Los ojos del consumidor local se posan con mayor atención sobre los productos pesqueros en esta época de Semana Santa. Una buena excusa para abordar la situación del mercado interno con quienes lo construyen todo el año.
Desde la firma 27 de Noviembre, Fernando Mellino, es uno de ellos. El joven empresario atiende a pescaderías en diversos puntos del interior; pero también a grandes supermercados. Primero fue Jumbo, y más recientemente, sumó a Walmart.
– ¿Cómo está la demanda del mercado interno en estos días?
– Nuestra empresa está trabajando bien, pero por ahí es un caso atípico porque atendemos a un par de supermercados y este año nos compraron un poco más. Si tomo nuestras ventas, aumentaron; pero si tomo la de los clientes habituales disminuyeron en un 20 ó 30 por ciento en comparación al año pasado.
– ¿Esta baja la atribuís a la inflación que se traslada al mostrador?
– Mucha influencia de precio y porque también mucha gente ya se toma Semana Santa como un fin de semana extendido para descansar, más que una ceremonia religiosa, vinculada a un mayor consumo de pescado. Ya en los últimos dos o tres años se notó. Las pescaderías tomaron nota y compraron menos.
– ¿A qué plazas están llegando?
– Arrancamos en Rosario, Santa Fe, varias localidades de Entre Ríos, Bahía Blanca Neuquén y Mendoza, entre otras. Rosario siempre fue una buena plaza porque la gente está acostumbrada a consumir productos de mar; Mendoza también. Después obviamente Capital Federal es fuerte.
– ¿La demanda siempre se vuelca sobre especies tradicionales o crecen otras “alternativas”?
– Filet de merluza es un clásico; pero nosotros trabajamos mucho filet de gatuzo y pollo. A veces nos cuesta mucho conseguir; pero son recursos importantes. Lenguado y abadejo también se vende bastante. Después, en menor medida, aparecen filet de corvina, pescadilla y pez palo. Son clientes muy puntuales los que nos piden estas últimas.
– Seguimos sin políticas oficiales que incentiven el consumo…
– Partamos de la base que ni siquiera tenemos encuestas serias de consumo en la Argentina. Yo lo charlé esto en la Subsecretaría de Pesca en una reunión que hicimos por mercado interno. Ellos decían en la época de Pescado para Todos que había mucho potencial y que a muchas ciudades no llegaba el pescado y por eso no se consumía. La última encuesta que leí fue de 2005, que era un informe del Indec sobre datos de años anteriores.
– ¿Qué dicen esos datos?
– Hablaban de un consumo de entre 8 y 10 kilos por año; pero la verdad es que nadie tiene certezas. Además, hoy se consume mucho rebozado y eso no figura en la encuesta, no está incorporado como categoría. Nosotros tenemos una venta importante de congelado. Tenemos otras marcas; pero principalmente vendemos las que elabora Solimeno (Mare). Son unas 30 ó 40 toneladas por mes. Para acompañar la venta, también hacemos algo de salmón rosado de Ártico.
– ¿La variedad facilita la logística?
– Sí en el caso nuestro, que tenemos camiones propios y que vamos al interior con un gasto de logística grande. Cuanta más variedad podamos cargar, mejor. Por eso también hacemos hamburguesas, mariscos, tubos de calamar anillas, aletas y tentáculos. Entonces, además del fresco llevamos todo lo que necesita la pescadería. Desde ese punto de vista ayuda a bajar costos.
– ¿Pudieron conversar con las nuevas autoridades para ver cómo se puede apuntalar el desarrollo del mercado interno?
– La verdad es que siempre se ningunea al mercado interno. Todo el mundo habla que es chico, que maneja cuestiones en negro; siempre se habla mal. Sin embargo, nosotros tenemos todo el personal registrado. En total son 72 trabajadores, incluyendo a choferes y personal de administración. Tenemos camiones con no más de tres o cuatro años de antigüedad, dos plantas. No digo que sea el modelo porque la verdad me cuesta mucho competir porque los costos son muy dispares. También es verdad que hay muchas plantas que están en la ilegalidad total y sobre eso hay que apuntar los controles.
– Parecería que los controles aparecen en Semana Santa…
– Siempre pasa lo mismo. Ahora hubo muchos operativos, una semana antes de Semana Santa. ¿Y el resto del año?
– ¿Cuántas empresas compiten con ustedes en el mismo segmento?
– En el mercado interno debe haber ocho empresas de Mar del Plata bien enfocadas: Natural Fish, Proyectos del Mar, Good Fish y Gold Fish, son algunas. Después, los grandes venden el pescado en el muelle y por ahí no tienen la necesidad hoy de cortar pescado y venderlo en plaza. A un supermercado hay que cotizarle veinte artículos y no es fácil como están las cosas. Todos los días te lo piden.
– ¿Cómo está la relación con el gremio?
– Es buena. Ocurre que hay un nivel de ausentismo muy grande. Creo que el gremio tiene que defender más al que trabaja y no tanto al que no trabaja; es difícil. Hay muchos grises en el convenio, creo que se deberían revisar. Esta es una actividad con los tiempos justos: compras pescado, lo cortás y tenés que cargar hoy. Con el fresco es día a día.
Fernando Mellino, titular de la firma 27 de Noviembre, rescata el valor de la plaza. Además, repasa sus características y evolución. El nivel de consumo, un enigma.
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