Desde hace largo tiempo desde nuestra Editorial se ocupa del tema, sabiendo de la importancia que reviste como un “brazo” más de la actividad pesquera.
No en vano en la Argentina, existe una Dirección Nacional, la que depende de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (un mismo comando para dos actividades que bien podrían ser una sola).
Los desarrollos acuícolas en nuestro país se van multiplicando paulatinamente, distintos empresarios en provincias entendieron lo que otros en el mundo: un sistema productivo que aporta alimento de calidad al igual que lo hace el rico y generoso mar, pero con valores superlativos en el caso de la trucha y el salmón.
De hecho países como Ecuador, sostienen su economía ampliamente con importantes desarrollos acuícolas con un producto que distribuyen al mundo y es uno de sus mayores factores de exportación como lo es el langostino vannamei con una fuerte inserción en el marco del consumo mundial de mariscos, a punto que solamente Ecuador, produce y exporta mas de 1.3 millones de toneladas, algo así como 6.5 veces el total de las capturas del pleoticus muelleri, salvaje y austral que se vio ampliamente relegado por el de cultivo. Las pruebas de disminución de demandas y caídas en precios, estan a la vista.
Los casos de desarrollos productivos son numerosos. Tampoco es en vano como lo han visto y pensado en la India, Vietnam, Filipinas, Indonesia o la misma China, donde también tienen su espacio Bangladesh, Noruega, Egipto, Myanmar, Tailandia y nuestro vecino Chile.
Sin ir más lejos en Mar del Plata mismo, a través del INIDEP y de la UTN local, se desarrollan diferentes estudios que ocupan especial atención en los estudiantes e investigadores, muchos de ellos valorados por otros países por el conocimiento y la dedicación sobre la materia.
Como mencionamos, en la Argentina existe una Dirección Nacional, la cual está a cargo del Lic. Guillermo Abdala Bertiche, quien seguramente en los próximos días dejará su función ante el cambio de Gobierno Nacional.
PESCARE invitó al Director Nacional en este día de la Acuicultura a hacer un balance de su gestión y hacer un recorrido por lo realizado en el tiempo que tuvo a su cargo ese rol, donde se pudo apreciar de la importancia que tiene la actividad, lejos de cuestiones políticas y cerca de posibilidades de trabajo para un sector de la población.
“El sector acuícola argentino tuvo una agenda muy favorable y positiva en estos 4 años de gestión.
Desde la creación de la primera Dirección Nacional, la agenda de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura, planificada por Carlos Liberman, permitió jerarquizar la política de fomento y promoción, basada centralmente en la ley nacional, y permitiendo despertar un nuevo hito en el sector: un capítulo con perspectivas productivas, económicas y comerciales pensada desde el mercado local y los mercados internacionales.
Esto comenzó a lograr el complemento genuino con la actividad pesquera, como fuente de proteínas de calidad, alimentos y negocios para la República Argentina.
Por listar solo algunos de los logros, y por los que podemos celebrar, se encuentran: aumento de la producción en +300%, abriendo mercados en Japón, Brasil, EE.UU. Chile y Canadá.
Esto se consolidó con la promoción de una política tributaria de reintegros (3.25%) a la exportación y generando más proyección de divisas.”
Abdala Bertiche describió además que “esas proyecciones son superiores a las 70.000 Toneladas para los próximos 5 años. Programas de expansión productiva para las Algas, Mejillones y Moluscos.
En 2021 se creó y puso en funciones a la Comisión Asesora Técnica para la Acuicultura, logrando ejecutar 10 proyectos con el Fondo Nacional Acuícola, coordinando una agenda común con FAO (Naciones Unidades) para la expansión de la actividad en todo el territorio nacional, y organizando instrumentos de crecimiento sustentable, control e implementación de buenas prácticas acuícolas.”
