Pocas horas atr谩s tom贸 la posta el gobernador chubutense Ignacio Torres, al expresar que si no le giraban los fondos que le corresponden a su provincia, no saldr铆a ni un barril de petr贸leo m谩s desde la provincia que administra.
Sus dichos fueron un poco m谩s all谩 en las acciones, dado que conform贸 un 鈥渇rente鈥 junto al resto de los gobernadores patag贸nicos, al mismo tiempo que se present贸 en la Justicia para que no le resten ingresos de coparticipaci贸n federal, la que le dio la raz贸n.
Las cosas no terminaron all铆, dado que el Presidente de la Naci贸n Javier Milei podr铆a solicitar un 鈥減er saltum鈥. Es decir, la utilizaci贸n de un elemento legal que habilita a la Corte Suprema de Justicia a intervenir en determinadas causas, a pesar de que no se hayan agotado todas las instancias judiciales, poniendo a provincias y Naci贸n pr谩cticamente en un enfrentamiento sin precedentes.
A esta disputa, ahora se sum贸 el gobernador bonaerense Axel Kicillof, quien dej贸 en declaraciones period铆sticas una frase llamativa y preocupante a la vez: 鈥淪i me pongo a fantasear puede cerrar los accesos o los puertos鈥, dijo el m谩ximo responsable de la provincia de Buenos Aires.
鈥Yo tambi茅n puedo cerrar los accesos, tambi茅n puedo cerrar los puertos. Si uno se pone a fantasear sobre decisiones de autonom铆a, incluso de aduanas interiores鈥, espet贸 Kicillof, encendiendo m谩s alarmas de las que ya est谩n sonando en la actividad industrial en particular y en la de los puertos en particular.
Los 40 mil millones de pesos mensuales que recibe 鈥搑ecib铆a- la provincia de Buenos Aires, fueron el detonante para que el gobernador dejara en claro que 鈥渆Principio del formulario
l Presidente no puede ser indiferente a c贸mo est谩 la salud en las provincias. Por m谩s que 茅l tenga una teor铆a econ贸mica en la cabeza, por m谩s que tenga ideas que en el mundo son muy marginales y cayeron en desuso hace un siglo鈥.
Seguramente dimensionando lo que podr铆a suceder con sus palabras, el gobernador de la provincia m谩s importante de la Argentina, dej贸 lo que no ser铆a solo una frase. Si los puertos bonaerenses se cierran, aunque sea de modo simb贸lico por pocas horas, el entramado productivo se detendr谩 de un momento para otro, desacelerando de 100 a 0 en apenas unos segundos, causando da帽os inmediatos y al corto y mediano plazo.
Tal vez haya sido solo una expresi贸n para marcar que desde su gobernaci贸n tambi茅n se pueden tomar medidas de acci贸n, pero sin tomar real magnitud de lo que generar铆a un cierre 鈥揳unque sea moment谩neo- de puertos que mueven exportaciones (pesqueras, cerealeras, etc.), sin tener en cuenta la mano de obra que ocupan grandes ciudades como Mar del Plata, Bah铆a Blanca, Necochea, por mencionar solo algunas de las de mayor actividad.
Las declaraciones no han causado la mejor impresi贸n. Los puertos no tienen por qu茅 pagar el precio de una disputa pol铆tica, donde los fondos que ya no llegar铆an, no son responsabilidad de los privados que arriesgan su capital y mucho menos los trabajadores quedar en medio de un disputa que de ninguna manera son parte.
Diariamente se critica al gobierno nacional por determinaciones que se toman de manera arbitraria, algo que de acuerdo con el cristal que se lo mire, no dista mucho de la decisi贸n que pretend铆a tomar Torres en Chubut y ahora Kicillof en Buenos Aires, ambos sin medir consecuencias para los que realmente hacen a diario el verdadero trabajo argentino.
A decir verdad y mal que pese por las investiduras que guardan, nadie est谩 imposibilitado de decir y hacer lo que le plazca, lo que no estar谩n exentos, es de las consecuencias; algo que de mediar la cordura en un escenario democr谩tico y civilizado, para la vieja guardia, ser铆a un sincericidio pol铆tico; en la Argentina deformada y desagiada de valores, usos y costumbres despu茅s de dos d茅cadas vulgares, ya nada puede extra帽ar.
Tambi茅n se debe aclarar, que la funci贸n de estos gobernadores, como de cualquier dirigente, es administrar los recursos, bienestar y salud de los habitantes de la provincia -en este caso-, sin embargo, se manejan mas cerca de lo que ser铆a un patr贸n de estancia. Algo que debe cambiar.








