Finalizó la edición 2021 de CONXEMAR, la Feria Internacional de Productos Congelados del Mar y Acuicultura, que tanta atención concentra en la industria pesquera.
Fueron tres jornadas donde distribuidores, frigoríficos, exportadores, importadores y fabricantes, entre otros se dieron cita para mostrar sus actividades y poder interrelacionarse “cara a cara”.
El tercer día siempre es para hacer balance tanto a nivel de organización de la feria, como a nivel de empresas. Balance de negocios, balance de feeling del sector.
Ha sido todo muy positivo. La organización dio los datos de asistencia que marcan que fueron 22.000 los visitantes en esta edición, de 96 países, con lo cual CONXEMAR, que es la primera gran feria pesquera que se celebra presencialmente desde el inicio de la pandemia, ha logrado el objetivo que es seguir siendo una feria de referencia global, pese a las restricciones derivadas del COVID-19.
Existió un poco de recelo inicial, hace unas semanas, porque no se sabía que grado de aceptación iba a tener la feria por todas las limitaciones a la movilidad, como por ejemplo la limitación que tuvo Argentina para tener su propio stand, pero a pesar de ello ha sido un éxito.
El gran “rival” de esta feria son los eventos que se organiza Diversified Communications, como la Sea Food de Boston y por supuesto la Sea Food de Barcelona, además de la Sea Food de Asia, en Hong Kong que este año se celebrará de manera online, el próximo mes.
Esta CONXEMAR 2021 ha sido una prueba de fuego, no solo para la organización, sino también para toda la industria, para ver cómo estaba para pulsar el sentimiento de cómo estaba el mercado, como estaba el negocio y lo que ha salido a la luz son las ganas de mostrar nuevas gamas, nuevos formatos, mucha apuesta por adaptarse a la necesidad del consumidor, tanto en el formato retail de venta minorista como en food service, para restauración, catering.
Sin dudas ha sido una feria muy fructífera. Estuvieron todos los grandes players del sector, renovando vínculos y fortaleciendo otros. Se vio una exposición con una gran expectativa finalizando la pandemia COVID-19 con mucho mas esperanza que realidades, ya que la estructura de costos se ha espiralizado tanto en Europa como Estados Unidos; y como agravante un mercado del Sudeste Asiático donde China es una gran interrogante en el consumo y como tal, aun no han mostrado cual es la tendencia hacia adelante. En el caso del local, España; las condiciones de fuertes incrementos en los insumos de la industria frigorífica hacen casi impredecible la estructura de costos finales. La energía eléctrica masacra rentabilidades en el sector de los congelados, de eso, si se habló en estos últimos días, generando preocupación y exigiendo una disminución de impuestos de forma contra cíclica para incentivar al sector.
En este último día, con el balance que se hace, hay que destacar algo muy bonito que se hace en la feria, cuando están comenzando a desarmar los stands, normalmente llegan religionasas (monjas) de diferentes residencias de ancianos o de centros que atienden a personas desfavorecidas o que no tienen recursos, toman el pescado y lo llevan para ser consumido.
Todo estaba refrigerado y apto para consumo. Todo ese pescado que se exhibió durante estos tres días para mostrar los nuevos formatos, ahora lo podrán aprovechar personas que lo necesitan de verdad.
La cantidad de concurrentes, 22.000, se lo considera como una muy buena asistencia, pese a todos los impedimentos.
Tanto a nivel sectorial como a nivel mediático, ha animado mucho la asistencia de la Reina Leticia, el día lunes, al Congreso Internacional FAO-CONXEMAR, que este año se ha centrado en los beneficios nutritivos del pescado.
La organización ha aprovechado para continuar con una reivindicación de todo el sector pesquero español en pleno, para que el impuesto del valor añadido (IVA) del pescado, que soporta una tasa del 10%, baje al 4%.
En España existen tres tipos de IVA: un IVA superreducido del 4% que se le aplica por ejemplo a las verduras, al pan, a lo que se llaman productos de primera necesidad; el pescado está en el 10%, en el mismo nivel que los hoteles; además está el IVA general que está en el 21%
Lo que reivindica el sector es que el pescado es un producto de primera necesidad y por lo tanto debería tener un carga fiscal inferior y así favorecer al consumo de todas las personas.
Así se fue una nueva edición de CONXEMAR, con la ausencia argentina, pero con los redes tendidas para nuevas productos que el mundo valora y ansía, sabiendo de la gran calidad de los productos de nuestro mar.
Informó para PESCARE: Lara Graña
@lara_grana Periodista especializada