Con una caída significativa en las capturas del langostino que ingresa a la jurisdicción de Chubut comparado con el récord de la temporada 2022-2023, siendo motivo la baja de la biomasa del Pleoticus muelleri y la aparición de fauna acompañante por encima del valor mínimo aceptable de la administración de la pesquería, se puso fin a la temporada de pesca.
El organismo con conduce desde diciembre del año pasado el Dr. Andrés Arbeletche, informó mediante un comunicado público:
“Dese por concluida la temporada de pesca 2023-2024 con especie objetivo langostino patagónico, Pleoticus muelleri, a partir de las 00:00 horas del día sábado 16 de marzo de 2024, para todas las embarcaciones habilitadas a operar dentro de la Zona de Esfuerzo Pesquero Restringido (ZEPR), creada por la Disposición Nº 200/00-DGIMYPC, dentro del área comprendida entre los siguientes puntos geográficos:
- intersección del paralelo 43°00’LS y la costa.
- intersección del paralelo 43°00’LS y la línea de la jurisdicción provincial.
- intersección del paralelo 44°00’LS y la línea de la jurisdicción provincial.
- intersección del paralelo 44°00’LS y la costa.
En los tres artículos también destaca que se deja sin efecto la Resolución 592/23-SP que dio apertura a la temporada de pesca 2023 – 2024 con especie objetivo langostino patagónico, Pleoticus muelleri.
Los últimos días de pesca no fueron los mejores dado que la zafra también se vio interrumpida por las malas condiciones climáticas, donde a decir de los armadores el recurso se encontraba más disperso que lo habitual, sumado a un notable incremento del bycatch de merluza hubbsi.
Además de los conflictos gremiales que no posibilitaron que el mecanismo de pesca fuese el esperado, revelaron que hubo un sostenido descenso de las capturas del crustáceo por unidad de esfuerzo pesquero, el cual es medido en los kilogramos que se pescan por hora, lo que hizo concluir el agotamiento de la zafra provincial y de ahí la determinación tomada por el organismo que controla la pesca chubutense.
De todos modos días antes de la determinación tomada desde la Secretaría provincial, varios fueron los barcos que ya habían “abandonado” la pesca del langostino, dado que no pudieron completar sus bodegas, y en algunos casos ni siquiera lograr un 50% de la misma, lo que hace que la relación costo-capturas no es la ideal, lo que no significa más que otra cosa que trabajar con rentabilidad negativa.
No todos compartieron el mismo criterio de continuar o no buscando la especie que sostiene al sector pesquero chubutense.
Por ello varios fueron los planteos llevados hasta el propio Arbeletche, entre ellos aquellos no enrolados en ninguna cámara empresaria, quienes le había solicitado al funcionario que mantenga abierta la zafra al menos hasta fin del mes de marzo, algo que evidentemente no prosperó basado en los informes que había recibido sobre las capturas.
Los más osados incluso le plantearon que se esperara al menos hasta abril, por lo menos las dos primeras semanas para ver si de algún modo se podían conseguir capturas y encontrar el recurso de modo más compacto, pero la determinación fue terminante: se cerró el último sábado sin atenuantes.
La pretensión era un monitoreo diario del recurso para poder continuar con la zafra al menos un mes más, pero tampoco fue aceptada la propuesta.
“Mejor olvidar esta temporada. Se perdió mucho no solo por no encontrar el recurso y la temprana disminución de la biomasa, sino también por los problemas con los gremios”, sostienen algunos armadores chubutenses.
“Se perdieron más de 200 millones de dólares por los conflictos gremiales. Los grandes conflictos no nos han permitido aprovechar el recurso”, le dijo el secretario de Pesca chubutense a nuestros colegas de El Chubut.