Luego de varias reuniones mantenidas a lo largo de la semana, persuadiendo desde el sector empresarial, la garantía de una «paz social» hasta el mes de marzo del próximo, en pacto de caballeros, el propio martes por la noche de palabra sellaron el compromiso, que a posteriori con un trabajo superlativo de los gremios hacia sus bases y desde los propios gerentes de Cámaras, Dr. Fernando Rivera y Diego García Luchetti, por CAIPA y CAABPA respectivamente, ayer jueves a las 10:00hs se firmó el convenio, siendo la propia hija de Rivera, la Dra. Gadea quien estampó la firma en lugar de su padre, quien, atento a cualquier inconveniente, ya operaba desde la CABA previendo la complicación del acto desde el mismo dia lunes pasado.
Hay que destacar el gesto de toda una segunda línea que llevaron adelante una compleja negociación, habida cuenta, que el problema, no son los gremios ni los empresarios, sino una inflación galopante que distorsiona hasta los ánimos de quienes deben llevar adelante un trámite simple como un ajuste salarial.
Por otro lado, empresarios del sector marplatense, el martes por la noche decidieron, después de muchos años de experiencia, no solamente en pesca sino con modelos inflacionarios, encontrar el punto de equilibrio para ofrecer al gremio lo solicitado priorizando la paz social por encima de los números.
Así es como el Sindicato Marítimo de Pescadores, llegó a un todo de acuerdo para realizar un aumento salarial del 60%, el cual será de modo no remunerativo y dividido en cuatro tramos: 20% septiembre, 15% octubre, 15% noviembre y 10% en enero. El 28 de febrero del año entrante, se volverá a rever la situación de ese momento en el país en materia económica.
El acuerdo que consta de cuatro páginas y que fue rubricado por la Cámara Argentina de Armadores de Buques Pesqueros (CAABPA) y la Cámara de la Industria Pesquera Argentina (CAIPA) por una parte y el SIMAPE, por la otra parte, con las firmas de Pablo Trueba, Javier Vázquez y Julio César Molina, manifestaron que llegaron a un acuerdo en relación con el CCT 586/2010 y que la recomposición salarial se hará efectiva el próximo 25 de noviembre.
El acuerdo contempla también que los importes “no remunerativos”, serán tenidos en cuenta a los efectos de la liquidación de vacaciones, enfermedades inculpables y accidentes de trabajo; y ademas, por el lado del sindicato serán tenidos en cuenta a los efectos del descuento de la Cuota Sindical y de la Contribución Solidaria, destacándose también que esos aportes no remunerativos, pasarán a convertirse en Remunerativos en su totalidad, a partir de marzo del año entrante.
Dejaron aclarado también que en el caso de deteriorarse en forma drástica la situación económica, las partes se comprometieron a reunirse a fin de analizar su impacto en relación con el ítem “Comida”.
Vale destacar que el ítem mencionado ha sido tomado con un trato especial para el caso de que los precios “se disparen” y el monto de convenio no alcance para el pago de la manutención.
Si bien aún el convenio no fue homologado por el Ministerio de Trabajo –por obvias razones de tiempos- ya tuvo su ingreso a través de la “Mesa de Entradas” del Ministerio de Empleo y Seguridad Social de la Nación, quien no debería tener reparos en homologarlo y darle curso a lo que acordaron en buenos términos ambas partes.
Tanto desde la parte armatorial como del sector sindical se mostraron satisfecho al arribar a un acuerdo, aunque también es dable decirlo, ambas partes lamentaron tener que llegar hasta un punto límite para poder acordar la recomposición salarial.
Este acuerdo marca de algún modo un inicio a lo que será el cierre de las negociaciones con otros gremios, quienes esperaban con ansiedad pudiera cerrarse el círculo en torno a este conflicto y así poder negociar con algo más en concreto como números de referencia y sin una negociación con la flota «demorada».
Lo cierto que el acuerdo al que arribaron el SIMAPE con las cámaras empresarias, terminará siendo con un amplio beneficio para el sector trabajador, quienes en pocos días más verán incrementando sus haberes en un 105% si se toma en cuenta el último acuerdo salarial, que se celebró en el presente año. Ahora, será el turno del SOIP, que ya tuvo un impasse hasta esperar que los gremios de la marinería cierren sus respectivos convenios.
Cristina Ledesma, tuvo dos reuniones en la semana, donde las propias bases exigen llevar adelante cuanto antes un ajuste salarial demorado desde el mes de septiembre pasado. En la primera reunión informal, el SOIP había pedido un aumento del 25% a septiembre y 15% a octubre, por total de un 40% hasta el 28 de febrero. Pasado un mes y medio de aquella primera aproximación y debido a los índices del costo de vida y al ver los números del SIMAPE, estos valores rondaran el 20% para septiembre, 15% octubre, 15% noviembre y 10% diciembre, valores que sumados a lo pactado hasta agosto pasado (50%), rondan el 110% para el ciclo 2022-2023, prima facie, algo abultado, ya que desde hace 2 años cierran arriba de los marítimos, pero la idea de fondo es trabajar y que medie la paz social incluso en momentos difíciles del país y cercanos a las fiestas navideñas.
Hacer clic en vínculo para ver el Acta Convenio firmado y presentado en mesa de entradas del Ministerio de Empleo y Seguridad Social de la Nación.