En el reflejo de las amplias actividades que tiene el sector pesquero, desde hace algún tiempo venimos comentando el crecimiento sostenido en una parte fundamental, como otras, que tiene que ver con la reparación y construcción de embarcaciones.
Algo para destacar es que no solo se involucran en su tarea puntual, sino también que están atentos a otras facetas porque en definitiva todos terminan trabajando en forma global.
Visitamos Tecno Pesca Argentina, conocida en el círculo industrial naval como TPA, donde uno de sus responsables, Facundo Godoy, uno de los hijos de Enrique “Chiquito” Godoy, nos da en el principio de la charla, un pantallazo con respecto a la pesca para luego hablar de sus labores puntuales.
¿Empezaron las reparaciones este año?
Con respecto a la pesca, puntualmente con el langostino, creo que terminó un poco antes de lo previsto esta zafra. Eso hizo que se adelantar la ola grande de trabajo para nosotros. Si bien hemos trabajado todo el año, donde no tuvimos época baja de trabajo, ya están acá la mayoría de los barcos que participaron de esa temporada.
Estamos en plena faena de estos barcos que ya vinieron, por suerte tenemos bastantes compromisos.
¿Con cuántos barcos están trabajando en este momento en el astillero?
Contando el desguace del Mar Azul, al que le quedan aproximadamente 20,25 días más, estamos con cinco barcos arriba. Ya bajamos el Francesca, en las próximas horas sube el María Rita, la semana que viene tenemos un halaje más, tenemos para botar el Cleopatra que es un barco que da asistencia a las plataformas en Bahía Blanca, ese barco era pesquero, fue supply y ahora está de supply nuevamente. Ese barco hace 6 años lo pintamos de azul, porque estaba rojo, no es un barco que navegue tanto, pero le corresponde las generales de la ley y cada tres años tiene que hacer los trabajos necesarios.
¿Qué trabajos le están haciendo puntualmente?
Le estamos construyendo el eje porta hélice nuevo, trabajando doble turno, con 14 horas de tarea. Trabajamos a ese ritmo para que el armador pueda tener el barco lo antes posible y no demorarnos tampoco nosotros en la grada porque tenemos mucho compromiso hasta febrero 2022, lo que no queremos es demorar. Siempre nos costó un poquito más el tema de los tiempos pero a partir del año pasado estamos mucho mejor. Tenemos la versatilidad de poder trabajar alguna hora más, que también le sirve al operario.
Con estas acciones buscamos bajar el porcentaje de desvíos, dentro de lo que es la planificación.
Hace poco tiempo han inaugurado una nueva y moderna nave de trabajo, ¿Cómo les está resultando?
Por ahora la estamos usando de espacio para algunas preparaciones, sobre todo para la obra del Promarsa, que es una obra muy grande y que requiere mucho trabajo que se hace fuera del barco y después se monta.
Estamos en conversaciones con cinco armadores distintos para diferentes proyectos. Esta semana estuvimos con dos armadores distintos, en dos ocasiones distintas haciendo presentaciones en el Banco Nación, presentándolos por el tema de los créditos.
Ahí hay caminos para recorrer: el proyecto, el certificado de legibilidad que lo otorga el Ministerio de Industria para acceder a los créditos. El banco es en definitiva quien les va a dar las facilidades.
Obviamente que nos interesa que lo califiquen y que anden bien para poder construir barcos y sobre todo con nosotros. Los acompañamos y los presentamos. Luego ellos hacen el seguimiento.
El anuncio del Gobierno Nacional de una nueva línea crediticia sin dudas abre más el abanico para el sector de la industria naval. Y con mayor facilidades para aquellos que construyan con propulsión a GNL.
GNL es algo que acá todavía no se está viendo, pero evidentemente es el futuro porque se está hablando bastante sobre ese tema. Hoy te digo que en el corto plazo, no creo que se vayan a construir pesqueros a GNL, por la sencilla razón que no hay plantas para abastecerlos.
