Viviendo un momento histórico, no por lo icónico, sino por lo conflictivo, la provincia de Chubut cada día ve con más complicaciones las actividades laborales. Uno de los armadores ya le solicitó a la Secretaría de Pesca trasladar su materia prima, peor no pudo salir a pescar por un paro de SICONARA.
Juan Carlos Ottulich, armador pesquero chubutense, propietario del BP Bagual, le solicitó al secretario de Pesca Dr. Andrés Arbeletche a través de una nota:
“Solicitar a la autoridad de aplicación la autorización para trasladar mi materia prima afuera de la Provincia del Chubut motiva dicha solicitud la falta de acatamiento de la conciliación obligatoria por parte de SINDICATO DE TRABAJADORES DE LA INDUSTRIA DE LA ALIMENTACION, siendo por fuerza mayor para esta parte que amparándose en el art. 14 de la Constitución Nacional”, indica la nota, transcribiendo ese artículo de la Carta Magna.
Continúa en la descripción el propietario del “Bagual” en la nota enviada a la Secretaría de Pesca de Chubut:
“No me permite desarrollar mi actividad en forma normal y habitual de la cual no soy parte ni tengo injerencia alguna. En el año 2023 perdimos treinta días de pesca debido a un conflicto con SUPA-CHUBUT, en el cual no tenemos injerencia en la negociación ni somos parte del mismo.
“Estamos ante una situación que es extorsiva para mi empresa familiar que tiene su único sustento en la zafra de aguas provinciales. Ante esta situación y teniendo en cuenta que somos ajenos a estos conflictos gremiales y empresariales no pudiendo participar queremos en forma excepcional poder seguir pescando en el litoral marítimo sin presiones ni incertidumbre, por lo tanto, solicitamos que se pueda disponer de la materia prima capturada a fin de poder comercializarla fuera de la Provincia del Chubut. Este pedido se basa en la falta de acatamiento de diferentes asociaciones sindicales que no me permiten cumplir con mis compromisos comerciales”, continúa el pedido.
“Estamos cansados de trabajar en la incertidumbre de conflictos ajenos, por lo tanto, disponer de la materia prima capturada de mi embarcación la cual no puede ser procesada en el Establecimiento sito en la Provincia de Chubut por una causa de fuerza mayor que no me es imputable a esta parte.
“La suspensión y/o finalización de la Zafra solo hace agravar más nuestra situación financiera y comercial, ceder y ceder ante las presiones nos lleva al quebranto de nuestra actividad. No hay respeto ni orden para nuestra actividad, cumpliendo obligaciones, pero los demás tienen derecho a una renta excepcional según los avatares de la inflación o que variables que son extrañas a nuestro trabajo. Me reservo las acciones legales que me asisten en este caso”, concluye el envío a la autoridad pesquera de Chubut.
PESCARE tomó contacto con el armador pesquero, quien se mostró enojado e indignado por la situación que vive. “Tengo despacho para las 13 (del martes), pero los maquinistas están haciendo una medida también. El barco va a salir igual”, manifestó muy ofuscado.
“Lamentablemente entramos en una conversación donde perdimos un mes de laburo, por algo que nunca fue un problema nuestro. Yo no tengo una empresa de estiba, yo tengo un solo barco y no tengo planta en tierra”, describió Ottulich.
“De la cadena de trabajo yo soy el primero. Yo tengo que entregar pescado, porque mi empresa vende pescado. Si ellos no lo quieren trabajar en Chubut, lo llevaremos a otro lado”, sentenció el empresario.
La nota que le presentó a la Secretaría de Pesca es justamente para poder procesar la materia prima en otra provincia.
Por supuesto. Acá, en este sistema somos rehenes. Encima por el Decreto que tiene la provincia, que vos no podés usar el libre tránsito de pescado, es anticonstitucional totalmente. La Constitución nos permite el libre comercio, ahí está clarito. Estamos podridos!!! Hoy no va a laburar el SUPA, mañana el STIA, pasado las plantas no laburan porque el precio es bajo… ¿y por qué no nos dejan vender el pescado libre a ver a cuanto se va el langostino?
El impuesto que le pusieron a la exportación lo bajaron a los barcos y acá nadie dijo nada. Estoy caliente porque gente como los de la CAFACh están fuera de foco. Hicieron negociaciones del sector sin saber primero la palabra nuestra.
Yo tengo un porcentaje para ganar y ni siquiera ganamos con eso.
¿A dónde se llevaría el pescado para poder procesarlo y que cantidad tiene?
A cualquier lado: a Mar del Plata, a Necochea, a Mendoza, a donde haya una planta para procesar o donde haya alguien que me lo quiera comprar. Son 24 toneladas por día que tengo para procesar. También lo podemos mandar a Caleta Olivia, pero como no estamos en el Golfo, el convenio es como que no corresponde. Hay muchas vicisitudes dando vueltas.
Este tipo de la CAPIP (Agustín de la Fuente), ¿quién es él para venir a decir de cerrar la temporada?, porque él no quiere comprar el pescado porque no lo puede vender. Si está atorado con el pescado no es problema mío, hermano. Esto es como cuando sacás las mandarinas, no vas a sacar la mitad del árbol y la otra la dejás. La plantación la sacás entera.
¿Usted cuenta con camiones propios para hacer el transporte hacia otra provincia? Se lo pregunto por el incremento de los costos de producción.
