Continuando con nuestro homenaje a los Héroes de Malvinas, aquí les ofrecemos la segunda parte de nuestra charla con Prefecto Mayor (RS) “VGM” Osvaldo Aguirre y el Ayudante Mayor (RS) VGM José Raúl Ibáñez.
¿De dónde son oriundos?
PM OA: Yo soy oriundo de Lavalle, Provincia de Corrientes y Aguirre es de Libertador, Departamento de Esquina, también Provincia de Corrientes. Nuestra provincia aportó mucha gente, más que nada el Ejército, muchos soldados fallecidos… Tenemos un gran recuerdo de haber estado con chicos jóvenes.
Nos decía Aguirre que en el momento de la guerra tenía 26 años e Ibáñez 23… Nos contaban hace un momento la vuelta a casa, que sucedió en todos esos días sabiendo que se terminaba todo eso que habían vivido.
PM OA: Estábamos a bordo de una embarcación que justamente se llamaba “Islas Malvinas”, gemela a los guardacostas que están en Mar del Plata, que son los guardacostas pequeños alemanes. Esos barcos eran dos unidades de las 20 que había comprado Prefectura allá por la década del ’80, que fueron distribuidos estratégicamente. Quedan dos, que con gran visión, nuestros mayores, dijeron: el guardacostas “Río Iguazú” va a ir a Río Iguazú, Posadas, para la zona conflictiva que tenemos con Paraguay y Brasil, respecto al contrabando.
Al otro le pusieron “Islas Malvinas” porque no podía sacar ninguno de los barcos que estratégicamente estaban distribuidos a lo largo del litoral marítimo y fluvial. Dos guardacostas en Ushuaia, uno en Puerto Deseado, otro en San Antonio Oeste, dos en Mar del Plata, dos en La Plata… así se hizo esa distribución.
Esos dos barcos que quedaban eran los que utilizaron para esta contienda y nosotros tuvimos la suerte de estar en ese buque.
Nos contaban que hoy la tarea de ustedes está abocado a charlar con las nuevas generaciones, transmitiéndoles sus vivencias en la guerra, dejando un mensaje.
AM JRI: un mensaje justamente, para los chicos y para todos. Tuvimos la posibilidad de estar con nuestros camaradas aquí en Mar del Plata también, conversando sobre el tema y dando charlas en “Conexión Malvinas” entre otros lugares.
A veces uno parece tímido, pero esta es hoy nuestra vida, pero lo podemos contar, siempre tenemos que tener latente a nuestros camaradas que están velando por las turbas nuestras en Malvinas y sobre todo ser un poco ejemplo de nuestra querida juventud.
PM OA: hoy estamos en otra etapa. Yo soy el Jefe del Área del Departamento de Prefectura de Veteranos de Guerra y que hoy a esta altura de la vida, donde ya muchos nos dejaron post conflicto, algunos por causas naturales, tenemos un solo hombre que se suicidó, desconozco las causales, tampoco me interesa indagar porque fue muy duro para nosotros. Él era de Puerto Deseado. Estamos para asistir familias, más que nada a las señoras que ya son grandes y también nuestra propia familia.
Este tipo de acciones por ahí las hacemos en pedido de algunas dependencias que quieren saber de primera y que es lo que pasó en Malvinas y cuál fue la actuación de la Prefectura.
Prefectura es una Fuerza de Seguridad. Una Fuerza que no estuvo preparada para la guerra pero que tuvo una participación muy particular porque la única unidad artillada que después, al final de todo, de todo este problema, de toda la guerra, fueron dos guardacostas.
Otras unidades de superficie no hubieron, excepto las requisadas por personal de la Armada a buques de Malvinas ingleses o británicos.
Pudimos ver en “Conexión Malvinas” un recorrido con imágenes, maquetas, mucho material, de todas las Fuerzas, incluso réplicas de las embarcaciones que participaron en la guerra, ¿el observar todo eso que pensamiento les trae?
PM OA: nosotros estamos en forma permanente movidos. Movidos en sentido tanto interno como externo. Siempre decimos que este tipo de actividades como por ejemplo hoy nuestros propios camaradas, con los que participábamos de un desayuno, vimos mucha gente joven, de menos de 40 años, que ni siquiera habían nacido cuando ocurrió aquel conflicto y para nosotros son como caricias para el alma que ellos testimonien y digan “es un honor para nosotros estar frente a ustedes”, pero para nosotros también lo es.
