Cada botadura de una embarcación, en cualquier lugar, genera esperanza de nuevas fuentes de trabajo, desde el propio inicio de la obra, ademas despierta una gran emoción contenida ver como flota y navega por primera vez el buque. Sin dudas uno de los eventos mas preciados, recordados y emocionantes de la vida de una embarcación, principalmente por ser el inicio hacia una nueva etapa, y el fin de meses de sacrificio, trabajo y pasión por cada uno de quienes han puesto lo mejor de si para llevar adelante la obra.
Este fin de semana Necochea y Mar del Plata tuvieron sus sendas puestas en el agua de dos embarcaciones.
Para la botadura en el astillero Contessi, llegaron varias autoridades, entre ellas el subsecretario de Pesca y Acuicultura de la Nación Dr. Carlos Liberman, quien previo al acto dialogó de manera informal con PESCARE y tras el discurso de “Vito” Contessi, se expresó ante los presentes.
Su alocución comenzó felicitando a las autoridades de la empresa Arbumasa Pesca Austral, reconociendo su decisión de invertir en nuestro país destacando la continuidad de un proceso de inversiones a largo plazo en el litoral marítimo argentino.
“Inversiones que no solamente tienen que ver con pescar, sino que tienen que ver también con industrializar en la Argentina todo cuanto pueden, con un enorme esfuerzo, que les quiero reconocer públicamente y por lo que les estoy agradecido” inició su discurso Liberman con algunas expresiones sorprendentes a lo largo del mismo.
Sin discurso traído en un papel, y atento a lo manifestado por su antecesor en el estrado (Domingo Contessi), Liberman manifestó que “esto es algo que concreta años de proyección, años que también fueron difíciles. Un poco a propósito de algo que recién dijiste, (dirigiéndose a Contessi) en el año 2017 cuando también como empresario apostabas a la inversión al mediano y a largo plazo, te encontrabas sin órdenes de construcción de buques pesqueros. Hiciste una solicitada junto a tus colegas de la FINA, mencionando que la industria naval se caía, mencionando que no había horizonte ni futuro para tu astillero y también para otros”.
“Me duele que encuentres dificultades para poder cumplir la proyección récord que tenías para este año. Habías proyectado seis buques en tan solo un año, me alegra que puedas concretar cuatro este año y me alegra enormemente pero creo que desde que soy subsecretario de Pesca, desde que asumimos nuevamente el gobierno llevas 13 botaduras”, continuó Liberman.
“En algún momento era un número soñado y que hoy desde ya es un número que te queda chico. Cuando hace poquito le agradecías a Gabriel Felizia y le reconocías el haber autorizado las obras que vas a realizar para ampliar la capacidad productiva que tiene tu astillero, y alcanzar un nuevo sueño, el de poder apuntar a buques de hasta 75 metros de eslora, pensaba cuánto hay que seguir reforzando este camino. Es cierto que la industria pesquera es una industria que se caracteriza, entre otras cosas, por tener una gran cantidad de exportaciones, es calificada como una industria exportadora, una industria generadora de divisas, pero a esta altura me parece que se calificativo, empezó a quedarse extremadamente corto y me parece que como Gobierno, apuntar a ampliar el concepto de qué es la actividad pesquera verdaderamente en el país, nos permite reforzar lo que cotidianamente, junto a los gremios del sector, y a las empresas del sector, a las cámaras del sector, apuntamos y para lo que trabajamos”.
Dejando muy claro su pensamiento y el de la gestión, el titular de pesca en el país dijo que “la industria pesquera no es solamente una industria exportadora, y no tiene que ser concebida como una industria exportadora y punto, independientemente de que lo sea también. La industria pesquera genera esto. Cuando se administra bien el recurso, cuando no se juega a la lotería, cuando se apunta una buena administración del langostino, cuando se apunta a una buena administración del calamar, cuando se apunta una buena administración de la merluza, cuando se trabaja codo a codo con las empresas del sector y con los gremios del sector, la industria pesquera se transforma en una actividad inclusiva de miles y miles de argentinos y de argentinas en todo nuestro litoral marítimo. Concreta sueños como estos, impulsa el desarrollo de la ciencia, de la tecnología, incorporan cotidianamente a centenares de nuevos argentinos al sector, y por eso es la demanda y el reconocimiento a empresas como Arbumasa, porque además de transformarse en una actividad exportadora, se transforma en una actividad industrial generadora de trabajo, de empleo, de producción, de inversiones que se encuentran hoy más apalancadas que nunca en la sustentabilidad y en la sostenibilidad de nuestros recursos pesqueros, y en la rentabilidad de la actividad. Se transforma en una industria capaz de concretar sueños, los sueños que tenían los ingenieros que vos mencionaste (dirigiéndose nuevamente a Contessi) que hace tiempo no podían proyectar o trabajar en un astillero capaz de construir y de botar estos buques y que hoy sí pueden hacerlo, y por eso el llamado constante a que reconozcamos que hay 48 millones de argentinos que son titulares dominales de los recursos pesqueros que nuestras empresas que afortunadamente pescan y extraen del mar, y que también haya una mirada hacia ellos, al calificar a la actividad como una actividad industrial que produce y que incluye argentinos y argentinas, también le reconocemos a esos argentinos y argentinas la titularidad dominal sobre los recursos de pesca, y por eso cuando me encuentro en jornadas como esta, con empresas como Arbumasa o con tantas otras, como antes me encontré con ‘Tony’ Solimeno, con Pablo Otegui, que deciden invertir, que deciden emplear, que deciden ampliarse, quiero felicitarlos doblemente porque son ellos los que impulsan y los que le dan sentido a entender a la actividad pesquera (en este tramo el público se alzó con aplausos) como una actividad industrial que incorpora argentinos y argentinas, que también nos lo demandan”.
En continuidad con su discurso y en referencia a lo expresado por Domingo Contessi, Liberman dijo en su discurso que “cuando pedías que se quiten los derechos de exportación de los productos pesqueros, nosotros ya lo hemos hecho, ocurre que hemos quitado los derechos de exportación a quienes industrializan y transforman la materia prima en la Argentina, y nos pareció que esa era la forma en que el Estado Nacional tenía que acompañar al empresario que hacía el esfuerzo de invertir y de transformar en la Argentina. Por eso hoy, para quien como por ejemplo el grupo Veraz industrializa la merluza en el país y exporta un filet en un envase pequeño, que va a una góndola de un supermercado, ya no paga derecho de exportación y recibe tres puntos de reintegro, o quienes transforman langostino como lo hace Arbumasa”.
El subsecretario también puso de relieve aspectos impulsados desde el seno del Consejo Federal Pesquero sobre derechos de exportación y reintegros y los aportes que realiza el Estado Nacional sobre la factura de exportación, de determinadas cantidades de puntos porcentuales según el producto.
El funcionario también destacó “sobre un Estado que no se consuele como ocurría antes, solo con palabras, cuando astilleros pujantes como el tuyo, tienen que sacar solicitadas como ocurrió en el 2017, porque no tenía órdenes de trabajo. Nosotros creemos que en esas pequeñas y sistemáticas modificaciones ponemos la espalda junto a las empresas y a los sindicatos para que estas realidades sean una vivencia cotidiana”, sostuvo Liberman en un discurso que tuvo una extensión de unos quince minutos y que concitó el silencio de los presentes para seguir una a una sus palabras.