Ojalá que se pueda hacer porque va todo de la mano de reducir el nivel de emisiones que es alto.
¿Si hoy tuviesen que construir con esa propulsión ya podrían hacerlo?
Por el momento no estamos desarrollando proyectos a GNL. Por ahora estamos trabajando todo lo que es diésel. Pero volviendo al GNL hay tener en cuenta varios factores, uno de ellos, los tanques y el abastecimiento, requiere mucho tanque y mucho espacio.
Si bien no lo vamos a empezar a trabajar ahora, es algo que tenemos en carpeta para empezar a desarrollarlo.
Si se va por ese camino, ¿De qué modo se puede proyectar el abastecimiento?
Hay que trabajar de la mano de los armadores, tiene que haber algún armador que haga el kick off, que le interese apostar a un proyecto de este estilo y asociarse con algún proveedor grande de combustibles para poder desarrollar una planta de GNL. Hoy no hay.
Por ejemplo Buquebus tiene el Francisco que opera con GNL y ellos mismos se hicieron la planta porque no había alternativa en ese momento.
Quizá todo esto pueda ir de la mano de algún acuerdo con algún astillero, que ojalá podamos ser nosotros u otro que desarrolle el proyecto del barco a GNL. Es un proyecto super interesante pero todavía no está muy desarrollado.
Tal vez para los remolcadores puede ser que esté más cerca porque tienen otra autonomía, otras capacidades, acá en la pesca yo todavía no lo veo en el cortísimo plazo.
Detrás de Facundo Godoy y a nuestra vista, se ve la imagen de un buque pesquero que tiene como nombre TPA24, la curiosidad nos lleva a saber de qué se trata
Estamos desarrollando ingeniería. Estamos desarrollando dos modelos de barcos. Uno es el TPA21, que es un barco doble cubierta, con proa invertida, preparado para pescar variado y langostino. Estamos buscando hacer modelos de barcos eficientes y tener una línea distintiva de TPA. Estamos trabajando con las grandes líneas con el Ing. Coronel además de tener nuestro departamento de ingeniería que hace toda la parte de detalle.
Adquirimos un programa que se llama Foran, que es un software de desarrollo para poder trabajar y modelar los barcos.
Además estamos trabajando sobre el modelo TPA24, que tiene justamente 24 en perpendiculares, 27,50 mts. de eslora total, 200 metros cúbicos de bodega y es un muy lindo proyecto.
¿La idea de TPA es incursionar en la pesca?
No, no. Esas denominaciones son nada más que para identificar los distintos modelos. Cada astillero le pone su nombre al prototipo, lo tenemos acá impreso y se lo mostré a unos clientes y se mostraron muy interesados y sinceramente, me gusta verlo todos los días cuando entro a la oficina en la mañana, me recuerda para que estamos trabajando.
¿Con cuánta gente se llevan adelante estos proyectos y las tareas diarias?
Al día de hoy somos 62 y todos los días con los contratistas tenemos entre 45 y 50 personas más.
¿La gente que los consulta son del medio local o se vinculan con armadores de otras ciudades?
Son amigos de acá y del sur, gente que va a variado, todo lo que es la banquina “chica”, digamos lo que no son los barcos grandes, que tal vez no tienen la espalda para construir un barco si no es con una herramienta financiera.
Se han interesado a partir del anuncio de esta nueva herramienta, desde hace unos días comenzaron las consultas.
Tenemos charlas con armadores más grandes, que tal vez no les hace falta la venta financiera, independientemente de que la tomen o no, que también están interesados en nuestros proyectos.
La semana que viene estoy yendo a Madryn para algunas reuniones al respecto. La idea es seguir trabajando sobre esto.
¿Los armadores vienen ya con una idea o algunos buscan cosas ya predeterminadas? ¿Cómo es el proceso?