Tal como queríamos mostrar en este Editorial sobre lo trazado sobre la actualidad, el funcionario describió: “creamos el Programa Nacional de Desarrollo Acuícola Sustentable, capaz de armonizar todos los ejes para promover la agilidad en los distintos proyectos, y logramos la adhesión plena de 14 provincias.
Firmamos convenios con Provincia de Buenos Aires la UBA, CONICET, los Municipios de Luján, Mercedes, y la Universidad Tecnológica Nacional, planificando herramientas clave para garantizar una visión científica, académica, tecnológica y económica, capaz de coordinar a los distintos actores en red, con la misión de definir un único sector de las múltiples miradas y perspectivas.
Estos estímulos fueron recogidos por las empresas argentinas, que apostaron fuertemente al sector anunciando financiamiento de desarrollos superiores a los 25 millones de dólares. Creemos que esto último es para destacar. Las decisiones empresariales se basan en definiciones complejas que, solo en los casos donde se encuentran respuestas sólidas, se traducen en inversiones. Y para nosotros es una ecuación que permite analizar el estado de salud de los proyectos, la implementación de la política sectorial, y el ciclo virtuoso entre el sector público y privado que deben asociarse en la generación de un nuevo mercado para el país.”
Sobre lo que se puede proyectar a futuro describió que “el escenario a mediano plazo deberá contar una política centrada en la transformación azul, integrada con el complejo pesquero, el incremento de proyectos con financiamiento nacional e internacional, la continuidad de los desarrollos en marcha que comenzaron a expandir la actividad, y una política económica, productiva, social y ambiental basada irrenunciablemente en equilibrio hacia la sostenibilidad.
Como un capítulo aparte de lo hecho, y pensando en el futuro, se debe tener en cuenta un factor clave en lo que respecta al instrumento de promoción y fomento, la Ley Nacional 27.231.
El régimen creado por esta normal opera por el plazo de 10 años a contar desde el 2015, cuando fuera sancionada. Esto significa que, a los esfuerzos promovidos desde el Estado y las empresas, se le debe añadir el desafío de darle continuidad a cada uno de los elementos esenciales para garantizar continuidad de todas y cada una de las acciones encaradas, aun comprendiendo las necesidades de adecuación para acompañar en presente transitado por el sector.”
Con mucho optimismo y pensando seguramente en que es posible que la actividad continúe en franco crecimiento.
“El ciclo muestra indicadores sobradamente favorables. La gestión encarada mostró y muestra que es posible poner la actividad a la vanguardia sin renunciar a sustentabilidad. La acuicultura tiene respuesta a múltiples factores que permiten colocarla en el escenario productivo / alimentario, como fuente de gestión alimentaria, integrada a nuevos negocios a nivel nacional, capaz de dar respuesta a la reducción de la desnutrición, la pobreza y generando la capacidad de federalizar y distribuir alimentos a lo largo y ancho de todo el país, con el mejor coeficiente de conversión existente a la fecha de granos x proteína animal”, concluyó el funcionario ante la requisitoria de PESCARE, para evocar el Día de la Acuicultura.
Mucho tiene que ver la decisión política de incursionar en la acuicultura. En pesca parece que la acuicultura la impuso esta gestión, y a decir verdad así lo fue.
La decisión política de impulsarla sale desde el propio vértice de la Subsecretaria de Pesca, y fue llevada adelante por el Director Nacional de Acuicultura que con férrea labor cambió el chip a muchos empresarios del sector, principalmente y lamentablemente, lo sureños; principalmente, porque conocen las bondades de ríos, arroyos y lagos; y lamentablemente, porque son los únicos que lo aprovechan junto a pares chilenos, cuando en el mundo hay una demanda insatisfecha que, la merluza, calamar y langostino de origen natural, no hacen ver.
No obstante ello, es destacable la importante labor que realizó el Director Nacional de Acuicultura por imponer y romper una inercia, incentivando a un sector que tiene los recursos para emprender, pero le falta la luz que necesita un sueño, hacer alimentos para satisfacer la demanda mundial y cubrir en parte, la nutrición de la humanidad.