Para combatir la caída de la demanda mundial de camarones de cultivo, los principales actores de la industria están impulsando una campaña de marketing colaborativa para impulsar el consumo.
Las estrategias y la logística para establecer una campaña de marketing global unificada estuvieron al frente de las discusiones en la Cumbre del Langostino de cultivo 2023, celebrada por el Centro para los Productos del Mar Responsables en la ciudad de Ho Chi Minh de Vietnam del 24 al 26 de julio.
Un panel del 26 de julio reunió a representantes de las industrias camaroneras en los EE. UU., India, Ecuador, Tailandia, Vietnam y Perú.
El director de creación de valor y negocios de Vitapro, un productor de alimentos balanceado con sede en Perú, Sudamérica, destacó el crecimiento sustancial en la producción mundial de camarón de cultivo en los últimos años, especialmente en Ecuador. Pero debido a una variedad de factores, principalmente la inflación, la industria se enfrenta a una disminución de la demanda que está afectando negativamente a todas las partes interesadas a lo largo de la cadena de valor del camarón, desde los acuicultores hasta los productores y minoristas.
“Estamos viendo ciclos que van y vienen. Y algunas personas dicen que producir camarones, ser parte de la industria camaronera, es como subirse a una montaña rusa, en un ambiente muy, muy incierto. Pero, ¿cómo podemos prevenir el ciclo?”.
La industria necesita «hacer que las personas que comen camarones coman más» e «incentivar a los recién llegados a probar camarones» mediante el lanzamiento de una campaña de marketing global unificada.
El director de Vitagro señaló los éxitos históricos de los esfuerzos conjuntos de marketing en varios sectores, como las paltas, los huevos, la leche y la carne vacuna, como modelos potenciales de los que la industria camaronera de cultivo puede aprender.
Citando datos de estudios independientes de varias universidades, dijo que las campañas de marketing conjuntas en realidad se han traducido en ganancias para las empresas en las industrias respectivas. Las campañas de mejora de la demanda destinadas a fomentar el consumo de leche en los EE. UU. dieron como resultado un aumento de las ganancias del productor de 4,78 USD por cada dólar invertido. De manera similar, la campaña «Beef. It’s What’s for Dinner» condujo a un aumento de entre 14 y 15 por ciento en el consumo de carne vacuna per cápita en EE. UU. desde su lanzamiento en 1992 y generó cerca de USD 12,00 en ganancias por cada dólar que los productores invirtieron entre 2014 y 2018. Los esfuerzos exitosos para mejorar el consumo de huevo en Australia han dado buenos resultados, con un aumento del consumo per cápita de 14 huevos por año después de la campaña. De manera similar, el consumo de palta per cápita en los EE. UU. en 2020 aumentó a 7.5 libras, de 2 libras en 2002, cuando Hass Avocado Board comenzó su campaña de promoción.
“No, no es fácil. No, no es rápido. Pero vemos lo que este tipo de programas pueden aportar a las diferentes industrias. Y definitivamente es algo que con el panel, hemos pensado en considerar cómo esto podría aplicarse a la industria camaronera de cultivo”.
Lo que demuestra que la actividad del langostino o camarón de cultivo está sufriendo un retroceso de demanda y precios que afecta toda la cadena productiva, aun la del langostino natural y salvaje del Atlántico Sur; donde a pesar de las diferentes tácticas de ventas, el mercado sigue pesado, poco fluido y con precios sostenidos por una oferta artificial que vende en cuentagotas volúmenes que años atrás serían irrisorios, al menos el entero y congelado a bordo, que indirectamente afecta al resto de las otras ofertas.
Panorama desalentador para el langostino de cultivo en el sudeste asiático, por ahora.