En este solemne aniversario, la Nación honra la memoria de los 44 tripulantes del submarino ARA San Juan, cuyas vidas fueron ofrecidas al servicio de la Patria y cuya ausencia resuena con profunda tristeza y gratitud en el corazón de cada argentino.
Hoy, siete años después de su última partida, su sacrificio sigue iluminando el valor y la entrega de quienes defienden nuestra soberanía en las profundidades del océano.
El 8 de noviembre de 2017, el ARA San Juan partía desde la Base Naval de Ushuaia hacia el puerto de Mar del Plata. En aquella travesía se encontraba una tripulación de 1 mujer y 43 hombres, firmes en su compromiso de proteger el mar argentino. El contacto final ocurrió el 15 de noviembre 07:29 horas, cuando un fuerte temporal y una serie de infortunios técnicos les arrebataron la posibilidad de retorno. Aquel último mensaje se convirtió en el preludio de una espera desgarradora, de angustia y esperanza compartidas por todo un país.
Tras meses de búsqueda y un sinfín de esfuerzos, el 17 de noviembre de 2018, los restos del submarino fueron localizados por fuera de la ZEEA a 597 kilómetros al Este de Comodoro Rivadavia. Aunque esta revelación trajo un amargo consuelo, también sembró en cada argentino la promesa de preservar la memoria de aquellos que siguen «en patrulla eterna». Desde distintos estamentos militares, hoy se unen para rendir homenaje a estos marinos cuyas vidas y espíritu permanecen inquebrantables en nuestra historia colectiva.
La tragedia del ARA San Juan marcó un hito de reflexión en torno a la seguridad y el deber de garantizar condiciones óptimas para quienes sirven en nuestras fuerzas navales. Las lecciones de este acontecimiento inspiran revisiones y mejoras en los protocolos de búsqueda y operación en alta mar, recordándonos que la protección de nuestros marinos y la integridad de nuestras aguas deben ser deberes irrenunciables del Estado.
En estos siete años, el pueblo argentino ha respondido con solidaridad, llevando a cabo innumerables homenajes y expresiones de apoyo para los familiares y amigos de la tripulación. A través de estas acciones de amor y respeto, se reafirma que la memoria de los 44 héroes no se desvanecerá; su ejemplo y dedicación permanecen vivos en cada rincón de nuestra patria.
Este aniversario es una oportunidad para renovar el compromiso con la defensa de la soberanía y los recursos naturales en alejadas regiones del confín del mar argentino. El ARA San Juan simboliza la determinación y el cumplimiento de la heroica palabra bajo juramento de defender a la Patria hasta perder la vida de todos aquellos que poseen uniforme militar en defensa y protección de la nación. Como ciudadanos, es deber honrar este sacrificio exigiendo condiciones de seguridad dignas para quienes realizan esta invaluable labor.
Hoy, siete años después, el ARA San Juan continúa navegando en la eternidad, recordando la fortaleza y el coraje de quienes hicieron de su misión la protección de nuestra nación. Que el recuerdo de estos 44 nobles marinos inspire el camino y impulse a construir un futuro seguro y unido para todos los argentinos de bien.