Ellos nos cuentan, nosotros podemos decir la verdad, que estamos tratando a lo largo de este tiempo, la historia quede, porque como decía recién José Raúl, el tema tiene que ver con los jóvenes. Hay jóvenes, chicos, de 7 años de edad, que aman la causa Malvinas.
Siempre comento, porque cada vez que termino de contar me emociono, que el hijo de un camarada, que tiene 7 años, un día lo encuentro en el club y me dice “mi hijo te quiere conocer”. Fui al auto y tenía un gorro con el escudo de Prefectura y se lo regalé, 7 años el chico.
En el último desfile que se hizo en el 2019, nos tocó desfilar durante un largo trayecto por la Avenida del Libertador (en Buenos Aires), y al final –me parecía raro porque yo la había visto a la mamá- y estaba el chico con la gorra que yo le había regalado.
El diálogo se interrumpe, Aguirre está inmutable pero con sus ojos vidriosos, Ibáñez lo mismo transmitiendo el respeto que se merece su camarada, el periodista trata de disociar la situación, pero no es fácil, vienen las imágenes de los techos pintados de las escuelas con un cruz roja y con la tal vez falsa creencia que en esos lugares nos podríamos proteger si bombardeaban Mar del Plata. Los tres buscamos recomponernos para seguir charlando…
PM OA: se me caían las lágrimas porque evidentemente todo lo que estamos sembrando no fue en vano y todo lo que hicieron y se hizo en la guerra, no solamente de parte de Prefectura, sino el resto de las Fuerzas, sobre todo la juventud.
Los jóvenes fueron leones. No fueron “chicos de la guerra”. Esos “chicos” venían muchas veces a bañarse a nuestro barco, le dábamos mate cocido, pasaban mucho tiempo sin poder bañarse, aquellos que estaban en la montaña, en la turba malvinense. Nosotros estábamos calentitos bien, pero estábamos totalmente inseguros, estábamos en un lugar que donde caía una “pepa” (una bomba), y no nos podíamos quedar ahí. Teníamos que navegar permanentemente a escondidas, en sigilosa, no prender el radar, porque el radar, al prenderlo, teníamos que salir, porque inmediatamente caía alguna bomba de los ingleses, que evidentemente que con otros elementos tecnológicos totalmente diferente a los nuestros, manejaban la situación.
¿Se sienten reconocidos, no solo por sus camaradas pregunto, sino por la sociedad, después de 40 años?
AM JRI: Si, somos bienvenidos en todos lados. Eso es lo que te fortalece. Estamos para servir. Nosotros en este momento estamos retirados, un retiro en servicio, pero continuamos con esta causa para llevar todo esto adelante.
El calor que te brinda la sociedad, tus camaradas, la familia, amigos, todo eso es bueno. Uno está lleno, está fortalecido para todo. Hay que continuar, la vida continúa, no fue el final aquello.
PM OA: fue el inicio de una gran campaña que todos y ustedes a través de los medios, en esa cuarta batalla que es la de informar, que el mundo se entere, que el mundo sepa que nosotros somos dueños de Malvinas y es la única manera, teniendo esas alianzas, de lograr torcerle el brazo a los ingleses, que nos devuelvan algo que es nuestro.
La charla, porque no fue una entrevista, podría seguir por horas y sin temor a exagerar por días. Sus vivencias, como las de tantos compatriotas que estuvieron en Malvinas, sería grato se repliquen día a día, no solo el 2 de abril de cada año.
Todas las Fuerzas han hecho su aporte a la causa a través de su personal, PESCARE, como medio de comunicación ligado a las actividades portuarias, buscó a dos símbolos de la Prefectura Naval Argentina por su destacadísima actuación en el conflicto bélico de Malvinas, o dicho sin eufemismos, en la guerra.
Decíamos que la charla hubiese podido continuar, aunque sería una falacia, el entrecruce permanente de miradas, los recuerdos, ya no le permiten a los uniformados ir más allá, o tal vez no buscamos que así sea para evitar el morbo y el golpe bajo.
Pero la charla tiene que terminar, sabiendo que los protagonistas son ellos, pero las lágrimas brotan, la garganta se anuda y no se puede continuar dialogando. Solamente, estrechando su mano de derecha nos vamos con una pronunciación que es nuestro sentimiento, en su nombre, solo podemos decir: “Muchas gracias”.