Siempre vienen con una idea, lo estándar es que vengan con una base. Siempre es un barco más chico. Hoy con las facilidades que te da Pesca, al momento que vos decidís reemplazar un buque. Si lo hacés en la Argentina, podés tomarte hasta un 10% más de esfuerzo pesquero. Eso es una combinación de variables ponderadas del buque. Manga, eslora, puntal, bodega, capacidad de máquina, capacidad de frío en el caso de los congeladores.
La mayoría dice “quiero esto”, “¿cómo podemos llegar hasta acá?”. Dentro de las alternativas le mostramos lo que tenemos. De estos modelos se disparan algunas variables.
Por ejemplo tenemos una propuesta de un barco de 25 mts. de eslora total, que es una modificación del modelo de 21 para llegar alrededor de 160 mts. de bodega, partiendo de los 110 que tiene el modelo de 21. Esto va de la mano con que estos proyectos tienen esta versatilidad, podemos trabajar un poco más, un poco menos, en función de la necesidad del cliente.
¿Qué es lo que buscan más allá de estas características que mencionó?
Lo que buscan es llegar bien a zona de pesca y que la gente esté cómoda, que la planta sea cómoda. El concepto de doble bodega, como lo estamos trabajando nosotros que te permite incluso salir con un poco más de viento que un pesquero convencional porque la gente trabaja más cómoda, porque trabajan en una zona cerrada.
Se busca eficiencia, bajar el consumo de combustible, que sea más dinámico y aunque no lo hagan ahora, buscan la posibilidad de ponerle tangones para pescar langostino.
¿Tienen dificultades con los insumos hoy? Pensando en la importación y en los costos.
Ha subido mucho el precio del acero. Nosotros trabajamos con proveedores de afuera por una cuestión de comprar chapa homologada por la Sociedad de clasificación y lo que sí estamos viendo es que se ha disparado mucho el valor del acero y que hay una baja en la oferta porque los productos están con algunas complicaciones para cumplirnos los contratos.
Priorizan otros mercados, cuando pedís hoy referencias de acero te dicen que es recién para embarcar a fin de enero. Estamos hablando de acá a cuatro meses.
Afortunadamente tenemos un stock interesante, que se está consumiendo y un poco en el afán de no quedarnos sin stock fue que hicimos una consulta en estos días y nos encontramos con esa noticia.
Y está en precios altos en relación con lo que hemos visto a principios de año.
¿De donde están trayendo el acero?
De China. Porque es un producto de buena calidad, es acero certificado, cosa que a nivel local no se produce. Eso nos da la posibilidad de traerlo y tener un acero confiable. Eso nos suma porque buscamos que nuestros proyectos salgan certificados por una Sociedad de Clasificación, entonces es condición sine qua non que el acero sea certificado.
¿Cuál es la mayor preocupación que transmiten en las reuniones con sus pares?
La mayor preocupación es el retraso cambiario. Esto en relación a la inflación que estamos manejando. El tipo de cambio no se ha movido y el mundo sigue girando y seguimos sufriendo los avatares de la inflación y es todo derivado de que se nos disparan los costos de mano de obra fuertemente en dólares. No solo a nosotros, creo que a todos los astilleros nos pasa lo mismo, lo converso con colegas y estamos todos sosteniendo para intentar no trasladar todo a precio. No está bueno castigar al cliente por las variaciones de los costos. Uno no quiere dejar de ser competitivo.
¿Siente que hoy les falta espacio para poder trabajar y desarrollarse más con la empresa?
Lo que veo es que el Consorcio está trabajando mucho para poder hacer espacio y me parece super destacable. Ya en SPI se desguazaron dos barcos, nosotros estamos con el Mar Azul, tenemos compromiso para que se desguace otro más y tengo entendido que están muy avanzados con el varadero de la base para poder seguir trabajando ahí, con lo cual me parece super importante y se está hablando de la posibilidad que se construya un muelle más.
