Custodiar los más de seis mil kilómetros de la costa argentina es una tarea por demás compleja. La magnitud del espacio demanda la intervención de múltiples y modernas herramientas de trabajo.
Sin embargo, hoy nuestro país carece de instrumentos a la altura del desafío. En cuanto a buques, cuenta con unas catorce unidades con capacidad de patrullar: tres guardacostas de Prefectura, cuatro destructores y siete corbetas de la Armada.
Una de las formas más eficaces para vigilar la Zona Económica Exclusiva y fundamentalmente el límite de las 200 millas náuticas son los medios aéreos, sobre todo en esta época del año donde cientos de barcos operan sobre el calamar en el área adyacente.
Esa tarea está en manos de la Escuadrilla Aeronaval de Exploración, con asiento en la base chubutense Almirante Zar. Allí están destacados los tres aviones P-3B Orión fabricados a mediados de la década de 1960 y que prestan servicio en la Armada desde 1996.
Pero, según reveló la agencia Télam durante este fin de semana, sólo uno de ellos se encuentra operativo. A bordo de esa aeronave precisamente se realizó un recorrido en el que se constató la magnitud que alcanza la pesca del illex por parte de buques extranjeros.
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En reparaciones
Según destaca un cable de la agencia, el mantenimiento de los P-3 se convirtió en la mayor de las ocupaciones en la base aeronaval destacada en Trelew y, por estos días, una de las aeronaves se encuentra en la Fabrica Argentina de Aviones de Córdoba para extender su funcionamiento entre 1.500 y 2.000 horas.
A ese proceso se someterán también las otras dos unidades y, si los arreglos se realizaran en los tiempos previstos, la escuadrilla tendría 10 años más de funcionamiento. Si bien los pilotos y mecánicos de la Armada destacan la fortaleza y el rendimiento de los aparatos, son conscientes de la necesaria modernización de los equipos.
Proyecciones
«Este es un modelo que se sigue usando en distintos países, pero muchos de ellos comenzaron a reemplazarlo por los más modernos», comentó uno de los oficiales durante el vuelo que se realizó en la noche del jueves.
En diciembre pasado, el titular de la Armada, el Almirante Marcelo Srur, comentó que existía la posibilidad de incorporar dos aviones C295 y destinar uno de ellos al patrullaje oceánico.
Pero los técnicos aeronáuticos consultados aclararon que el C295 tendría funciones complementarias al P-3 y que, en todo caso, podrían reemplazar al Tracker, un avión que fuera pensado para trabajar embarcado sobre un portaviones -que Argentina no tiene- y que al día de hoy están al límite de su funcionamiento.
Srur también había señalado que este año podría cerrarse el acuerdo con un país europeo para la construcción de cuatro buques de patrullaje oceánico que complementarían la acción de las aeronaves de avistamiento.