Petersen nació en Mar del Plata y desde hace más de tres décadas vive en Brasil, donde desde muy joven se vinculó a la actividad acuícola, materia que abrazó y que es su leitmotiv.
La charla fue seguida por estudiantes de la carrera de Ingeniería Pesquera de la UTN Facultad Regional Mar del Plata (lugar de la charla), docentes y público en general, la cual fue presentada por la Dra. Alicia Zanfrillo, miembro de la alta casa de estudios.
PESCARE dialogó con Petersen relevando su mirada sobre la actividad en nuestro país.
“Vengo a presentar un proyecto de extensión universitaria que tengo, coincidentemente para divulgar la acuicultura, tomando como hipótesis que la acuicultura es muy poco conocida por la sociedad en general”, nos contó en el comienzo del diálogo.
¿Qué le falta a la Argentina para que tenga un mayor crecimiento, más allá de los buenos trabajos que se están llevando adelante en varias provincias con el cultivo de mejillones, trucha arcoíris, salmón?
A veces es difícil apuntar una causa. Siempre cuando me preguntan eso, digo que no se puede cultivar cualquier cosa. Muchas veces la realidad del ictiofauna y del clima de los países, es muy diversificada. Por ejemplo yo trabajo en acuicultura hace casi 40 años y me acuerdo el Dr. Fenucha aquí en Argentina, que siempre quiso hacer acuicultura de langostino.
Se consiguió hacer bastantes avances en la reproducción, pero por las características biológicas del langostino no se consiguió producir en grandes escalas.
¿Por qué Ecuador puede producir algo con características similares al langostino? ¿Razones climáticas, económicas?
Existen muchas especies de langostino en el mundo y cada una tiene sus características biológicas. Si lo comparamos con el langostino que se cultiva en Ecuador y en todo Latinoamérica, inclusive en Brasil, que es una especie Litopenaeus vannamei, tiene características biológicas, isotécnicas, muy interesantes, que permiten cultivarlo en cautiverio y que llegue a ser un negocio rentable, que es el objetivo de la acuicultura.
Basado sobre todo en la temperatura del agua…
Ahí tiene que ver todo. El Litopenaeus vannamei es un langostino tropical, que crece entre 28 y 30 grados de temperatura, sus tasas de crecimiento son mejores. Entonces es imposible compararlo con un langostino austral. Si este ejemplo se lo transfiere a los peces, por ejemplo al salmón, marca que no es todo lo que se puede cultivar.
¿Desde su consideración, en qué lugar ubicaría a la Argentina a nivel mundial en la actividad acuícola?
Hoy aún es muy poca la actividad desde lo muy poco que conozco y porque soy argentino, un poco de peces redondos como el pacú en el área de Misiones, truchas en el sur… los pejerreyes en Chascomús, pero comparado con los volúmenes de otros países hoy es muy poco lo de Argentina.
Hoy el Estado argentina brinda planes de fomento para el desarrollo de la actividad acuícola, incluso en alguna provincia desde los propios gobiernos lugareños han iniciado proyectos, ¿no tiene que ver más con la decisión del sector privado en invertir en una actividad que en el mundo brinda alimentos y de calidad?
Generalmente en los países con desarrollo de tecnologías, a través de las Universidades y Centros de investigación y las empresas privadas se van sumando en la medida que ven oportunidades. También existen hoy en día Departamentos de investigación en las empresas grandes, que ya es más que nada para el avance de toda la estructura del negocio, pero no para el inicio básico, porque es muy riesgoso.
A veces la acuicultura también tiene un direccionamiento para repoblamientos de ambientes naturales y las historias de las lagunas de la provincia de Buenos Aires, como mencionaba en Chascomús, quizás ellos trabajan también enfocándose ese aspecto, más ecológico, de repoblamiento de ambientes que es otra rama de la acuicultura.
En Mar del Plata tenemos una muy buena actividad sobre el cultivo del pez limón en la propia sede del INIDEP.
El INIDEP es también un centro de investigación importante en Argentina, que a través de convenios con Japón, siempre han tenido bastante impulso en acuicultura. Comenzaron con el lenguado, el Paralichthys olivaceus, que tuvieron gran financiamiento, después con el besugo y actualmente están con el Pez Limón, pero como te comentaba anteriormente, a veces no es fácil cerrar el ciclo de vida de las especies, producir los pequeños animales para ser engordados, producir técnicas de engorde para las condiciones locales, están todavía en una fase de investigación importante hasta que se consigan los indicios para colocar granjas comerciales.
Los desarrollos llevan muchos insumos, varios de ellos tienen que llegar de otros países. ¿Complica la situación actual de las importaciones para los actuales y futuros proyectos?
Depende de dónde venga el financiamiento también. A veces son financiamientos internacionales, puede dificultar, pero no sé, no estoy al tanto de las importaciones, exportaciones argentinas.
¿Se puede hacer una proyección a una determinada cantidad de años para la incorporación de nuevos establecimientos acuícolas?
A veces me dicen que soy pesimista. Uno de los temas de la charla fue justamente la acuicultura de las expectativas y la acuicultura de la realidad. A veces se estudia durante diez años la variabilidad biológica de las especies, se estudia durante diez, quince años y hay algún aspecto de todo ese ciclo, que no se consigue desvendar con eficiencia para tornarlo económicamente sustentable, porque se logra, pero no con la eficiencia necesaria para desarrollarlo a nivel industrial.