Importantes reparaciones y tareas de mantenimiento fueron llevadas a cabo por SPI Astilleros, marcan un hito más en su propia historia, pero también para la industria naval argentina.
Los trabajos fueron llevados a cabo sobre el buque tanque Barbosa Sobrinho, el cual pertenece a la empresa brasileña Transpetro, una embarcación que está dedicada al transporte de gas licuado de petróleo, el cual había arribado al puerto de Mar del Plata a comienzos del presente año, llegando especialmente para que se le realicen las tareas en SPI Astilleros.
La presidenta de SPI, Sandra Cipolla, se refirió al destacado trabajo, contando que “el desarrollo de esta obra de reparación de alta complejidad, que se llevó a cabo en un tiempo récord, pone de manifiesto no solo las amplias capacidades de la industria naval argentina, sino también sus capacidades competitivas en el mercado internacional”.
A su vez Cipolla añadió que “estamos muy agradecidos con la empresa Transpetro por la confianza depositada en nuestro astillero y en nuestros equipos de trabajo: ingenieros, técnicos y obreros navales que pusieron su esfuerzo, dedicación y compromiso a diario”.
El barco fue construido en el año 2016 y cuenta con 117,25 metros de eslora y 19,2 de manga, con un calado de 5,5 metros y una capacidad de carga de 7 mil metros cúbicos, para transportar gas licuado de petróleo.
La empresa Transpetro, propietaria del buque, apuntó a SPI para realizar los trabajos de mantenimiento y reparación, dada la trayectoria del astillero que ya va camino a cumplir medio siglo, enalteciendo con esta elección no solo a la propia empresa, sino a toda la industria naval argentina, mostrando que no solo continúa con un potencial que pareciera no tener techo, no solo por sus características en las instalaciones sino también por la calidad del plantel de trabajadores que dedican su trabajo con total pasión.
Transpetro, es una empresa de origen brasileño, brindando servicios de logística de derivados del petróleo con excelencia operativa, de modo integrado a su matriz y generando valor con sustentabilidad, seguridad y respeto al medio ambiente, tal el lema la compañía.
Su lugar de operaciones es la terminal de Belém, capital del estado brasileño de Pará, con más de 2 millones de habitantes, lo que la convierte en la ciudad más poblada del estado, desde donde promueven la sostenibilidad, la innovación y el compromiso con la industria, como parte integrante de la multinacional Petrobras.
Las características de la empresa propietaria del buque, enaltecen aún más la elección del astillero marplatense (con sedes en Caleta Paula y Campana), dado que eligieron las instalaciones que permiten múltiples tareas donde se construyen barcos y se transforman otros para lograr otro porte.
Las instalaciones propias de SPI, dedicadas a las reparaciones, construcciones y transformaciones de barcos, cuentan con dos diques flotantes los que posibilitan llevar a cabo de modo simultáneo varias obras a la vez, contando además con un elevador sincrónico de 2.900 metros cuadrados, dos naves de construcción y reparación (una de 2.500 metros cuadrados con un pórtico de 5 toneladas y un semipórtico de 20) y otra de 1.200 metros cuadrados con dos puentes grúas con una capacidad cada uno de 20 toneladas.
Asimismo el astillero cuenta con diez gradas para la construcción y reparación de buques, ocupando una superficie de 8 mil metros cuadrados donde también hay dos pórticos, uno de 15 y otro de 40 toneladas.