No no no, mí única fuente de ingreso es la pesca que produce el barco y la voy a defender a rajatabla. Me tenga que pelear con quien me tenga que pelear.
A vos la empresa viene y te levanta el pescado en bodega, se hacen cargo de la logística, del traslado, de todo. Yo tengo ofertas de otros lugares, porque tengo ofertas del mismo Mar de Plata para comprar. Yo tengo un compromiso con una empresa, no lo voy a quebrar, pero si esa empresa me dice “te dejo libre para que vos hagas tu negocio”, bienvenido sea.
Pero nosotros somos rehenes, porque tenemos que favorecer a las plantas pesqueras locales, hasta ahí vamos. Pero las plantas locales ahora no están trabajando.
Por ejemplo yo no tengo problemas con la descarga porque nos pasamos al otro muelle privado. Justamente yo me pasé al otro muelle por eso. Ahí tenés otro conflicto. Las empresas tenían conflicto con el SUPA y resulta que la CAFACh se metió a decir “nosotros vamos a acompañar”, ¿qué vas a acompañar? El que tiene problemas con el SUPA es un particular, no tiene nada que ver con un barco pesquero.
¿Usted no integra más la Cámara de Flota Amarilla de Chubut verdad?
No, yo me tuve que ir de CAFACh hace tiempo, por los malos manejos que esta gente hace, es como estamos hoy. Vos tenés una persona como Gustavo González que piensa que el puerto es de él o la flota amarilla es de él y está totalmente equivocado.
Yo no estoy amenazando, yo lo que digo es que voy a seguir trabajando sobre mi peculio, la provincia me dio un permiso de pesca, por eso le dije a las autoridades que quiero sacar mi pescado, porque el pescado es mío, es de mí barco y de mí permiso.
En la Patagonia parece que se manejan como patrón de estancia todavía.
¿Ya le respondió la Secretaría de Pesca su pedido?
No, todavía no.
Sobre el mismo tema y lo manifestado por Ottulich, esta Editorial consultó al gremio de SI.CO.NA.RA. acerca de la negativa a prestar servicio de salida por parte del maquinista, lo cual fue respondido con “lo que ocurrió es que se hizo desembarcar a todos los maquinistas hasta que no estuvieran firmadas todas las actas correspondientes con cada gremio y recién ahí van a salir, porque todos los días tenemos un problema distinto acá «.
Fundadas razones expuso Juan Carlos, y también hay que considerar que cada empresario conoce los límites de su empresa, y sus finanzas, por cuanto es entendible que una situación ajena, frene el accionar de quien desea pescar habida cuenta de un recurso que se encuentra disponible y en estado comercial.
Seguimos encontrando un común denominador del origen de todos los conflictos, como lo venimos anticipando desde hace más de 18 meses, en cada nota referente a la especie langostino.
El verdadero problema del sector es la falta de demanda y precios en el mercado internacional, ese freno, hace bajar la curva de rentabilidad a la zona roja de pérdida, y desde el comprador internacional, baja al exportador y este a la planta de procesado, así sucesivamente a su eslabón inmediato predecesor llegando hasta la industria primaria y extractiva. Los problemas se acrecientan mientras no hay mercado de demanda y precios internacionales que justifiquen desde la aventura de la pesca hasta la exportación, mientras tanto las cámaras de frío están llenas nuevamente, con langostino incluso de marzo 2023, solo hace falta hacer una diferencia entre lo descargado, procesado y lo exportado, menos el insignificante consumo interno; ese diferencial, es el stock aun no vendido.
Antecedentes.
Oportunamente, apenas modificada la Ley 5639 que reglamenta la pesca en Chubut, por la nueva Ley IX-Nro.75, hizo que algunas empresas lleven a la justicia, por aquel entonces, la nueva Ley de Pesca de Chubut. En la misma, la Corte Suprema de Justicia de la Nación declaró inconstitucionales tres artículos de la Ley General de Pesca de la Provincia del Chubut (Ley IX Nº75 /antes Ley 5639).
Los artículos declarados inconstitucionales son:
- Artículo 11 (inciso 2°): Exigía un cupo especial de tripulación con residencia en Chubut para renovar los permisos de pesca.
- Artículo 38: Obligaba a desembarcar el total de la captura en puertos de Chubut y su procesamiento en plantas radicadas en la provincia.
- Artículo 14: Condiciona el otorgamiento o renovación de permisos a la generación proporcional de puestos de trabajo en tierra en relación a la capacidad de bodega de los buques.
Los fundamentos del fallo son:
- El artículo 11 (inciso 2°) viola la libertad de contratar y trabajar.
- El artículo 38 viola el artículo 12 de la Constitución Nacional, que prohíbe a las provincias obligar a los buques a entrar, anclar y pagar derechos por causa de tránsito.
- El artículo 14 viola la libertad de contratar, de trabajar y de practicar el comercio.
Este fallo sienta un precedente importante para la legislación pesquera en Argentina y limita las facultades de las provincias para regular la actividad pesquera.
Las empresas pesqueras ya no estarán obligadas a contar con un cupo de tripulación con residencia en la provincia, a descargar el total de la captura en puertos de Chubut, a procesar la captura en plantas radicadas en Chubut y a generar puestos de trabajo en tierra en relación a la capacidad de bodega de los buques.
Este fallo es una victoria -en aquella época (octubre 2012)- para las empresas pesqueras y para la libre competencia en el mercado pesquero argentino.