Quedó clara la intención de las actuales autoridades políticas y económicas del país en poner de relieve el sector pesquero en el proyecto de Ley de Bases y propuestas para la libertad de los argentinos.
Si bien el embate no alcanzó a llegar a destino en el estado parlamentario, es sin dudas una materia pendiente del gobierno. Y la actividad sabe no estar exenta al envió de un proyecto de Ley en ordinarias que pueda seguir con ese intento de fijar un arancel por la pesca de un recurso natural argentino.
En principio, todo pareció verse teñido sobre un manto netamente recaudatorio, y es probable que también lo sea, pero con el trajinar de los días y las distintas expresiones de los players que posee el gobierno, se sabe además, que busque un recurso para transparentar y eficientizar la actividad, según la arquitectura del pensamiento de varios interlocutores que posee el Estado Nacional, llámese vocero presidencial, canciller, diputados y hasta asesores.
Al margen de ello, y fíjese a qué punto de la discusión puede llegar este disparate, que si el gobierno desea poner un valor al recurso, -entiéndase recursos vivos de valor comercial que habitan en aguas territoriales-, en principio se debiese tener un estudio científico y fehaciente de la cantidad exacta de biomasa en todo el mar argentino, (el precio depende de la cantidad), pues no existe aún ese estudio; y por otro lado, de sostener el principio irrevocable que las Islas Malvinas son argentinas, como hará la administración central para determinar el mismo principio de igualdad para acceder al cobro del mencionado cánon a aquellas especies que son capturadas en sus aguas adyacentes, -que no son pocas-.
Recordemos, antes del conflicto bélico, nuestro país tenía ocupados 11.450 km2 y tres millas marinas alrededor de las islas. Hoy tenemos explotados, ocupados y en disputa con el Reino Unido 5.497.178 Km2; de los cuales 1.639.900 km2 es territorio marítimo e insular argentino; 1.430.367 km2 de plataforma continental extendida y 2.426.911 km2 de la Antártida y su mar adyacente.
Si el principio de la aplicación de la Ley es para todos igual, se abre un gran interrogante, ¿el gobierno nacional exigirá de ese inmenso volumen de mar el mismo pago que a la flota nacional?.
Todo una gran incongruencia y mayor utopía, y como diría el periodista Walter Nelson, «salí de ahí, Maravilla..! «, sería, el mejor consejo.
La respuesta la sabemos, por lo que aplicar licencias, cánones y/o aranceles por un presunto precio de lo que podría valer un pez a 200 metros de profundidad y a centenares de kilómetros del continente sin conocer la cantidad exacta de la biomasa para justificar un precio, es tan efímero como su premisa. Ni siquiera hace falta refutar la hipótesis, la pruebas sobresalen a la vista.
Ahora bien, el gobierno nacional tiene el mecanismo para solucionar el brete que se ha metido y que ha metido a todo un sector que se mantenía homeostático en lo biológico, económico y social.
La forma de encontrar una salida decorosa y económica viable son, sin dudas, los Derechos Únicos de Extracción (DUE). Un mecanismo que cobra por lo que se extrae y es proporcional al tamaño de cada grupo empresario, sin prorrateos y devengado per se, al momento de su captura.
En reiteradas notas hemos evidenciado algunos problemas de desactualización como consecuencia de un problema del propio gobierno, la inflación. Y en su afán poco recaudatorio, el mismo alertó lo poco que recauda, pero es el propio gobierno quien dicta su política económica, en principio no se puede recaudar eficientemente cuando las UP (el precio de un litro de gasoil) se actualizan cada 6 meses. Insistimos, hoy están fijadas al 1 de septiembre pasado de $376, cuando el gasoil vale hoy $1106, es decir un 195% más. Por ende la ineficiencia del Estado en actualizaciones semestrales en un ambiente netamente inflacionario y mayúsculo, genera su propia trampa, que intenta transferir al sector privado. Nada más injusto.
Tanto su administrar (posee el 50% de los votos del CFP, más el del Subsecretario de Pesca), como el ambiente inflacionario es responsabilidad inobjetable del gobierno nacional.
De esta manera ya recaudaría al menos multiplicado por 2.95 veces los U$S6.5M que recauda. Y por otro lado, hay que ir a un estudio profundo respecto a los coeficientes de UP de cada una de las especies.
El gobierno, evitando entrar en un laberinto, tiene la solución a la vista, pero hace falta idoneidad y conocimiento en la materia para encontrar la salida.
Y si bien el total de los fondos del DUE son coparticipables, bien puede a través del CFP mediante resolución modificar los destinos de los mismos hacia la cuenta del Tesoro Nacional. De esa manera, ni cuotificar especies -algo que no se hace de un día para el otro, en caso de poder cuotificar con rigor científico especies de 2 años de vida- haría falta. Cada participante paga por lo que extrae.
Coincidentemente con lo expresado por el gobernador de Chubut Ignacio Torres quien sostiene que “producto de la inflación acaecida en los últimos meses en el país, es necesario una fuerte actualización de los derechos únicos de extracción”. Ese es el camino, y el otro, renovar las cuotas de merluza que se vencen el 31 de diciembre de 2024, para dar previsibilidad a los grupos empresarios.
El camino es uno solo.
No habrá que perder de vista, que el gobierno tiene la obligación de administrar los recursos pesqueros de manera sostenible, que la responsabilidad por la falta de actualización de los DUE genera una pérdida de ingresos para el Tesoro Nacional, y que la renovación de las cuotas de merluza es necesaria para dar previsibilidad al sector pesquero y naval argentino.
Si por el lado del gobierno se intenta transparentar la actividad, no hace falta ninguna modificación al Régimen Federal de Pesca; solo hace falta aplicar la Ley 24.922, controlar y sancionar; la administración central, a través del CFP, tiene las facultades hasta para desapropiar a una empresa de su permiso de pesca y embargar, si fuese necesario.
Y, como siempre, se expone al criterio del lector, que no son 4 los puntos cardinales como tampoco 7 los colores del arco iris, dejando las consideraciones de ésta temeraria dinámica, a su juicio, sugiriendo que no la desconozca…
By DMC