En esta segunda parte de la entrevista, el director del Inidep, Otto Wöhler, define el vínculo con los armadores, que en los últimos meses tuvo algunas tensiones propias de la actividad.
“Al Inidep se lo ve como algo que lo único que ofrece son limitaciones”, lanzará en algún momento; pero antes aborda la abundancia de langostino, el errático año del calamar, los interrogantes en torno a la anchoíta y condrictios.
– ¿Qué se puede concluir respecto de la explosiva abundancia de langostino en los últimos años?
– Evidentemente ha habido en los últimos cuatro años una sobreabundancia de langostino con capturas record. Entendemos que se produjo una explosión de la biomasa de este recurso. Ahora, con recursos anuales como estos -anuales en términos de la pesquería- es muy común que ocurran períodos de alta y baja abundancia. Generalmente obedecen a ciclos vinculados a cuestiones de orden natural o posibles cambios en el ecosistema. Nosotros no hemos logrado detectar las causas efectivas que han producido esta sobreabundancia. No es fácil hacerlo, es muy complejo.
– ¿Es esperable un efecto negativo sobre otras especies?
– No necesariamente. Si el langostino estuviera compitiendo con otras especies por el alimento entonces pudiera tener un efecto sobre otro componente del ecosistema, no lo sabemos. Es un poco, si me permitís, como el tema calamar.
– ¿En qué sentido lo decís?
– El año pasado fue record histórico la captura de calamar en el Atlántico Sudoccidental. Se pescó mucho acá, principalmente fuera de la Milla 200, y también en el área de Malvinas. En total, se pescaron unas 800 mil toneladas. Este año creo que se pescaron 50 mil toneladas. Años de fenómeno del Niño, como 2010, pasó algo similar. Lo hemos estudiado mucho, pero no hemos podido encontrar algo muy notorio que nos indique con claridad el motivo de estas variaciones. Ha habido varios intentos; pero es muy difícil encontrar una correlación entre el calamar y el medio ambiente. Esto no sólo pasa en la Argentina. Lo intentó el Reino Unido en su momento y fracasó.
– La flota potera volverá a operar desde el 25 de julio. ¿La decisión conlleva algún nivel de riesgo?
– No. Mirá, en 2010 ocurrió que un barco encontró el Stock Desovante de Primavera para esta época, cuando salió a probar suerte. Es un stock que aparece cada tanto. Eso dio lugar a capturas importantes en términos económicos para la flota argentina. Se pescó hasta septiembre. Bueno, este año nuevamente apareció ese stock, aunque todavía con capturas bajas y ejemplares chicos. Se decidió esperar algunos días para que los barcos ahora prueben. Si no aparece, dejarán la zona.
– En otro orden, los armadores fresqueros esperan respuestas del Inidep frente a la ausencia o corrimiento de la anchoíta…
– En términos generales ha habido un cambio en la distribución de la anchoíta que la flota marplatense estaba acostumbrada a capturar. Eso es innegable. Los motivos que se han esgrimido son varios: desde que se la pesca antes de que llegue, hasta razones oceanográficas. Nosotros nos inclinamos más por esta última porque la pesca es muy baja en relación al tamaño del stock.
– ¿Es posible que ahora la flota se desplace a la Zona de Veda Permanente de Merluza para buscar anchoíta en esa área?
– Ya hemos dicho en varias oportunidades que si se pesca con redes de media agua, no hay ningún inconveniente para hacerlo. La idea es que lleven algún observador a bordo; por lo menos uno cada dos o tres embarcaciones para verificar qué se está pescando y tener información propia sobre la pesquería. Muchas veces se le pide al instituto un montón de información, pero si nosotros no subimos observadores es casi imposible tenerla. No es lo mismo muestrear los desembarques que verificar las operaciones en el mar.
– ¿Cómo está el diálogo con los empresarios cuando se plantean estas necesidades?
– En general es bueno. Ni el instituto, ni yo tenemos problemas con nadie en general. Sí recientemente hubo algunas quejas fuertes con el tema condrictios, pero finalmente se resolvió aplicar una nueva experiencia. A veces se le achacan cuestiones al instituto que no dependen de él.
– ¿Por ejemplo?
– La queja en este caso particular tenía que ver con la sugerencia de medidas de manejo no respaldadas por campañas. Nosotros somos cuidadosos. No recomendamos nada que no esté respaldado por información. En noviembre del año pasado hicimos una campaña en la franja costera de la Zona Común de Pesca con el buque “Aldebarán” de Uruguay, una campaña conjunta. Evaluamos la abundancia de condrictios en el área del Tratado del Río de la Plata. Además, vemos los números de la flota, los desembarques y demás. Lo que pasa es que al Inidep se lo ve como algo que lo único que ofrece son limitaciones a la pesca. Nunca facilita poder pescar más, digamos, pero el rol del instituto es justamente cuidar el recurso.
– ¿La capacidad extractiva de la flota es superior a la respuesta que pueda dar el recurso?
– Sí, es mayor a la capacidad que tienen los recursos para sobreponerse y eso está ocurriendo en la Argentina. Entonces si no se proponen medidas que limiten la explotación, en breve tendremos problemas de sustentabilidad.
– Sin embargo, los titulares de embarcaciones costeras aseguran que el mar está lleno de rayas y que no pueden elegir pescarlas o no cuando trabajan con redes de arrastre…
– Hay mucho del folclore del propio pescador en esto. En algunas ocasiones no digo que no pueda ser cierto, pero no puede ser una cuestión general. Nosotros hacemos campañas y en prácticamente ningún lance tenemos capturas de condrictios mayores al 50, 60 ó 70 por ciento como ellos aducen. Ahora, si uno va a pescar condrictios va a tener capturas mucho más importantes. Si vas a buscar a un lugar determinado con un aparejo específico, obviamente vas a tener capturas más importantes; pero no son las generales de la ley. Además, hay toda una movida internacional muy fuerte respecto a la captura de condrictios. Hemos tenido que contestar un montón de propuestas para tratar de declarar en riesgo de extinción a muchos condrictios que se pescan en nuestra zona. Eso se limita mostrando las medidas de regulación que el país tiene. De lo contrario, corremos el riesgo de limitar la pesquería toda, no solamente la de condrictios. Es muy delicado el tema, pero no siempre es bien entendido por quien tiene a cargo la explotación. Lo que hacemos es para el bien de todos.
“Al Inidep se lo ve como algo que lo único que ofrece son limitaciones”
Por Pescare6 Minutos
El director del instituto, Otto Wöhler, analiza la relación con los armadores, tensa por momentos, el presente de diversas especies y medidas de manejo en curso.
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