Una de las tareas de mayor complejidad, en el dinámico mundo de la pesca comercial es el alistamiento de los buques. Parafraseando a la competitiva F1 ” las carreras se ganan en los boxes ”, pero no siempre detrás de un ganador se ve la tarea de alistamiento del vehículo.
En el competitivo sector pesquero es imprescindible rebotar en el muelle, ahí está el principio de la facturación. Un avión debe volar para restar tiempos ociosos y generar utilidades, un barco necesita imperiosamente pescar, la red siempre debe estar en el agua, es el principio básico del ancestral pescador, para eso el buque necesita ser descargado, limpio y alistado.
En esa labor recae la necesaria figura de quienes, en toda condición, alistan a los buques, desde las descargas, a la limpieza y al alistamiento previo a la zarpada, hielo y cajones para fresqueros, mientras que en los grandes congeladores las tareas entre víveres y cartones siempre es parte de su tarea.
Una vida sin reloj, corriendo siempre a la orden de un barco, según sus ingresos y las partidas previstas. No hay feriados, ni sábados y domingos, el estibador trabaja, de día y noche; cumpliendo con un rol que muchas veces no se ve.
La sumatoria de horas ahorradas en cada marea producto de eficiencia, quizá sea parte de una marea más al año en momentos tan críticos como los actuales, siendo a veces, la diferencia entre ganar o perder.
Solo hay que ver la precisión con que en manera automática el guinchero pasa a centímetros una lingada de 7 cajones sobre el lateral de la puerta de un camión, es meritorio y fácil de ver, pero muy difícil de concretar para quien no tiene experiencia pero, por sobre todo dedicación y amor al arte.
El estibador, un trabajo de equipo, sincronización y eficiencia, termina siendo un colaborador que permite que la actividad pesquera sea competitiva. Alistar un barco y dejarlo operativo para su salida no es tarea fácil.
Por eso, hoy, que se celebra el día del Estibador, vaya nuestro profundo respeto para quienes desde ese frío y húmedo lugar de la bodega, el güinche, o el camión, todos los días trabajan para que el buque esté operativo.
Su profesión está considerada como uno de los trabajos de mayor riesgo en todo el mundo y es por eso que la evolución ha hecho que se mejoren algunas condiciones laborales. La columna, la cintura y los discos es parte de los costos que en su labor el trabajador de la descarga somete a esfuerzos casi inhumanos.
Nuestro saludo cordial y particular a Carlos Mezzamico, Secretario General del SUPA, extensivo a sus afiliados, valorando su tarea y deseando que el progreso que van consiguiendo a través de su gestión pueda continuar. Feliz día a todos los Estibadores!!!!