No deja de sorprender la parálisis en los muelles locales. Una ciudad, provincia y nación que necesita del trabajo como impulsor del desarrollo, la dignidad y generación de bienestar para las familias afectadas en la actividad. Pero mucho mas para una ciudad cuyo PBI en gran medida depende de una de las principales y tradicionales actividades como la industria pesquera y procesadora.
Los guarismos, como ya lo analizamos en otras notas de redacción referidas a un nueva negociación paritaria entre gremios marítimos y los representantes de los empresarios, nucleados en las cámaras del sector armatorial y al personal de la industria procesadora, son elocuentes.
La solicitud, después de una primer parte conciliada con un incremento salarial desde el 1 de marzo al 31 de agosto, de un 55% sobre sueldos de febrero 2023, ahora los porcentuales, congruentes con la aceleración del deterioro del poder adquisitivo de la moneda, están en 30% Sep-Oct, 30% Nov-Dic y otro 30% para el bimestre Ene-Feb; nada despreciable, pues es probable sean los desajustes que tiene el trabajador en el marco inflacionario del país, pero por adelantado.
Nadie es juez, para indicar lo que deben hacer unos u otros, simplemente informar al lector sobre la situación que desemboca en situaciones indeseadas y arbitrarias para otros sectores de la actividad como el procesador y el conservero.
Hoy, la demora de salidas (se cumplen 3 días) -otrora denominado paro o cese de actividades- siguen demorando la producción y la recepción de la materia prima para la generación de valor agregado en plantas de procesado, que ya están posdatando a sus trabajadores como consecuencia del impacto de la nulidad de vital materia prima.
Si a esto se le suma que estamos frente a la temporada zafral (pasajera) de caballa y de anchoíta, -dos esperadas especies que generan una gran actividad en la mano de obra de la ciudad- para otras importantes industrias como la conservera, el impacto de las medidas es casi sin precedentes. El sector que disputa su valedero reclamo en el ajuste salarial para el segundo tramo paritario 2023/24 está comenzando a tener ribetes inesperados.
Hay actividades, sectores, empresas y trabajadores que esperan estas zafras, que son cada día más cortas y lejanas al puerto de Mar del Plata, pero que alimentan la mano de obra en tierra tan deseada para el bienestar de sus trabajadores. Ya falta materia prima que genera trabajo y que además es impulsora de otras industrias. Es necesario recomponer rápidamente esta situación en virtud de conseguir la deseada paz social en un marco donde las familias marplatenses están pasando por situaciones casi indecorosas como consecuencia de las medidas tomadas. Desde estas líneas llamamos a la reflexión a todas las partes en virtud de la delicada situación, porque en Mar del Plata escasea el trabajo genuino y formal, en momentos críticos de la economía hogareña.