A 50 años de la sanción de la Ley, hoy se celebra el Día de la Antártida Argentina”, recordando el primer día en que se izó por primera vez el Pabellón Nacional en el lugar.
La Ley 20.827/4 fue sancionada el 27 de septiembre de 1974 y promulgada casi dos meses después, el 21 de octubre, donde el Senado y la Cámara de Diputados de la Nación instituyeron que cada 22 de febrero se conmemore este día y se ice la bandera nacional en los edificios públicos de la Nación, realizándose actos alusivos a los irrenunciables derechos de soberanía sobre la Antártida Argentina.
1904 fue el año de donde comenzó la permanencia ininterrumpida de argentinos en la Antártida, en la isla Laurie que forma parte del grupo de Islas Orcadas, donde a través de las décadas y de la historia, trabajadores soportan condiciones climáticas más que adversas, viviendas que tienen todos sus elementos pero están lejos de su hogar, noches interminables, metas y sueños por cumplir, son solo algunos de los puntos para enumerar, y desde allí homenajear a los que están en ese lugar y a los que pasaron por nuestro Sector Antártico.
La Ley permitió que quedaran sellados los derechos argentinas, que son irrenunciables sobre la soberanía de la Antártida Argentina, donde durante los primeros cuarenta años de historia del “continente blanco”, los argentinos fuimos los primeros ocupantes del sector, situación que manifiesta el aval que se tiene sobre ese lugar.
El primer hombre en pisar la Antártida fue Hugo Alberto Acuña, un joven oriundo de la ciudad bonaerense de Bahía Blanca, que con tan solo 18 años de edad integró la primera expedición a las islas Orcadas, con el claro objetivo de recabar información meteorológica para el Ministerio de Agricultura de la Nación.
El Sector Antártico Argentino o la Antártida Argentina, es considerado como parte del territorio nacional e integra un área que está delimitada por los meridianos 25º y 74º Oeste y el paralelo 60º de latitud Sur, que forma parte del que fuera Territorio Nacional de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, como nos han enseñado nuestros maestros en la escuela primaria.
A pesar de que en 1904 se izó por primera vez nuestra bandera, existe un antecedente del año 1902, cuando el Alférez José María Sobral se unió a la expedición sueca de Otto Nordenskjöld.
A raíz del hundimiento del buque Antartic de esta expedición, llevó a la Argentina a efectuar un exitoso rescate con la Corbeta Uruguay que estaba al mando del Teniente Julián Irízar.
Los años hicieron que las expediciones argentinas se multiplicaran y a su vez que fueran las bases fundacionales antárticas de nuestro país.
Entre esas podemos destacar la expedición aérea de la Armada al Polo Sur, con Pedro Margalot, la expedición que se llevó a cabo al Polo Sur con Gustavo Giró Tapper y su comandante, el General Jorge Leal, más el primer vuelo transpolar al comando de Mario Luis Olezza y Gustavo Argentino Marambio.
A partir de 1951, mirando al futuro, la Argentina comenzó a desarrollar tareas científicas al crearse el Instituto Antártico Argentino, el que permitió desplegar el destacado trabajo de sus investigadores.
Ya en 1959, con la firma del Tratado Antártico, la ciencia, mirando lo que estaba desarrollando nuestro país, se constituyó a nivel internacional en el vector de la toma de decisiones en el seno del Sistema del Tratado Antártico.
Los diplomáticos de nuestra Cancillería defendieron los derechos y el interés de nuestro país en aquella negociación del Tratado Antártico, cuando participaron en la Conferencia de Washington sobre la Antártida en 1959, donde se elaboró y se aprobó el Tratado.
Con el firme compromiso de continuar en el continente cooperando con la ciencia, como hemos citado en más de una ocasión, nuestro país, más allá de banderías políticas, está comprometida con el Sistema del Tratado Antártico.
Los componentes del Programa Antártico Argentino, continúan su labor enrolados en el desarrollo de una política de Estado que comenzó hace más de 100 años y que ha conseguido que más de un centenar de científicos desarrollen sus tareas en el “Continente Blanco”, mediante los proyectos del Instituto Antártico Argentino que forman parte del Programa Antártico.
Como ya hemos dicho en otras ocasiones, desde PESCARE enarbolamos la bandera nacional como se hizo por primera vez en 1904, bregando que los conocimientos sobre este sector que es Argentino, no quede solamente en la enseñanza y aprendizaje de la escuelas. Icemos la bandera, pero adquiriendo conocimientos. Esto también es Argentina.