“Una de las cámaras hace acuerdos que nosotros no podemos cumplir. Nuestras empresas no pueden sostener lo que otros firman”. «Probablemente sería parte de una estrategia«, argumentan otros participantes.
Las expresiones llegaron de parte de la Cámara Pesquera del Golfo San Jorge, la que hizo un llamado “urgente” para que se sostenga el empleo en Chubut.
El planteo transita la reconversión del sector, sobre todo de aquellos establecimientos considerados medianos o chicos y que se dedican al reproceso de merluza. “No somos parte de las decisiones que se toman”, sostienen.
La crítica está apuntada directamente sobre la Cámara Argentina Patagónica de Industrias Pesqueras CAPIP por realizar acuerdos salariales, que según argumentan “los del Golfo San Jorge”, no pueden cumplir por su alto costo.
El llamamiento se hizo luego de que casi una veintena de empresas pesqueras –donde se desempeñan prácticamente tres mil trabajadores- se reunieran y concluyeran que está en peligro la continuidad laboral de la industria, al menos de su parte.
La propuesta versa en que solicitan un acuerdo del sector que les posibilite trabajar a lo largo de todo el año con distintas especies y darle mayor valor agregado a la materia prima, entiendo que así podrían salir de la grave situación coyuntural que atraviesan.
Durante el encuentro no solo apuntaron contra la CAPIP, sino que abordaron otro de los conflictivos temas que tiene la provincia chubutense: el STIA.
“Es un poco de todo, por un lado nos ponen el valor de la merluza desde CAPIP. Eso hace que los salarios de referencia sean tomados de lo que ellos abonan y no nos dejan margen de negociación a los que no estamos en esa cámara”, le dijo a PESCARE uno de los propietarios de una planta pesquera chubutense.
El grupo de empresarios considera que en este esquema de trabajo, todo depende del sindicato que nuclea a los trabajos del procesado, ya que no pueden depender de la voluntad de ese sector, como tampoco de la Secretaría de Trabajo.
Otro de los argumentos es que consideran irresponsable los valores establecidos para la merluza, dado que si bien los que se agrupan en la cámara del Golfo San Jorge no procesan la misma, dado que el precio que pone en mercado la otra cámara, les hace inviable a la hora de procesarlo, no quedándole otra alternativa que no hacer el trabajo sobre la materia prima, algo que desde hace largo tiempo pretenden, pero que los altos costos de la mano de obra no se lo permiten.
“La situación es grave. Estas negociaciones de las cuales nosotros no participamos nos pone la vara muy alta, nos eleva los precios y lo que realmente es muy pero muy grave que se pone en riesgo la continuidad laboral de mucha gente, tenemos casi tres mil empleados”, se quejó ante este medio el mismo empresario.
En comunicado público expresaron que “como empresarios argentinos que generamos empleo e inversiones en la provincia, que no tenemos sedes en otros países, ni otros establecimientos fuera de Argentina, solicitamos a CAPIP que nos incluya en las decisiones antes de firmar acuerdos que amenacen nuestra continuidad.”
“De igual forma solicitamos al STIA un espacio para exponer estos obstáculos y presentar propuestas, que sin dudas son también beneficiosas para el sector, exponiendo de igual modo la urgencia y gravedad de la situación que se agrava con el transcurso de los meses. Solicitamos a la Secretaría de Trabajo de la provincia que permita a nuestra Cámara ser parte del convenio con el STIA y participar activamente en decisiones que afecten nuestro futuro en el sector, lo que implica también el futuro de más de 2.500 personas ligadas directa e indirectamente a la industria.”, concluye el comunicado.
En un habitual recorrido telefónico, ayer, encontramos a algunos participantes que ya están esbozando la idea de la cual en reiteradas ocasiones lo hemos exteriorizado a través de notas de nuestra editorial, que hay una corriente de sospecha donde algunas empresas estarían provocando la discordia y malestar como consecuencia de cámaras repletas y un mercado internacional que no demanda y donde los precios deprimidos, estarían quedando por casi debajo de los costos. Apunto de ello, que un importante operador del complejo industrializador de langostino de Puerto Madryn, ante la consulta nos decía » este año con el langostino congelado a bordo y en tierra, habrá que tener mucho cuidado. Nosotros hacemos los números de cada marea, con costos y amortización, es decir optimizando todos los números para buscar el punto de equilibrio, hoy exportando, estamos cerca de perder entre U$S440/U$S475 por tonelada y somos una de las empresas más ordenadas del parque industrial y con menos cantidad de mano de obra empleada por tonelada producida».
Ante la pregunta hacia ¿dónde va el sector?, fue contundente y justifica la próxima discusión que vendrá -como todos los años en esta época- ,» habrá que pescar menos…pero lo que está pasando en la pesca de Chubut, hasta se justifica, es una manera de pescar menos y tercerizar el problema en los gremios, que flaco favor están haciendo a una parte del sector«.