismo pesquero»; sin contemplar impacto sobre la pesquería de origen transzonal y cuyo recurso es de la Nación; «de todos los argentinos «, como se jactan en algunos discursos. Determinando, en definitiva, la discrecionalidad a la hora del reparto, en una pregunta que los propios y actuales artesanales se hacen » ¿por qué a unos les dieron permisos y a nosotros no? «; habría que indagar la procedencia y destino de varios permisos de pesca; por ahí, sería la clave del asunto.
Cuando todo parecía entrar en una “calma chicha”, al menos hasta la asunción de las nuevas autoridades gubernamentales y como consecuencia las del área de pesca, que más allá de tener un nombre confirmado, se le abre un nuevo frente de tormenta a una provincia que goza de varios privilegios en materia pesquera que en otras provincias del litoral marítimo, no existen. Mérito propio por un lado (una provincia) y falta de méritos y representación justamente (de otras provincias). A veces, no hacer nada, tambien es parte de la política. (Si lo sabremos en la provincia de Buenos Aires..!)