A principios del mes de mayo, la Gobernadora de Río Negro Lic.Arabela Carreras había declarado la Emergencia Pesquera en el Golfo San Matías. La misma fue fijada en un año, buscando mitigar los efectos de la crisis económica que vive la provincia por la escases del recurso.
Sin dudas es algo incuestionable, ya que en lo que va del año (cifras oficiales hasta el 19 de septiembre- apenas se habían descargado en los dos puertos rionegrinos 4.236 toneladas, lo que da un promedio levemente inferior a las 470 toneladas mensuales, en su mayoría merluza, algo de pez gallo y muy poco langostino.
La determinación de declarar la Emergencia, caló hondo entre los trabajadores del sector pesquero de Río Negro, donde sus salarios se han visto muy afectados, por lo que entre la búsqueda de variantes, una de las entidades sindicales arribó a un acuerdo paritario.
En tal sentido el SOMU rionegrino pudo arribar a un acuerdo paritario, en un sector que, insistimos, vive momentos de extrema necesidad, algo que se vislumbra y que nos señalan los colegas lugareños que toman el pulso día a día.
En este sentido, obviando al Ministerio de Trabajo y a la determinación de la gobernadora local, el gremio llevó adelante una negociación de modo particular con una empresa, argumentando las necesidades de los trabajadores.
Pablo Gattoni es el delegado del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos en Río Negro, quien sobre esta situación relató que “el Acta de Acuerdo se nos había caído el 1° de mayo. Teníamos que estar en la mesa, y por una emergencia pesquera la Cámara, en todas las reuniones decía que no le iban a dar valor por la emergencia pesquera, se agarraban de eso, y se fue dilatando todo. Y pudimos cerrar con una empresa en particular, y dejamos de lado al Ministerio de Trabajo y a la provincia en general en el sector pesquero”.
“Pusimos sobre la mesa lo que teníamos para poder cerrar, y después de la conciliación obligatoria, de 50 días, terminamos cerrando paritaria. A las dos semanas apareció otra empresa por afuera, con el buque Alborada Primero, que también cerramos un acta particular. Lo que se firmó fue el 60% hasta el 31 de octubre. Se dilató mucho, pero pudimos cerrar. Y nos queda un mes más para volver a la mesa para negociar”, destacó el representante gremial.
Tras numerosos paros de actividades, Gattoni explicó que “fue mucho el tiempo que estuvimos sin trabajar por la emergencia pesquera. Como los permisos son nacionales, muchas personas dejaron sus casas, sus familias, para irse a trabajar a otros puertos. Ahora, es lo que nosotros estamos tratando de evitar. Queremos cuidar el recurso nuestro para quedarnos a pescar en el lugar de origen que nos corresponde”.
Los números marcan que con el 60% de incremento que consiguieron, ahora los trabajadores tendrán un salario básico de 178 mil pesos y un garantizado de 220 mil.
En lo que se refiere a la especie merluza, acordaron para un barco de 1.350 cajones –coeficiente 01-, el valor por cajón será de $ 123, sumándosele el coeficiente para el segundo, el cocinero y el primer pescador.
El cálculo que hacen es que un viaje de merluza (la especie más capturada en el Golfo San Matías) hoy estarían percibiendo entre 120 y 125 mil pesos, mientras que un viaje de langostino (llevan descargas poco menos de 300 toneladas en el año) se estima en 200 mil pesos por marea.