La realidad es que hay poco espacio. Nosotros trabajamos con muchas pesqueras que están en Comodoro, en Madryn, en Caleta y que se les hace un poco difícil conseguir espacio de muelle acá. No es que no se les quiera dar espacio. Es una picardía.
Esa gente que viene le da trabajo no solo a los astilleros, sino a un montón de talleres. Carpintería, mecánica, electricidad, electrónica, frío. Es muy bueno recibirlos y generar trabajo en tierra.
¿Qué percibe en la gente que viene de otros lugares, donde tal vez están acostumbrados a otro trato, a un trato más directo porque las estructuras son mucho más chicas?
Hablamos mucho de la evolución que tiene TPA. Este predio era un espacio hace siete años cuando llegamos y hoy es una cosa totalmente distinta. Saben que en Mar del Plata pueden tener todos los servicios que quizá en el sur es más complejo.
Hay complejidades con la mano de obra o de conseguir algún insumo puntual o algún consumible, quizá no hay tanta disponibilidad, que quizá dependen de ir a Buenos Aires y nosotros de Buenos Aires estamos a una escapada en camioneta.
¿Qué proyectan de acá a cinco años por poner una meta corta?
Vamos a seguir creciendo, estamos mejorando mucho la cartera de clientes. Sentimos que ya estamos llegando a “primera división” respecto a tener contacto con lo que es reparación, con clientes de los más grandes que quizá están acostumbrados a trabajar con otros astilleros, pero que nos han probado y nos han dado buen feedback, les interesa el servicio que damos y tenemos muchas ganas de modernizar nuestra forma de halaje de buques.
¿Cómo sería esa operatoria?
Hoy estamos analizando la posibilidad de incorporar un carro varadero para poder aumentar la capacidad. Hoy tenemos una limitante en función de cómo trabajamos y como subimos los barcos, de la herramienta que tenemos, pero podríamos duplicar la capacidad de halaje, al menos en alguna plaza con algún carro. No hacer todo carro sino seguir trabajando con el método tradicional y con un carro grande nos permitiría quizá ampliarnos a un mercado que hoy nos es esquivo por una cuestión de capacidad.
Si “camina” todo el planteo del offshore que se está haciendo, entendemos que van a empezar a haber otro tipo de barcos, no solo pesqueros dando vueltas por la zona, supply más chicos u otro tipo de embarcaciones a las que se les pueda dar servicio.
Nos interesa estar preparados para atender esos mercados.
TPA está dentro del clúster energético, ¿Por qué genera tanta polémica el tema del offshore? Hace pocos días entrevistamos a Diego Lamacchia y lo consultábamos en el mismo sentido.
Yo creo que la pesca y el offshore pueden convivir. No soy pescador. No es un tema que conozca por el momento en profundidad. Nos interesaría que se desarrolle, pero que tenga el menor impacto ambiental posible y hay que trabajar para que convivan todas las actividades sin complicarse la vida unas a otras. Apostamos a eso.
Queremos aumentar nuestra capacidad de halaje, para hacer un potero, sí. Para hacer un supply también. El barco más chico que atiende ese tipo de plataforma está en el orden de los 55, 60 mts. y hoy nos es esquivo.
Es importante estar preparados para esto, que yo creo que va a pasar y queremos estar a la altura para poder brindar el mejor servicio posible.
¿Cómo les cayó que un barco como el Harengus se lo lleve a desguazar a otro lado, a otro país?
Se están haciendo varios desguaces, como te decía, SPI hizo dos, nosotros también estamos colaborando porque lo está haciendo una empresa tercerizada con el Consorcio, nosotros prestamos el espacio, y lo vamos a hacer con otro barco más.
Hay muchos barcos para desguazar. Es bueno que se pueda ir avanzando con este tipo de cosas. Se avanzó con el Harengus, no sé cómo van a ser los tiempos con el resto si es que se llevan algún barco más para desguace afuera.
Por Gustavo Seira