A instancias de la Conciliación Obligatoria lograda y solicitada por las cámaras del sector empresario, -y hay que destacarlo- con un esfuerzo entre las partes por intentar alcanzar un acuerdo que por el momento parece lejano y ahí radica el mérito de los Dres. Fernando Manuel Rivera y Diego García Luchetti, la flota fresquera quedó amparada por este instrumento legal que llamó a la parte obrera a deponer su actitud hostil, liberando a pesca los barcos que desde el viernes 3 de mayo estaban imposibilitados de su partida con destino pesca.
Pasado el vendaval del día jueves, la flota fresquera, ayer, se lanzó a la zona de pesca sin detener un solo minuto la posibilidad de demoras en la zarpada.
En medio de esta coyuntura, reminiscente de las palabras del filósofo alemán Friedrich Nietzsche, quien exponía esa idea que «todo lo que no me mata me hace mas fuerte» que contemporáneamente coincidía con otro filósofo paradigmático e histórico, como el Austriaco Karl Popper quien manifestaba en su teoría de la refutación de la hipótesis que dio fundamento a la epistemología, » el mejor modelo es aquel que estuvo expuesto a prueba, y que a pesar de ella, la pudo superar «; vaya si esto ocurrido ayer no fue un gran testeo de la eficiencia del sistema portuario marplatense..!
De hecho, contabilizamos en las primeras horas de ayer y hasta entrada la tarde, el despacho a pesca de más de 30 buques pesqueros; lo que se debe destacar de manera superlativa, por eficiencia, orden y celeridad.
Camiones de combustible para aprovisionar buques pesqueros
En principio, hoy el muelle era una fiesta del trabajador, -y vaya si la actividad pesquera es pujante Sra.Mondino.!-, innumerables llegada de vehículos, particulares, de alquiler e incluso micrómnibus se arrimaron al puerto para acercar a tripulantes que, en el peor de los casos, formaron un verdadero cuello de botella en las oficinas del CPRMDP debido a reactualización de plásticas de ingreso a las distintas terminales de carga.
El movimiento sobre el mediodía era intenso, todo los organismos y contralores trabajando a pleno después de dos jornadas que frenaron la actividad, en principio como decíamos, por el viento y el jueves por el cese de actividades de una facción que prefiere la protesta ante que el denodado sacrificio por redoblar esfuerzo y sacar de una vez para siempre nuestro querido país, adelante. Sin dudas, puede haber muchas razones justificadas que no son motivo ni de reproches ni de aliento en esta nota, que esforzamos por destacar, escindiendo lo político y lo partidario.
Lo concreto es, que hoy en los muelles y en las calles de acceso al puerto, estaban abarrotadas de camiones cisternas, hielo, acoplados con cajones y tripulantes por todas partes.
Es claro, fueron más de 30 buques que se lanzaron al mar a buscar concentraciones de peces que es, en definitiva, la piedra fundamental del clúster pesquero e industrial naval de la ciudad. Sin peces no hay pesca y sin pesca no hay trabajo, desarrollo ni bienestar.
Proveedores, Capitanes de armamento, caldereros de último momento y hasta mecánicos aportaron para que la “procesión” hasta poner los buques de salida que se alistaban a último minuto producto de la eficiencia de algunas cooperativas de personal portuario, como la gente de Mezzamico, el SUPA hicieron lo propio con un aporte de jerarquía.
Hay que mencionar y destacar -pues si nosotros no lo hacemos es difícil lo aprecie quien desde un escritorio a 400km juzga, además, con un profundo desconocimiento de la actividad – hubo tres entes ligados a la zarpada de buques que en forma silenciosa pero con la responsabilidad de no obstaculizar las operaciones productivas del puerto estuvieron a la orden, con niveles de exigencias y eficiencia acordes a las circunstancias para resolver inconvenientes de último momento como pocas veces visto.
Por citar a algunos, primero -y hay que destacarlo- desde las primeras medidas instauradas con eficacia para mitigar la demora en las zarpadas por parte de la Prefectura Naval Argentina delegación Mar del Plata, con la instrumentación, ya desde los inicios del ex Jefe local, otrora Prefecto Mayor Aníbal Moya, hoy ascendido a Prefecto General; y el actual Jefe Prefecto Mayor Rodolfo Cattaneo, no ha habido una sola queja por retardo en una sola zarpada como años atrás, sin embargo fueron 32 zarpadas en menos de 10hs operativas.
Otro ente a destacar es lo concerniente al ámbito del CPRMDP. Giros del departamento operativo a la orden de Diego Orlando y equipo, y servicios de remolcadores, a la orden y con la eficiencia que el sector necesita, también de labor superlativa; y por último, las agencias marítimas, todas, a la altura de las circunstancias.
Pero si hasta quien vendía churros, berlinesas y sándwich de milanesa trabajó hasta agotar stock..!
Con este marco, en una gran simbiosis para que la eficiencia a la hora de la zarpada no sea un evento -como antes- cuasi trágico y con grandes pérdidas de tiempo que llevaban a retrasar o directamente posponer la zarpada de los buques en cuestión, con impacto económico para los grupos económicos del sector.
Esta nota no busca sensacionalismo, sino reconocer el trabajo bien hecho. Hay que destacar cuando las cosas en los muelles se hacen bien, de manera planificada, ordenada y generando eficiencia portuaria, responsabilidad empresarial y formación de las tripulaciones, algo que últimamente está olvidado de resaltar, entendemos producto del propio trajín del mettiere de sus participantes.
El puerto hoy en materia operativa fue una fiesta. El sistema funcionó y se le dio giro y zarpada eficiente sin demoras a más de 30 buques que eligieron el día y hora para iniciar las operaciones de pesca después de casi 6 días de demoras en las zarpadas, algo que había que decirlo y se dijo.