Entre tantas vicisitudes que vive el puerto pesquero más importante de la Argentina, siempre se encuentran aristas positivas, siempre que se ve trabajo se respira aire renovado en Mar del Plata.
La sonrisa en la cara de los tripulantes como hemos podido observar este miércoles en el ingreso de la mítica y tradicional lancha “Mi Lucha” y la “Ceferino Namuncurá”, con buena carga de caballa hacen respirar ese aire que mencionamos.
Es que no es poca cosa los aproximadamente 300 cajones de una especie esperada por el sector conservero, que si bien no es la solución, es un importante aporte no solo para alguna de las empresas dedicadas a un producto demandado, sino también para los trabajadores.
Hablando con el patrón de una de las lanchas, nos comentaba, que “ la caballa, no es la mas grande, pero es adulta de tamaño comercial, que está a 1 hora y media de navegación frente a Mar del Plata. Hay que buscarla para el norte. Varias lanchas mas o menos trajimos lo mismo, unos 300 cajones, pero -mientras miraba el horizonte- se levantó viento ahora a la tarde” esperanzado con que sea pasajero y mañana poder volver a salir.
Por otro lado, y no es el primer día, nuevamente vimos personal de Prefectura en el vehículo de bomberos de la fuerza, la Ford roja; bajaron 3 suboficiales y un prefecto del departamento inspecciones, a controlar y supervisar trabajos en un lancha histórica. La permanente supervisión de los elementos de seguridad y la vigencia de los mismos, es en definitiva, además de su función, bregar por generar un ambiente seguro para todas los tripulantes.
Sobre el muelle 10, zarpaba el BP Nuevo Rumbo, mientras que el BP Ciudad Feliz, hacia lo propio desde el muelle de Deyacobbi, pidiendo canal seguramente algunos segundos después.
Sobre la sección 8 y como consecuencia de la liberación de espacio para la draga IDUN R, que trabaja silenciosamente sin parar, un barco al lado de otro hasta la 9na andana, algo complejo en caso de algunos trabajos que demandan algún mecánico con su caja de herramientas en mano o trabajos menores.
Pasamos por vanguardia, y si hablamos de embarcaciones, pero de mayor porte que las históricas de la banquina chica, tuvimos ocasión de recorrer el recién botado Antonia D. lo que se dice en la jerga del puerto: un barcazo…
No debemos dejar de contar detalles, que para algunos pueden parecer muy obvios pero son dables de rescatarlos. Cuando las cosas se hacen bien, también hay que encender carteles de neón mostrando lo muy bueno que se hace.
Como es lógico, los cientos de presentes en el Astillero Naval Federico Contessi, el lunes 22 de noviembre, no pudieron visitar la nueva embarcación de la familia Di Bona, por eso a través de PESCARE se lo queremos contar.
De la mano del capitán de la embarcación Leandro Daniel Iácono, pudimos recorrer en forma detallada cada uno de los rincones del B/P “Antonia D” y observar la calidad de su construcción, con sus bodegas terminadas con los materiales adecuados de acuerdo a las normativas y para conservar en forma permanente la limpieza e higiene del sector, con equipos de frío que se van ajustando y armando sobre el techo de la misma bodega, hasta el mínimo detalle por citar uno de los sectores.
Esta embarcación seguramente será una de las “buscadas” por tripulantes para trabajar, no solo por su comodidad en los lugares operativos, por lo destacado. espacioso y un buen detalle de la segunda cubierta, con un personal trabajando «bajo techo», un detalle no menor a la hora de las operaciones previas al encajonado en bodega, sino también en otra de las áreas fundamentales en esta tarea que es el sector de descanso.
Camarotes divididos con cuatro camas y dos camas de acuerdo a la jerarquía, donde cada uno de los lechos poseen colchones de alta densidad, con luces individuales en cada una de las cabeceras y con pequeños grandes detalles como tomacorrientes al alcance de la mano, además de cómodas taquillas, cofres y bauleras para cada uno de los ocupantes.
El sector de sanitarios es otro lugar con comodidad y muy bien equipado, donde poseen todos los artefactos de muy buena calidad tal cual como podría existir en una vivienda en tierra con duchador, prolijo y cómodo. Un comedor amplio, también con sus correspondientes enchufes y con un importante TV LED, para las horas de esparcimiento de la tripulación. En grandes rasgos, el Antonia D. tiene un diseño equilibrado entre su gran bodega, a estribor, camarotes, cocina, comedor, baños; a babor, zona de cintas y operaciones bajo cubierta, una bodega muy espaciosa y de simple acceso y en popa, a ambas bandas, camarotes y en crujía el ingreso a la sala de timón de fácil acceso al mismo.
La maniobra en cubierta se aprecian los dos guinches eléctricos españoles de la marca Ferri, se la ve simple y robusta, mientras personal especializado intentaban fijar y finalizar los detalles operativos del roller.
Otra zona que se destaca, es la máquina, ya con amplios ingresos y cómodas escaleras, es otro de los lugares donde se ha prestado especial atención, sobre todo, en lo que se refiere al lugar de trabajo, donde se puede caminar con comodidad y observar el funcionamiento de los motores, como así también el respectivo circuito eléctrico que en la tarde de este miércoles era revisado minuciosamente por una de las empresas tradicionales dedicadas al rubro en Mar del Plata que estaba tomando energía para llevar al puente la instalación completa de equipos de pesca, identificación y detección.
El motor principal, aun templado después de tenerlo en marcha para colaborar con maniobras de calibrado en cubierta y los 2 motores Cummins auxiliares completan una sala de máquinas superlativa.
El brillo emanado por los protectores de las salidas de escapes, revestida con acero inoxidable de calidad marcan el deseo de trabajo: y que ese brillo sea el que tenga el buque en cada marea de la plataforma argentina.