Atrás quedaron las horas de los pibes que hace más de tres décadas jugaban en ese sector prácticamente sin ningún peligro latente. Alguien tenía que hacer algo en estas épocas de inseguridad y finalmente se hizo.
El buque, de 23 metros de eslora, permaneció en la calle Isla de Ischia (pequeña arteria paralela a la Av. de los Trabajadores) entre Ayolas e Irala y fue abandonado prácticamente hace 40 años.
A través de la Delegación Puerto de la Municipalidad de General Pueyrredón, procedieron a desguazarlo y retirarlo, ya que más allá de su estado de abandono, entorpecía el sector, además de brindar una pésima imagen no solo para los vecinos sino también para aquellos que a diario transitan vehicularmente por el sector, máxime en estos días de temporada estival, además de ser sitio de personas en situación de calle y otros aconteceres.
La breve pero concisa historia indica que ese barco estaba en las afueras de lo que fue la conservera “Rugomar”, de gran prestigio en el mercado en los años ’70 y ’80, que a raíz de las reiteradas crisis que vivió nuestro país, finalmente decidió cerrar sus puertas, pasando los activos a la empresa “Dosamar”, quienes se dedican (con características similares a su antecesora) al procesado de mariscos y envasado en frascos de vidrio entre otros productos de mar.
Para conocer más detalles sobre la operatoria –compleja por algunos momentos- PESCARE dialogó con el siempre activo Delegado Municipal del Puerto Patricio Ciminelli, quien estuvo presente en el momento que se desarrollaban las tareas junto al intendente municipal Guillermo Montenegro y al Secretario de Gobierno de la comuna Santiago Bonifatti.
Por fin se pudo remover el barco y cumplir con un pedido de los vecinos que venían reclamando desde el año 2017.
Se pudo hacer a través del Decreto Municipal que firmó el Sr. Intendente Guillermo Montenegro, era una necesidad imperiosa. Lo que se llevó a cabo fue la extracción y el desguace de ese barco. Se logró hacerlo en el mismo sitio, lo que hizo que no se generaran más inconvenientes de los que ya traía.
Teníamos el pedido de los vecinos para que se retire por cuestiones de seguridad sobre todo, pero también de salubridad.
Se pudo apreciar que hasta objetos tenía dentro la embarcación.
Así es. Se encontraron objetos robados, que deben haber llegado a través de gente de mal vivir que en algunas ocasiones pernoctaban en el propio barco.
Intervinieron varias dependencias municipales.
Los trabajos fueron coordinados por la Delegación Puerto y participó personal del EMVIAL, utilizando maquinaria 100% municipal, vale decir que no se debió recurrir a ningún privado, maquinarias que fueron operadas por personal municipal.
Como fue un operativo importante por sus características –más allá que se le da importancia a todo- participó personal de Defensa Civil y del COM (Centro de Operaciones y Monitoreo), y personal de la propia Delegación Puerto.
El operativo evidentemente tiene un costo, ¿por quién es o será abonado? Sobre todo pensando en las horas utilizadas en el personal y las maquinarias.
Los costos operativos van a ser cargados a la tasa municipal del propietario. Ahora queda continuar con el proyecto, que además de paliar un tema de inseguridad, nos permitirá abrir la calle Isla de Ischia hasta Ortiz de Zárate y así lograr una recircularización del tránsito en esa zona del puerto, donde además de los vecinos frentistas, tenemos plantas procesadoras de pescado que tienen mucha actividad y algunos comercios también lindantes.