Las cámaras empresarias del sector pesquero CAPeCA, CAPIP y CEPA solicitaron formalmente a la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación la convocatoria urgente a una audiencia preliminar con los gremios que representan a la marinería, SOMU y SIMAPE, con el objetivo de iniciar un proceso de negociación colectiva. El motivo central es la crítica situación económica que atraviesa el sector tangonero congelador, dedicado a la pesca del langostino, que, según las cámaras, se encuentra en una situación de “quebranto del 15,4% sobre el total de ventas”.
La solicitud, firmada por los representantes Eduardo Boiero (CAPeCA), Agustín de la Fuente (CAPIP) y Fernanda Grimaldi (CEPA), detalla los múltiples factores que han afectado la rentabilidad del sector: caída sostenida de precios internacionales del langostino por la competencia del producto de cultivo “vannamei”, retraso cambiario, retenciones a las exportaciones, aumento de tasas municipales y costos laborales crecientes.
A pesar de que el recurso langostino se mantiene saludable y con buenos rendimientos, el negocio —según las cámaras— se ha tornado inviable: “Con los precios actuales de venta no alcanza para cubrir los costos de explotación de la actividad”, advirtieron. En ese sentido, se está negociando con proveedores, se ha solicitado al Estado la suspensión de derechos de exportación (DEX), una baja de los Derechos Únicos de Extracción (DUE), y se ha iniciado el diálogo con los gremios marítimos para revisar los valores de referencia de liquidación del langostino congelado a bordo como base para el cálculo sobre los haberes percibidos por producción.
Uno de los principales reclamos empresariales es la necesidad de modificar el convenio colectivo de trabajo (CCT) vigente desde 2005, particularmente en lo que respecta al “sueldo proporcional de producción”, ítem clave de la liquidación de sueldos de cada marea. Los empresarios argumentan que los valores sobre los cuales se calculan esos pagos están desfasados: en 2005, el precio promedio por tonelada exportada fue de USD 12.124, mientras que en 2024 fue de apenas USD 5.637. Esto ha hecho que el costo laboral represente hasta el 60% del total de las exportaciones de cada buque.
Entre las propuestas presentadas para la renegociación del CCT 729/2015, las cámaras sugieren una reducción del 30% en los valores de referencia para el sueldo proporcional por producción y una posible revisión del porcentaje del dólar utilizado en el cálculo. También plantean cambios en la liquidación del sueldo anual complementario (SAC), actualmente calculado en algunos buques sobre la mejor remuneración semestral, lo que —afirman— “impacta de manera extraordinaria en el costo total, llegando a representar hasta el 24% de las remuneraciones”.
Otro de los puntos que requiere aclaración, según las cámaras, es la metodología para calcular las prestaciones por incapacidad laboral temporaria, que proponen basar en las últimas 12 remuneraciones sujetas a aportes previsionales, y no en los últimos 6 meses como se realiza en parte de la flota.
Los empresarios remarcan que el objetivo de esta readecuación no es solo garantizar la continuidad de la actividad, sino también proteger los 46.000 puestos de trabajo que genera toda la cadena productiva del langostino congelado, una industria que en los últimos años ha generado exportaciones por unos 550 millones de dólares anuales, aproximadamente el 27% del total de la pesca nacional.
“La situación económica financiera actual llevará, sin ninguna duda, a la paralización de las actividades pesqueras y a un quebranto masivo de las empresas”, concluyen las cámaras, al tiempo que reiteran la necesidad de redefinir el negocio para que vuelva a ser sustentable para el Estado, los trabajadores y las empresas.
Se espera que la Secretaría de Trabajo convoque a la audiencia solicitada en los próximos días en una semana que en materia laboral y gremial promete ser intensa.