Un día después de lo previsto debido al temporal de lluvia y viento que marcó el transcurrir del sábado, el buque tangonero “Don Bocha” recibió en la mañana de este domingo su ceremonia de bautismo y botadura en el astillero Contessi.
La intensa neblina no impidió que la embarcación bajara a las aguas interiores del puerto local pasadas las diez en el marco de una ceremonia austera y con menos público de lo habitual. Para el astillero fue la botadura número 120.
El buque es un costero versátil, apto para realizar pesca de arrastre, de arrastre con tangones y media agua. Mide 18,7 metros de eslora; 6, de manga; ostenta un puntal moldeado de 3 metros y tiene un calado máximo de 2,65.
De acuerdo a lo informado por la empresa armadora 25 de Mayo SRL, comandada por Héctor Ferrari, Enrique Ferrari y Dante Reinoso, el “Don Bocha” reemplazará al “Elsa Libertad” y operará desde el puerto de Rawson, Chubut, principalmente sobre langostino y merluza.
“El barco se inició sin una orden de compra y recién cuando estaba promediando la obra llegó la familia Ferrari, confiamos en ellos como seguramente ningún banco había confiado antes para otorgarles semejante crédito”, reveló Domingo Contessi.
De cualquier manera, el directivo se encargó de aclarar que son una “pequeña empresa” que está haciendo grandes esfuerzos para seguir produciendo en el marco de la crisis económico/financiera que afecta a la industria pesquera.
En su galpón, de hecho, hay otras dos unidades erigiéndose de similares características; una de ellas denominada “Seguimos Trabajando”, cuya construcción se inició a mediados del año pasado.
“Qué paradoja que cuando el país más necesita de inversiones y empleo, haya quienes pretendan desalojarnos y castigarnos por haber invertido”, sumó Contessi en vinculación con la disputa que mantiene con el Consorcio Portuario Regional de Mar del Plata.
El ente, vale recordarlo, hasta hace algunos meses le reclamaba una deuda de 3,6 millones de pesos a la firma; mientras que el astillero sólo reconocía 731 mil pesos. La diferencia surge de lo facturado desde la administración del Puerto por el uso del espacio y lo que la empresa considera debe abonar.