El presidente de Tandanor Miguel Ángel Tudino expresó que “Tandanor se puso con sus propios ingenieros a diseñar esta primera experiencia para construirlos desde cero, con la idea de hacer una serie de remolcadores. Los primeros serán de 40 toneladas de tiro y habrá otros de 10 toneladas”.
Entre las consideraciones públicas el máximo responsable del astillero comentó que “nosotros decimos que, en la medida en que fuimos poniendo en marcha este lugar, reformulamos y repusimos autoestima. Y eso nos permitió generar más ideas. Cuando llegamos estábamos acotados a la reparación. Se había achicado el espectro y la visión de la empresa. Nosotros creemos que, con esta infraestructura, no podemos dejar de convocar a los trabajadores, a los proveedores y tomar los desafíos de nuestros proyectos para que tengamos más y mejor trabajo”.
La idea del astillero es la de fabricar al menos 12 remolcadores para la Armada Argentina, considerando que la Armada suele alquilar remolcadores, aunque seguramente el desarrollo y la construcción de los mismos se vea concretada en unos años, máxime teniendo en cuenta la escasa experiencia en este tipo de embarcaciones, construcción que ya se había anunciado hace aproximadamente 10 meses.
Si bien aún el proyecto se encuentra en desarrollo, desde el propio astillero han reconocido que “en los dos primeros se pagará una especie de ‘derecho de piso’ –que tiene que ver con el aprendizaje- y que se relaciona con los tiempos, los costos y la optimización de estas variables. Se corrige con el segundo y se afina. Ya con el tercero, se trabaja de forma normal. Estamos formando gente en pantógrafos y viendo la metodología de construcción”, reconoció uno de los directivos de Tandanor.
El propio Tudino contó que el proyecto fue coordinado con la Armada Argentina, a partir de las necesidades y requerimientos que tiene esa Fuerza. “Estos requisitos influyen en las especificidades mecánicas de los remolcadores. Por ejemplo, la necesidad vinculada a la cantidad de tripulantes que deberían ir a bordo determina la potencia de los motores. Se va conformando a partir de las necesidades del cliente con el proveedor, que somos nosotros, y debemos ajustarnos a ella”, concluyó Tudino.
Por otra parte, el mismo astillero está trabajando sobre el proyecto de la construcción de un buque polar, que ya tenía “en mente” la Armada Argentina para que la nueva nave complemente las tareas que realiza el ya simbólico rompehielos ARA “Almirante Irizar”.
Nancy Figueroa, quien está a cargo de la gerencia de proyectos manifestó que existen pocas firmas en el mundo capaces de hacerlo, debido a que se trata de una estructura muy específica si se tiene en cuenta que ese tipo de embarcaciones opera en un clima extremo, como lo son las aguas adyacentes a la Antártida por ejemplo.
“A diferencia del trabajo realizado en el rompehielos ARA ‘Almirante Irízar’, en este proyecto se necesita el desarrollo de la ingeniería. Si bien hubo una actualización del Irízar, porque el daño fue profundo, no implicó una idea nueva. Ahora sí estamos gestando desde el proyecto básico del buque. Por eso, se trabajará con el astillero finlandés empresa Aker Artic. Creo que es un buen diseño. Tenemos el gran desafío de empezar y terminar el proyecto de ingeniería base y podremos llevar adelante la construcción. No solo solamente estamos pensando en un barco de avanzada, sino en cómo dejar anclado el conocimiento en Argentina. Creo que es una gran oportunidad y espero que los argentinos sepamos aprovecharlo”, sostuvo Figueroa.