Distintas cámaras empresarias de la ciudad fijaron su postura ante la posibilidad de que se vuelvan a instrumentar los reembolsos a las exportaciones por puertos patagónicos, anulados por el decreto presidencial 1199/2016 en diciembre pasado.
Como ese decreto aún no fue ratificado por el Congreso, instancia obligada para mantener su vigencia, comienzan a surgir dudas. Las versiones indican que podría ser rechazado en Senadores y es incierto aún lo que pueda pasar en Diputados.
“Si eventualmente se ponen en vigencia los reembolsos, deberían ser otorgados a todas las exportaciones pesqueras que se realicen desde cualquier puerto oceánico de la Argentina, como los de Bahía Blanca, Necochea y Mar del Plata ”, advirtieron hoy los empresarios locales.
La definición está incluida en un comunicado firmado por Caipa, Cepa, la Cámara de Armadores, la Asociación de Embarcaciones de Pesca Costera, Cafrexport, Udipa, la Terminal de Contenedores TC2 y la Cámara de Servicios Portuarios.
Desde las entidades sostienen que las estaciones marítimas bonaerenses y patagónicas deben estar en un pie de igualdad, ya que las condiciones operativas así lo requieren.
“Los puertos de la Provincia de Buenos Aires, que no recibían el beneficio de esos reembolsos -una devolución del 8 al 13 por ciento sobre el valor de las operaciones-, fueron perdiendo por diversas circunstancias la mejor situación que tenían respecto a los puertos patagónicos”, explican.
Factor langostino
En esa dirección, recuerdan que por haberse desplazado la pesca, los que trabajan desde los puertos del sur son los que hoy tienen mejores condiciones para acceder a los recursos y con menores costos de combustible.
“El langostino, único que en la actualidad tiene algún margen de rentabilidad, se pesca frente a la costa de las provincias patagónicas, con lo que, las empresas ubicadas en esa zona tienen una situación sumamente más favorable”, recuerdan.
Por otra parte, subrayan que los convenios colectivos de trabajo que rigen la actividad a bordo de los barcos son similares en todas las regiones, de manera que no puede argumentarse diferencia alguna en ese rubro.
Marco inestable
Data de 1983 la ley 23.018 por la cual se otorgaban reembolsos a las exportaciones por puertos patagónicos, una devolución que iba del 8 al 13 por ciento según por donde se despachaba la mercadería. A partir de 1984, el beneficio disminuiría en un punto por año hasta extinción.
Sin embargo, en diciembre de 2015, poco antes de finalizar su mandato, Cristina Kirchner reestableció los reembolsos mediante el decreto 2229/15. La medida generó un marco de desigualdad fuertemente cuestionado.
Como la decisión violaba el artículo 12 de la Constitución, que impide otorgar preferencias a un puerto sobre otro, e incluso estaba reñida con los directrices de la Organización Mundial del Comercio (OMC), la administración Macri decidió dar marcha atrás y anularla.
En su lugar apuntaló los reintegros a las exportaciones, un instrumento técnicamente viable por no tratarse de un “subsidio”, sino de una devolución de impuestos. Está ahora en manos del Congreso seguir esa línea.