La Cámara Argentina Patagónica de Industrias Pesqueras le explicará a los legisladores de la provincia del Chubut los fundamentos para solicitar una declaración de Emergencia Pesquera para esa provincia. Lo harán ante la Comisión Permanente de Desarrollo Económico, Recursos Naturales y Medio Ambiente que preside el diputado Carlos Eliceche, quien fue uno los impulsores de la actual y polémica Ley de Pesca que rige hoy en la provincia de Chubut y la que podría ser derogada o al menos modificada de acuerdo a lo que manifestó días atrás el electo gobernador “Nacho” Torres.
En este juego donde cada cual juega “para su abuela”, el pedido de CAPIP fue extensivo hacia la legislatura santacruceña, solicitando además el apoyo de los Concejos Deliberantes de las distintas ciudades que están involucradas en el entramado pesquero.
Este tipo de situaciones ponen en claro que ese viejo deseo de “hacer una sola pesca” no es factible. Ante dificultades como las que esgrime la Cámara, terminan dividiendo al sector pesquero en varias partes.
Por un lado una provincia que no logra “hacer pie” con respecto a la pesca como es Río Negro. Santa Cruz con un trabajo constante y de crecimiento ahora se ve ante las puertas de la incertidumbre dado el cambio político de la gobernación, lo que implicaría un cambio en las autoridades de pesca, tras lo cual quienes lleguen seguramente pretenderán cambiar todo lo hecho (y bien) hasta el momento. Nada nuevo para una Argentina fracturada, no por la promocionada y marketinera “grieta”, sino por una división de intereses políticos y económicos que van más allá de defender a un sector que gran aporte le hace a la economía del país.
Por supuesto que hay que reconocerle a Chubut que la zafra de langostino en aguas nacionales no ha sido la mejor, donde la irregularidad por las condiciones climáticas adversas y mercados internacionales poco demandantes, han hecho que se abran muchos signos de pregunta.
Desde aquí también los abrimos: ¿la zafra irregular y la retracción de los mercados internacionales afecta solo a Chubut? ¿Y las otras cuatro provincias restantes con litoral marítimo?
Es claro que la que más movimiento genera en la zafra del Pleoticus muelleri es la de Buenos Aires. Entonces: el problema ¿tiene que ver con solo con el pedido de una Cámara a una Legislatura provincial?. Eso es lo que parecen decir desde Chubut, ignorando lo que sucede en la provincia más importante de la Argentina.
Ahora todos parecen pedir que “no se pesque tanto” solamente por viles intereses del mercado, o propios despues de liquidar hace no mas de un mes algunos contenedores de langostino entero “continental” del año 2022, ademas, como si Argentina fuese formador de precios internacionales y la miopia no deja ver las 3 millones de toneladas de Vannamei que ocupan las compras de los principales paises demandantes de langostino.
No es la solución evidentemente, sino que ante condiciones climáticas adversas nada se puede hacer. Será la hora de cambiar la estrategia para seducir de algún otro modo a los mercados internacionales que ya son comprados, abrir nuevos mercados y realizar una “agresiva” campaña de incentivación para que se multiplique el consumo interno en nuestro país, claro seguramente a otros precios.
Para algunos puede parecer una utopía, pero a veces la “zona de confort” en la que se mueven no les permite –o no se permiten- ver más allá de lo que ocurre después de la línea divisoria de las provincias.
Cinco, apenas cinco son las provincias con litoral marítimo. Cada una de ellas tiene su representación en el Concejo Federal Pesquero, más allá que en la última sesión dos de las provincias no tuvieron a sus representantes presentes, justamente la provincia con mayor movimiento (Buenos Aires) y la que pretende que se le declare una emergencia pesquera (Chubut).
En tanto otros aún siguen culpando a la pandemia y a sus consecuencias o la guerra entre Ucrania y Rusia, para justificar las caídas en sus ventas a Europa y parte de Asia. Tal vez esté faltan autocrítica y no pretender que el Estado pueda solucionar un tema que no deja de ser de orden privado. Si a una o más empresas no les va bien, no todo es responsabilidad del resto de los ciudadanos, que es justamente de lo que se compone un Estado Nacional.
Sí está bien darle la derecha –que no se mal interprete- a un atraso cambiario casi inédito, que se lleva puesto a la industria pesquera y casi por carácter transitivo a la industria naval. Ni hablar de la devaluación que golpea en la nuca diariamente a empresas y trabajadores.
Si la pesca es una sola, si la salida hay que encontrarla entre todos, si, si, si… entonces que la pesca haga un frente común verdadero y trate de solucionar sus problemas en conjunto y no yendo cada uno a tocar timbre porque le está apretando el zapato propio.