Durante la semana, se celebró una nueva convocatoria de la Mesa Provincial de Pesca, correspondiente al mes de marzo. El último encuentro se remontaba a noviembre pasado, mientras que en esta ocasión, se dio a conocer a la comunidad pesquera del principal puerto provincial a todos sus integrantes.
La inclusión más reciente, el Dr. Carlos D. Liberman, cuya designación como segundo suplente de los consejeros por la provincia dentro del CFP ya se había anticipado, marcó un hito en la asamblea.
Convocados en la Escuela Nacional de Pesca Comandante Luis Piedra Buena, estaban presentes los gremios y cámaras representativas del sector en su totalidad.
En la mesa principal, se destacaba la presencia del Ministro de Desarrollo Agrario y titular en el CFP de la Provincia de Buenos Aires, Lic. Javier Rodríguez, la Lic. Carla E. Seain, el Dr. Carlos Liberman, el titular del CPRMDP Lic. Marcos Gutiérrez, el Director de Pesca Provincial Matías Nicolosi y el Director de Control y Fiscalización Pesquera de la provincia, Bernardo González.
En una presentación meticulosa de Rodríguez, se delinearon ocho puntos como una hoja de ruta para el tratamiento conjunto de los diversos aspectos del sector pesquero, en un esfuerzo por consolidar y abordar en conjunto los desafíos gremiales y empresariales, a pesar de sus diferentes principios e intereses:
- Confirmación y funcionamiento del CFP.
- Estrategias de defensa de los intereses provinciales en el CFP. Marco Normativo general.
- Cuotificación de merluza y renovación del sistema de cuotas actual.
- Funcionamiento futuro de la Mesa de Trabajo.
- Manejo de la Pesquería de Langostino: distribución del cupo social, incorporación de nuevos buques a la pesquería.
- Variado Costero Bonaerense.
- Industria pesquera y agregado de valor.
- Infraestructura portuaria provincial y Puerto de Mar del Plata.
- Otros temas.
Prima facie, organizar la Mesa de Trabajo, una tarea digna de Sísifo símil a una comedia de enredos y repartos.
Aunque los temas parecían ambiciosos y potencialmente constructivos si se trataban de manera ordenada y dentro del marco legal, llama la atención especialmente el segundo punto, referente a las estrategias de defensa de los intereses provinciales.
¿cuáles intereses? ¿los de las empresas que habitan la provincia ultrajadas hoy por la violación serial a la Ley por parte de Chubut, amparado y avalado por los mismos actores que miraron para otro lado? ¿los intereses de los trabajadores precarizados que la provincia sabe en qué cueva procesan y poco es lo que hace? ¿en el pescado que se recibe sin procesar de algunas sureñas provincias y sortean controles provinciales con libre tránsito en las rutas de Buenos Aires?.
De hecho, gracias a información proporcionada por un participante del sector gremial que nos facilitó la hoja de ruta, por cuanto la reunión se llevó a cabo a puerta cerrada y sin tener el acceso de ningún funcionario de la provincia, siendo el unico medio que permanecio 2:45hs que duro la asamblea.
Resulta claro que, en el análisis inicial de algunos puntos, ciertas interferencias merecen ser destacadas.
Por ejemplo, el segundo punto menciona estrategias para defender los intereses provinciales en el CFP. Sin embargo, ¿cuáles son esas estrategias? Durante más de ocho años, las empresas pesqueras, procesadoras y exportadoras de la provincia han carecido de una representación efectiva de sus intereses. Basta con observar la serie de normativas, regulaciones y disposiciones impulsadas por la provincia de Chubut, bajo el amparo del federalismo, para comprender las dificultades que enfrentan quienes ahora se reúnen con la esperanza de lograr resultados distintos con los mismos principios y siendo los mismos actores. Una tarea titánica, como intentar cuadrar el círculo.
La unanimidad con la que todas las acciones del cuestionado CFP han sido aprobadas plantea interrogantes sobre la inoperancia, ineptitud o conveniencia de quienes conforman dicha entidad en esta representación. Sin entrar en detalles sobre la cuestionada asignación y distribución de cuotas de langostino en la provincia, o sobre eliminación de cuotas de merluza de cola a las dos principales empresas de Mar del Plata, incluso cuando el INIDEP ha declarado oficialmente una drástica disminución de la CMP producto de la desaparecida biomasa en Chile, donde se la declaró especie agotada, siendo el lugar donde se reproduce y desova la especie, entre otras irregularidades, resulta evidente que la situación es preocupante. O simplemente en la trazabilidad de la corvina rubia cuyo fuerte es la operación de casi un centenar de lanchas artesanales y trackers en la Bahía de Samborombón bajo jurisdicción provincial constituyendo capturas muy importantes (hasta 150 caj./día promedio), que son trasladadas y procesadas pero como si fuese poco, empapeladas con sobre capturas informadas en partes de pesca de buques de la flota y exportadas al oeste africano.
En este contexto, párrafo aparte, llama la atención uno de los puntos que busca regular la administración provincial en el manejo del langostino, a pesar de que esta especie no se encuentra en aguas de jurisdicción provincial. Parece contradictorio hablar de un cupo social para una especie que no está cuotificada, y resulta aún más preocupante la propuesta de incorporar nuevos buques a la pesquería en un momento en que se critica la sobrepesca y el impacto del excesivo esfuerzo pesquero en el mundo y en Argentina, y especialmente en esta pesquería que se está intentando certificar.
Las intenciones de la nueva representación provincial pueden ser loables, pero es lamentable que estén tan dirigidas hacia un punto que parece diseñado a medida para beneficiar a ciertos participantes del sector. Nada extraño bajo el sol en materia de representación de la provincia en el CFP.